La expectación o curiosidad que genera cada jornada en el arranque de un curso que está en buena medida focalizado en todo lo que hace el técnico. Concitan interés sus criterios y declaraciones, el estilo que trata de inculcar, la elección de jugadores, la gestión de los partidos, porque todo ello permite ir descubriendo en qué consiste el proyecto. Después de dos partidos con el escenario como único denominador común, pues se sabía de antemano que medirse a Mallorca y Valencia significaría asistir a películas si no opuestas, casi, Valverde transmite su convicción de que el Athletic ha de ser reconocible por una concepción del juego alegre, ambiciosa, sin cortapisas a la hora de atacar, afanosa en la elaboración de un fútbol profundo, de llegada.
Claro que la idea es utópica sin observar un equilibrio táctico. Esto es algo en lo que fue insistente tras empatar con el Mallorca y, certificada la victoria por la mínima sobre el Valencia, reiteró. Es una reflexión elemental: la necesidad de ser fiables en la contención, en el trabajo sin balón constituye una premisa inexcusable porque no existe otro modo de que un conjunto sea competitivo de verdad. Solo con atacar no se gana. Además, en el caso de los rojiblancos, la obligación de ser especialmente cuidadosos en el repliegue y la contención adquieren una trascendencia superior cuando se constatan las dificultades del equipo de cara al gol.
Asegura Valverde estar encantado con el rendimiento de la pareja de centrales y de Vesga, las tres piezas sobre las que descansa la estructura, pero advierte asimismo que protegerse es cuestión que compete a todos los futbolistas, con independencia de las demarcaciones que ocupen. Al respecto de esto, ayer comentó que no le gustó que el Valencia tuviese el control del encuentro en varias fases del primer período y alabó la posterior mejoría en este apartado concreto. Mejoría que coincidió con la incorporación de Zarraga, Raúl García y Vencedor, sustitutos de Berenguer, Muniain y Sancet.
Parece de cajón que el bloque sea más sólido si en el centro del campo coinciden Vesga, Vencedor y Zarraga, que si está formado por Vesga, Sancet y Muniain. El repaso del perfil de los nombrados ahorra mayores disquisiciones. Sin embargo, el entrenador no ha tenido reparos en apostar de salida por la segunda de las combinaciones, en teoría dotada para ofrecer más cosas en la faceta creativa. A sabiendas de que implica asumir que será más probable que el equipo sufra, como ocurrió en tramos del choque con el Valencia. Que el partido incluya una serie de idas y venidas, que los avances sean alternativos, vayan en ambas direcciones. Los desajustes pasaron más desapercibidos contra el Mallorca gracias a la nula proyección ofensiva de los isleños.
Con Vencedor y Zarraga al lado de Vesga la historia cambia. Sobre el papel, se resiente el dinamismo del equipo con balón en terreno rival, pero está más capacitado para sujetar al contrario y eludir que el bloque se alargue en exceso o se parta en dos. Quizá la solución idónea esté en el término medio, en una fórmula que combine de otras formas a los tres elementos encargados de actuar por la franja central. Se irá viendo cuál es la evolución en las preferencias de Valverde según transcurren las jornadas y seguro que los resultados condicionarán la selección.
Pero lo visto de momento refuerza la opinión de que Valverde está dispuesto a diseñar un Athletic valiente, porque ese es el calificativo que merece el hecho de juntar a Sancet y Muniain para recibir a un Valencia que oposita a estar próximo al Athletic en términos clasificatorios. Habrá que pensar que al cantar el once titular en el vestuario está haciendo hincapié en dicho mensaje, les está diciendo a sus hombres que sean valientes, que salgan sin dudas a cargar con la iniciativa, a percutir y colonizar el último tercio del campo, a procurar suministro a la gente allí ubicada y que se repartan las opciones de remate con una participación masiva, que no se deben olvidar los desdoblamientos de los laterales.
También es verdad que los cinco cambios que contempla el reglamento facilitan la búsqueda del equilibrio defensa-ataque, abren muchísimo el abanico de variantes a introducir sobre la marcha. Un exponente revelador fue lo visto ayer. Valverde acertó con los relevos, el equipo pasó a ser más estable, minimizó el peligro del Valencia y tuvo la pausa que el gol de ventaja recomendaba aplicar. Sin obviar que la tralla que el Athletic le mete a sus actuaciones aconseja refrescar filas sin esperar demasiado. Sostener el ritmo que contagia a la grada pide tener siempre a disposición combustible de alto octanaje, mente y piernas frescas. La plantilla dispone de materia prima muy válida para conseguir que no se registren altibajos en este apartado donde el Athletic puede mostrarse superior a bastantes rivales, tanto como para decantar los marcadores de su lado.
LA ACTUALIDAD
Cinco sesiones a puerta cerrada
l Hoy, jornada de descanso. La primera plantilla del Athletic se ejercitó ayer a puerta abierta en la única sesión programada con la presencia de público. Ernesto Valverde, que hoy ha dado descanso a sus jugadores, comenzará a preparar a partir de mañana la visita del lunes al Nuevo Mirandilla (20.00 horas). El entrenador de Viandar de la Vera aprovechó la habitual jornada de recuperación de los titulares ante el Valencia para mantener varias charlas con Oihan Sancet, Iker Muniain, Alex Berenguer y Mikel Vesga, entre otros rojiblancos. Está por ver si para el encuentro ante el Cádiz están disponibles Iñigo Martínez y Mikel Balenziaga, que se han perdido los dos primeros partidos de liga por lesión.
