Las tres semanas de parón de la Liga Guerreras Iberdrola fueron aprovechadas por el Zubileta Evolution Zuazo para renovar a su entrenador, Joseba Rodríguez. El técnico afrontará así su quinta temporada en el banquillo de Lasesarre, pero primero deberá lograr la salvación matemática para su equipo. Una permanencia que puede llegar hoy (16.30 horas), a falta de tres jornadas, si las fabriles consiguen puntuar en casa ante un Sant Quirze ya descendido.Tras tres semanas sin jugar, esta tarde vuelve el balonmano a Lasesarre. ¿Se les ha hecho largo?

—El parón de diciembre se hace largo porque son dos meses sin competir y este parón tan solo han sido tres semanas desde el partido ante el Gran Canaria, pero sí que se nos ha hecho eterno a todas, tanto a las jugadoras como a mí. Quizá porque es al final de la temporada y las fuerzas a nivel mental, más que a nivel físico, cada vez están más justas.

El partido es en casa ante el Sant Quirze, un rival ya descendido. ¿Cómo lo prevé?

—Complicado porque los equipos ya descendidos no quieren marcharse bajando los brazos. Quieren competir hasta el final para irse con el mayor número de victorias posibles. No van a venir desde Barcelona para nada. Sabemos que van a pelear, por eso intentaremos dominar el partido desde el principio y poner algo de ventaja en el marcador para bajarles los ánimos. Tenemos que salir al 100% sin pensar en que ellas ya están descendidas.

Es un partido de los que hay que ganar sí o sí.

—Sí porque puntuar implica nuestra salvación matemática. Es cierto que hace meses que ya no miramos hacia abajo en la tabla, sino hacia arriba. Pero la permanencia era uno de los objetivos al comienzo de temporada y está muy bien culminarlo. Ahora el objetivo es quedar entre las 8 primeras. Está muy difícil, casi en chino; pero hay que intentarlo hasta el final.

Viendo cómo comenzó la temporada, lograr la salvación matemática a falta de tres jornadas para el final sería todo un éxito, ¿no?

—Sí. Todavía no ha terminado la temporada pero yo ya la califico de sobresaliente. Por tener que configurar una plantilla nueva, porque no hemos tenido muchas bajas, pero sí importantes. Por las lesiones que tuvimos al comienzo del curso por las que tuvimos que reconvertir a gente... Han sido muchas cosas que se pusieron en contra.

¿La permanencia atada significa que están pensando ya en la próxima temporada?

—El club ya está pensando en la confección de la temporada que viene. Si tuviéramos el agua al cuello y no sabes en qué categoría vas a estar no sabes con qué jugadoras puedes contar. Así que tener la salvación casi atada te da el privilegio de poder pensar en el futuro.

El club y usted aprovecharon el parón para anunciar su renovación por un año más. ¿Fue sencillo llegar a un acuerdo?

—Ha sido sencillo, pero también es cierto que este ha sido el primer año que he tenido ofertas para marcharme. Mi entorno me animó a irme y tuve que recapacitar porque los cambios te hacen crecer profesionalmente... pero finalmente me decanté por seguir en el Zuazo porque estoy cerca de casa y tengo una cría de cinco años de la que quiero disfrutar. Además, no me arrepiento de la elección porque en el Zuazo estoy muy a gusto.

Va a cumplir cinco temporadas en el banquillo del Zuazo... ¿ha visto alguna evolución del equipo desde que llegó?

—Mucha. Parece que somos el mismo equipo, pero tan solo quedan cuatro jugadoras -Erauskin, Velasco, Sánchez y Bengoetxea- de mi primer año. Cierto es que siempre decimos que hay continuidad del grupo de una temporada a otra porque las bajas son a cuentagotas... pero el grupo ha cambiado mucho, han entrado nuevas jugadoras y, sin embargo, la gran fuerza de este equipo, siempre ha sido el grupo.

¿Y cómo ve el grupo este año?

—Hay muy buen rollo y a nivel deportivo este año es el que mejor estamos jugando desde que estoy aquí. Es el año que mejor balonmano estamos haciendo. Estamos planteando lo mismo que hace cuatro años, pero cada temporada se añaden matices... las jugadoras nuevas aportan otro tipo de variantes... Por eso, entre que las jugadoras suman y la continuidad nos permite perfeccionar los sistemas y las jugadas creo que este año es el mejor.

¿Y personalmente ve evolución como técnico?

—En todos los clubes he aprendido algo, pero el Zuazo es un equipo de alto rendimiento y eso se nota. Este club me ha hecho mejor entrenador. No he llegado aún a mi culmen, siento que todavía tengo mucho que aprender y aún me queda mucho para comprarme con los grandes; pero ahora me siento mejor entrenador que cuando llegué al Zuazo.

“El Zuazo me ha hecho mejor entrenador aunque siento que aún no he llegado a mi culmen y tengo que mejorar”

“Ganar el próximo partido supone la salvación matemática pero hace tiempo que no miramos hacia abajo, sino hacia arriba”

“La temporada aún no ha acabado, pero la califico de sobresaliente porque se pusieron muchas cosas en contra”