VALENCIA BASKET: Ouviña (16), Allen (14), Casas (9), Gil (8), Gulich (6) -cinco inicial- Segura (4), Salvadores (0), Romero (4), Carrera (7), Trahan-Davis (9).

LOINTEK GERNIKA BIZKAIA: Moore (7), Silva (10), Arrojo (8), Roundtree (6), Buch (11) -cinco inicial- Alberdi (2), Ginzo (10), Brcaninovic (3), Ariztimuño (3).

Parciales: 25-17, 41-29 (descanso), 64-52 y 77-60.

Arbitros: Albacete, Ávila y Fanés. Sin eliminadas.

El Lointek Gernika Bizkaia cerró la semana más complicada de la temporada en la Liga Endesa con una derrota que penaliza demasiado el esfuerzo que hicieron las jugadoras en la Fonteta en inferioridad de condiciones. El Valencia Basket es un serio aspirante a todo, aún no ha perdido este curso y su ritmo de juego, partiendo de una defensa muy agresiva, resulta muy complicado de seguir para cualquiera. El conjunto gernikarra lo intentó, pero las bajas y los problemas físicos de alguna de las jugadoras disponibles pesaron demasiado en el último cuarto en el que tuvo opciones de reengancharse al partido, pero el desacierto de siete minutos sin anotar provocó una derrota demasiado abultada.

En el primer cuarto los dos equipos no especularon, pese al desgaste que habían sufrido el jueves en la Eurocup. En un duelo sin ataduras, reinó Cristina Ouviña, que probablemente ahora mismo es la mejor base de Europa. La base del Valencia Basket resolvió los apuros iniciales de su equipo ante la defensa del Lointek Gernika y después alimentó a sus compañeras, que tienen recursos para anotar desde cualquier sitio, hasta acabar el choque con diez asistencias. Aún así, las vizcainas estaban en el partido llegando al final del primer cuarto, pero las pérdidas empezaron a lastrarlas porque generaron muchos puntos fáciles de su rival.

El Valencia firmó un parcial de 7-0 y abrió una ventaja que se hizo pesada de arrastrar. El Lointek Gernika expuso sus argumentos, con buenos porcentajes de tiro, y se colocó a dos puntos (27-25) lanzado por una incisiva Rosó Buch. De nuevo, Ouviña dinamizó el juego de su equipo que antes del descanso dio el estirón definitivo al castigar cada error de las visitantes, que sufrían para encontrar debilidades en la dura defensa de las de Rubén Burgos.

En la segunda mitad, tres triples consecutivos de Rebecca Allen cortaron un intento de reacción del Lointek Gernika, que llegó a colocarse a nueve puntos (45-36), pero a partir de ahí hizo la goma sin dejar de buscarle los resquicios a una estructura muy sólida, que cada vez que tenía problemas tiraba de sus referentes. Mario López, en cambio, hizo lo que pudo para salvaguardar el físico de sus jugadoras, lo que condicionó la parte final del partido. Y es que el miércoles toca partido de Eurocup de nuevo. Buch fue reservada por precaución y el Lointek Gernika tuvo que afrontar el último cuarto con un quinteto atípico, con Belén Arrojo de dos y Melisa Brcaninovic de tres. Lógicamente, los problemas en ataque se manifestaron por la falta de hábito y porque solo estaba Roselis Silva como manejadora del balón.

El conjunto gernikarra, al que no le faltó deseo, tuvo sus opciones en casi cuatro minutos en los que nadie anotó, pero no las aprovechó por falta de confianza y acierto y el paso de los minutos agrandó la herida, que llegó a ser de más de veinte puntos (73-52). Una canasta de Marta Alberdi pasados siete minutos rompió la sequía, aunque el tramo final no evitó una derrota excesiva que deja al Lointek Gernika Bizkaia, penalizado por el calendario, con balance negativo y obligado a no fallar en casa para encarrilar el pase a la Copa.