REAL MADRID: Courtois; Odriozola, Militao, Varane (Min. 46, Nacho), Marcelo (Min. 64, Miguel Gutiérrez); Casemiro, Antonio Blanco, Marco Asensio (Min. 83, Arribas); Hazard, Vinicius (Min. 64, Rodrygo) y Benzema.

OSASUNA: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez; Roberto Torres (Min. 81, Kike Barja), Lucas Torró (Min. 84, Jony), Moncayola, Javi Martínez (Min. 64, Brasanac); Rubén García (Min. 81, Adrián) y Chimy Ávila (Min. 64, Budimir).

Goles: 1-0: Min. 76; Militao. 2-0: Min. 80; Casemiro.

Árbitro: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó a Javi Martínez y Oier Sansurjo, de Osasuna.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Alfredo Di Stéfano a puerta cerrada.

- La potencia en el remate de Militao, que rompió la igualdad de un encuentro que se atascaba para el Real Madrid ante Osasuna, sostiene al equipo de Zinedine Zidane en el pulso por la liga, tras un trabajado triunfo por 2-0 que cerró Casemiro antes de encarar la final europea ante el Chelsea. Salvador Militao. En su cuarto intento. Aportando más remate que una delantera que se fue sin gol el día que Zidane juntó a cuatro atacantes. Tras dos paradas salvadoras de Sergio Herrera, a catorce minutos del final, el central brasileño puso luz a un Madrid que se iba ensombreciendo. Con rotaciones y descanso para Kroos y Modric. Tirando de cantera y con un papel decisivo de Rodrygo.

El sentimiento de libertad que posee Osasuna, por los méritos de su segunda vuelta de campeonato, le impulsaron a presentar un planteamiento valiente. De esos que van como anillo al dedo de un Real Madrid que disfruta en la transición. Las rotaciones de Zidane aumentaron la presencia ofensiva con cuatro delanteros en el once. La irrupción de un Eden Hazard afinado.

Construyó un muro Herrera, que voló para sacar el remate con bote en el césped de Hazard y dos testarazos potentes de Militao. Le quedó claro al Madrid que tendría que trabajar el triunfo. Osasuna se fue fortificando en defensa según reculó metros en el segundo acto, juntó líneas y apostó ya al contragolpe como arma. Así evitó oleadas de ocasiones del rival y encontró la suya con Moncayola con un remate seco a Courtois tras correr en superioridad.

Fue la única porque se centró en defender y generar un cortocircuito en el juego de un Madrid que perdió finura. Sin espacios, el éxito pasaba a depender de una acción individual. Militao era el más insistente buscando el gol. Lo acarició con una preciosa volea antes del atasco blanco. Zidane recurría a Rodrygo y se jugaba la Liga con Blanco y Miguel Gutiérrez en el campo. El brasileño respondió de maravilla.

Su entrada fue clave. Aportó descaro y desequilibrio. Cambió la dinámica de un partido que nuevamente iba camino del empate sin goles, como ocurrió ante el Getafe y Betis en oportunidades perdidas de asaltar el liderato. Pero no podía ser otro el salvador. Se lo ganó a pulso Militao. En esta ocasión a córner de Isco y con un cabezazo inalcanzable para Herrera a los 76 minutos.

En cuatro minutos cerró el partido el Real Madrid. Casemiro, metiéndose en medio de un pase de Benzema a Odriozola, cambió la dirección del balón y marcó la sentencia. Los de Zidane no eligieron torneo, siguen firmes a por el título liguero y afrontan el gran desafío de la Champions.