El francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) consiguió su primera victoria en la categoría de MotoGP al vencer el Gran Premio de España que se disputó en el circuito Ángel Nieto de Jerez de la Frontera en el que Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) se vio obligado a realizar una épica remontada que acabó a pocas vueltas del final con una fuerte caída.

Márquez se llegó a colocar líder pero todavía con los neumáticos muy nuevos y mucho peso en el depósito de combustible, el piloto de Repsol Honda salvó una primera caída, remontó hasta pelear por la segunda plaza con Maverick Viñales y acabó por los suelos dañándose el brazo derecho.

Ya antes de comenzar la carrera se produjeron dos bajas, una conocida, la del español Alex Rins (Suzuki GSX-RR) que sufrió una caída durante los entrenamientos en la que sufrió una fractura-luxación del hombro derecho que le impidió continuar en el Gran Premio de España de MotoGP, mientras que el británico Cal Crutchlow (Honda RC 213 V) lo fue durante los entrenamientos libres matinales del domingo.

Crutchlow se fue por los suelos de manera muy brusca y en la caída se produjo una fuerte contusión cervical que aconsejó descanso al piloto de la escudería de Lucio Cecchinello (LCR), en la que el próximo año ocupará su lugar Alex Márquez.

Justo en los instantes previos a la salida y en la misma parrilla de salida, se procedió a guardar un minuto de silencio por todas las víctimas del coronavirus en el mundo con una inmensa leyenda "#RacingforThem" en el centro de la pista.

Con las temperaturas en aumento, sobre todo en el asfalto, la elección de los neumáticos podía ser determinante para las aspiraciones de los principales candidatos a la victoria, si bien la inmensa mayoría optó por el compuesto duro delante y el blando detrás, salvo Maverick Viñales y Valentino Rossi, los pilotos oficiales de Yamaha, que eligieron el neumático delantero blando.

"El Diablo" había conseguido el mejor tiempo de entrenamientos, como ya hiciera el año pasado, y cuando el semáforo rojo se apagó el francés no pudo impedir que Viñales se pusiese al frente de la carrera, perseguido por Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) y el italiano Francesco Bagnaia (Ducati Desmosedici GP20), intentando hacer lo propio, aunque quien lo consiguió en apenas unas curvas fue su compañero de equipo, el australiano Jack Miller.

Maverick Viñales hizo lo que tenía que hacer, salir primero para intentar mantener el ritmo y frenar así a Marc Márquez, pero el piloto de Repsol Honda se pegó a él como una lapa y ambos comenzaron a tirar con los dos pilotos de la escudería Pramac, Miller y Bagnaia tras ellos, con Quartararo ya en la quinta posición, por delante del italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP20) y Pol Espargaró (KTM RC 16).

Caída de Márquez

El español Joan Mir fue la primera víctima del ritmo de carrera, al caer en la tercera vuelta, como también Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), en la que Viñales y Márquez se enzarzaron en un duelo de adelantamientos que acabó cayendo del lado del campeón del mundo.

El golpe de efecto llegó en la quinta vuelta, cuando Marc Márquez salvó de una manera espectacular una caída en la curva cuatro que le obligó a salirse a toda velocidad a la grava aunque consiguió controlar la moto y regresar al asfalto en la decimosexta posición a ocho segundos de la cabeza, desde donde volvió a atacar para intentar recuperar todo el terreno perdido.

Viñales se quedó "sólo" en cabeza, con una ventaja de medio segundo sobre Jack Miller y Fabio Quartararo, que vio su oportunidad de irse a por la victoria tras la caída de Márquez y por ello superó al australiano en la curva de final de recta para intentar evitar que se escapase irremisiblemente el español.

En la séptima vuelta Fabio Quartararo ya estaba "enganchado" a Maverick Viñales y llevaba pegado a su estela a Jack Miller, todos ellos ya con una cierta ventaja sobre sus perseguidores, mientras que Marc Márquez era ya undécimo y rodaba un segundo más rápido que la cabeza de carrera.

Una más tarde Maverick Viñales se pasó de frenada, muy colado, en la curva de entrada a meta, y se vio superado tanto por Quartararo como por Miller, y mucho más cerca atravesaron la recta de meta tanto Francesco Bagnaia como Andrea Dovizioso, Pol Espargaró y Franco Morbidelli algo más atrás. Marc Márquez era décimo.

La elección del neumático delantero empezó a mostrarse como desacertada para Viñales, que no podía aguantar el ritmo de carrera y con Márquez protagonizando vueltas rápidas de carrera que en la decimotercera vuelta le hicieron ascender hasta la octava posición tras superar primero al portugués Miguel Oliveira (KTM RC 16) y al italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1).

Quartararo se consolidó en la primera posición, con Miller cómodo en la segunda, Viñales en la tercera, y Dovizioso aguantando como podía los ataques de Pol Espargaró, con Bagnaia y Morbidelli intentado frenar a un Marc Márquez que venía totalmente desmelenado y que en la vuelta dieciséis ya era sexto y dispuesto a cazar a Dovizioso y Espargaró, que peleaban por la cuarta posición.

A siete vueltas del final el piloto de Repsol Honda superó primero a Pol Espargaró y se "enganchó" a Dovizioso, al que superó en la última curva para atravesar la línea de meta en cuarta posición y comenzar la caza de Miller y Viñales.

No tardó mucho Márquez en adelantar a Miller, que en una ocasión le devolvió el adelantamiento, pero el de Repsol Honda no se dio por vencido y enseguida volvió a superarlo para irse a por Maverick Viñales, que era segundo en la carrera con Quartararo ya muy destacado y prácticamente inalcanzable salvo que cometiese algún error, que no se produjo.

Quien sí cometió un segundo error fue Marc Márquez cuando estaba ya tras el rebufo de Viñales, pues se volvió a caer en la curva de Mick Doohan, sin posibilidad de continuar y con claros síntomas de haberse hecho algo de daño en el brazo derecho.

La victoria de Fabio Quartararo fue inapelable, seguido por Maverick Viñales y Andrea Dovizioso, por delante de Jack Miller, Franco Morbidelli y Pol Espargaró.

Alex Márquez (Repsol Honda RC 213 V) en su primera carrera en MotoGP fue duodécimo, con Tito Rabat (Ducati Desmosedici GP19), decimocuarto