bilbao - El Dakar empieza en una semana y Txomin Arana ya está preparado para partir. El piloto de Ereño pondrá rumbo a Sudamérica con el año nuevo y en la maleta lleva una buena dosis de ilusión y ganas. Pero en su cabeza no solo hay motivación, también alguna duda. Su grave lesión de espalda le dejó sin competir durante más de un año y le obligó a perderse la última edición de la prueba. La incertidumbre es alta, pero Arana tiene claro que luchará en cada etapa por volver a llamar la atención como en años anteriores.
El Dakar está a la vuelta de la esquina, ¿cómo se encuentra en estos momentos?
-Un poco nervioso sí que estoy. No me encuentro al cien por cien, como hace dos años, pero estoy bastante motivado y con ganas de ir. Nunca faltan ganas para ir a un Dakar. Además ya me encuentro bastante cómodo encima de la moto.
¿Haber estado tanto tiempo lesionado le hace aumentar esos nervios?
-Sí, porque al final no sé dónde voy a estar más o menos. Tampoco me voy a presionar tanto como hace dos años, que quería hacerlo muy bien. Este año el objetivo será terminar. Intentaré acabar lo más adelante posible, pero habrá que ir con un poco de calma.
¿Se ha fijado algún puesto en la clasificación general?
-El objetivo es terminar, pero si estamos entre los treinta primeros va a ser perfecto. Será difícil con todos los pilotos que hay y las pepinos de moto que llevan, pero creo que sí que estaremos ahí para pelear por colarnos entre los treinta primeros. Será complicado y hay que aguantar todos los días.
¿Y con que sueña?
-El sueño sería estar entre los diez primeros, pero este año es dificilísimo. Las motos que han sacado KTM y otras marcas oficiales son muy superiores a las nuestras. Hay muchos pilotos oficiales, cerca de 30 o 40 y a ver dónde entramos, con quién luchamos. Hasta llegar ahí no lo sabremos.
¿Se siente preparado físicamente?
-Después de una lesión cuesta siempre empezar y luego avanzar. Llegar hasta donde has estado cuesta. Pero creo que ya me encuentro bastante bien para estar en el Dakar y luego habrá que ir día a día.
Después de todo lo vivido, ¿cómo se motiva para ir al Dakar a sufrir?
-Lo que me motiva es haber pensando que no iba a volver a montar en moto y llegar a montar, incluso ser bastante competitivo, que lo he sido durante el año. Ahora, llegar al Dakar y terminarlo es lo que me motiva.
¿Cómo ha sido el proceso de recuperación de su grave lesión?
-Ha habido momentos bastante difíciles e incluso pensé en dejar la moto. Después de la lesión la mente fue clave. Ya cuando empecé a recuperarme, solo pensaba en montar en moto. Luego, llegó la otra operación al de un año para quitarme los hierros de la espalda y fue cuando me dieron el alta para pilotar. A partir de ahí todo ha sido para adelante. Quedaban nueve meses para el Dakar y pensaba que me daría tiempo a estar al cien por cien, pero cuesta recuperarse. Aunque ya me encuentro bastante bien, así que para adelante.
¿Qué le ayudó en esos duros momentos?
-Iba a cada carrera de este año con la intención de terminar, eran de seis o siete días y entrenando no hacía tanto. Terminar esas carreras me ha ayudado mucho. La mente se tranquilizaba. Llegaba otra carrera, terminaba y lo hacía bien, cada vez me motivaba más, cada carrera ha sido un paso.
¿Siente que lo vivido le puede ayudar a afrontar el Dakar?
-También. Creo que en el Dakar la mente es la clave y saber que puedes conseguirlo te ayuda mucho.
¿Cuál es la moto con la que competirá?
-Iremos con la Husqvarna de hace dos años. No es mala moto, pero tanto Husqvarna como KTM han evolucionado mucho y son muy superiores. Pesan menos, corren más, son más seguras y más manejables. Será muy difícil competir contra ellos. Nosotros estaremos al fallo, estar detrás y esperar a que fallen para pasarles.
Al ver las motos contra las que compite, ¿no se siente con menos posibilidades que los demás?
-Sí que me siento un poco inferior, pero estoy con ellos en la misma carrera y tenemos que hacerlo lo mejor posible. A veces me pasa por la cabeza qué pasaría si tuviera una moto mejor, pero igual la tengo y lo hago peor. Al final, hay que conformarse con lo que hay.
La novedad de este año será que competirá con un equipo.
-Vamos con un equipo holandés. Al margen de los oficiales, es el que mejor pinta tiene. La ventaja que tenemos es que estaremos cerca de los oficiales y el ojo se va más fácil ahí. Además, para el mecánico todo será más fácil porque tendrá los recambios más cerca. No como antes que teníamos que ir hasta el otro lado del campamento.
¿Habrá ordenes de equipo?
-No, todos somos como yo, alquilamos la plaza y vamos por nuestra cuenta. Si veo a alguien con la moto rota, no le ayudaría y él tampoco me ayudaría a mí. Corremos con nuestro dinero y nadie dos regala nadie ni debemos nada a nadie. Solo en caso de accidente paríamos, pero eso con cualquier piloto. Es ley del Dakar.
¿Ha mirado el recorrido?
-Será una carrera dura. Los primeros días serán de arena, con un ochenta por ciento de dunas como dice Marc Coma. Habrá que pasar esos días con bastante calma. Lo difícil de la carrera vendrá en la segunda semana. Habrá mucho calor, arena blanda, dos etapas maratón? creo que la clave de la carrera estará ahí.
Marc Coma llegó al Dakar como director deportivo en la pasada edición y usted no estuvo. ¿Espera encontrarse una prueba diferente a las que vivió?
-Creo que sí. Los way points nuevos que pusieron no los he hecho. Los hice en Marruecos, pero en el Dakar serán más difíciles. Será un Dakar de navegación, de dificultad y no tanto de ir rápido como otros años.
Un Dakar donde la navegación sea más importante que la velocidad le puede ayudar.
-Puede que sí, pero también nos puede perjudicar porque si me pierdo mucho, será muy difícil recuperar el tiempo. Hay que ir con mucha calma, concentrados y tratar de mantener un buen ritmo.
Habla que mantener la calma, ¿pero será capaz de hacerlo una vez esté en carrera?
-Está claro que en casa se dice fácil lo de mantener la calma, pero cuando esté ahí voy a tirar a tope. Somos así. Todos los pilotos tiramos al máximo, pero intentaré calmarme en esos momentos en los que sienta ese fuego.
Defina ese fuego.
-Tiramos a tope. Según nos dan la salida y nos vemos confiados de por donde vamos a ir, vamos a fondo. Sin embargo, tampoco hay que confiarse mucho porque si te pasas un poco ya no sabes ni dónde estás. Hay que asegurar mucho el camino y tirar cuando se vea muy claro todo acelerar. Dar gas, pero con calma.
¿Cómo ha cambiado Txomin Arana desde su primer Dakar?
-He mejorado mucho. El tercer Dakar mejoré muchísimo. El segundo iba bien y el resultado fue buenísimo, pero en el tercero di un paso más, iba súper fuerte y pilotaba muy bien, los puestos en las etapas ya lo decían. Este año no creo que vaya tan rápido, pero intentaremos estar ahí.
Le ayudará todo lo vivido para afrontar la carrera.
-Dicen que la experiencia en el Dakar es un grado y es verdad. Aprendes a plantear cada etapa, cada semana? la mentalidad es diferente. Ya sabemos como preparar todo y eso vale mucho.
En el horizonte estará llamar la atención de algún equipo oficial.
-Para dejarse ver hay que hacerlo muy bien. Sin embargo hace dos años ya me dejé ver y no ha cambiado nada. Este año es más difícil que salgan bien las cosas pero lo intentaremos. En una carrera tan larga puede pasar de todo.
¿Considera este Dakar uno de los más importantes de su carrera?
-Puede ser. Este Dakar puede ser clave en mi carrera.