EN Gernika se están acostumbrando a hacer historia. Cada año, cuando parece que han alcanzado su tope, vuelven a dar otro paso más en su continuo esfuerzo de hacer historia dentro del baloncesto vizcaino. En el polideportivo de Maloste luce orgulloso el mural de la gesta del ascenso logrado en 2014. Aquellos partidos en Logroño todavía son recordados con claridad por la hinchada gernikarra. Pero desde entonces, no ha habido tiempo en el que las épocas pasadas fueran añoradas. Temporada a temporada, regalando momentos mágicos en la Liga Femenina y esté curso ha llegado otro premio más al ser el primer equipo de Bizkaia en clasificarse para la competición copera. Además, lo hacen con un equipo reconocible para la gente de la casa. El éxito no ha borrado la identidad del club de la Villa Foral y su apuesta por la gente de la casa se ha mantenido vigente. Cinco vizcainas estarán luchando por el título en Girona: Yaiza Lázaro (1994, Bilbao), Itziar Ariztimuño (1998, Bilbao), Izaskun García (1992, Muxika), Ane Olaeta (1999, Gernika) y Gracia Alonso de Armiño (1992, Bilbao).
El Lointek Gernika es el equipo debutante en la competición. Perfumerías Avenida o Girona son los principales candidatos, sin embargo, las vizcainas no se asustan y el único objetivo que tienen entre ceja y ceja es la victoria. “Es la primera vez que vamos a vivir una Copa, el club y yo personalmente. Queremos sacar lo mejor de ello y vivir la experiencia, pero también vamos a ir a tope a ganar. Estamos con mucha motivación y esperando a hacer historia”, reconoce Alonso de Armiño. No ser las favoritas no es impedimento para las jugadoras del conjunto gernikarra. A tres partidos todo es posible y ya han demostrado que pueden ganar a las plantillas más poderosas de la competición. “Mario López la va a preparar muy bien. Hay muy buenos equipos y siempre hay favoritos, como Salamanca o Girona, pero se ha visto que podemos competir contra cualquiera y vamos a ir a ganar la Copa”, añade García.
Levantar el título es el principal objetivo de las vizcainas, su ambición no les permite otra cosa que luchar por la victoria. Aun así, este reto era algo impensable hace no tanto tiempo. “Llegué a Gernika cuando todavía estábamos en Liga Femenina 2 y en estos cinco años he vivido momentos buenos. Pero jugar la Copa es algo que no esperaba y me hace muchísima ilusión”, comenta Lázaro, que tuvo que marcharse con 14 años para intentar dedicarse al baloncesto profesionalmente y como al igual que dicen sus compañera pensaba que “para jugar en la Liga Femenina tendría que ser en un equipo de fuera”. Esta posibilidad era mucho más remota para Ariztimuño. La base bilbaina jugaba la temporada pasada en Loyola Indautxu y su mayor reto hasta el momento era el Campeonato de España Juvenil. Un año más tarde ha llegado el gran salto. “Veía la competición y a las selecciones por la tele y ahora para mí es muy fuerte estar jugando contra estas jugadoras. La temporada pasada ni me hubiera imaginado estar aquí”, afirma Ariztimuño.
La Copa es un gran hito para estas cinco vizcainas. Cada una ha llegado de una manera diferente. Marchándose fuera de casa para progresar como Lázaro o Alonso de Armiño, destacando en otros clubes vizcainos como Ariztimuño o dando el salto desde la cantera como Olaeta. Sin embargo, para García es un caso especial. Ella ha crecido al mismo tiempo que el club y ha visto como aquel equipo de nacional se convertía en una referencia a nivel estatal. “Mi único tope cuando era junior era jugar en el Nacional y entrenar con los chicos del Nacional. Cuando fuimos ascendiendo sí que nos pusimos metas más altas, pero nunca hubiera soñado jugar una Copa o ganar a Perfu”, explica la muxikarra, que cuenta lo que es significa haber crecido en la cantera: “Tiene sus pros y sus contras. Pero estoy en casa, Mario me conoce desde los nueve años, la gente del club es como mi familia y sé que el apoyo que tengo aquí no lo voy a tener fuera”.
Ese camino aspira a seguir Olaeta. La gernikarra ya debutó la temporada pasada en Liga Femenina con 16 años, pero todavía trabaja en el junior. Ahora, el esfuerzo ha traído su recompensa y vuelve a subir con el primer equipo. “Estoy muy ilusionada y agradecida por esta oportunidad. No me la esperaba y va a ser una experiencia inolvidable”, relata Olaeta, que reconoce que es un “honor” jugar junto a sus referentes. Otra vez en el primer equipo. Otra vez aspirando a cumplir un sueño inimaginable para el baloncesto vizcaino hace no tanto tiempo.