EL Pagasarri se erige en Bilbao como testigo de su historia. Inmutable ha observado el progreso de la capital vizcaina, la ha visto crecer, madurar pasando por diferentes épocas muy diferentes para la villa. Silencioso pero siempre presente, llegando incluso a ser una ayuda muy importante para los ciudadanos del principio del siglo XX. Ahora, el Pagasarri es uno de los montes bilbainos por excelencia y su peregrinaje anual se ha convertido en una tradición asentada desde hace 26 años. Miles de personas realizan la subida al Pagasarri en estas fechas prenavideñas y uno de los culpables de ello es Juanjo San Sebastián. Un enamorado del monte y que ayer mostró en el Mendifilm una pequeña parte de la historia de esta cima en un documental de diez minutos de duración.
Juanjo San Sebastián ha querido mostrar a los espectadores del Mendifilm algunos detalles sobre el origen de la subida al Pagasarri. “El motivo de haber hecho el vídeo es que este año celebramos la XVI edición de la Marcha BBK al Pagasarri y como se han dado unos cambios, hemos querido mostrar las principales razones que nos llevaron hace 26 años a hacer esta iniciativa. Se cuenta un poco mi relación con el Pagasarri y un extracto minimísimo de la importancia del Pagasarri para Bilbao”, cuenta el alpinista bilbaino. Este proyecto ha conseguido que el monte bilbaino conviva durante estos días con cimas emblemáticas de todo el mundo durante las películas que se mostrarán en este festival que cuenta con el patrocinio de DEIA y es una oportunidad de oro para mostrar su verdadera importancia: “Estar embutido en el Mendifilm Festival me parece todo un lujo. Es un evento de mucha categoría y además del documental, la subida coincidirá con el final del festival, como viene siendo habitual en los últimos años”.
Este documental es un pequeño aporte a la historia del monte bilbaino. El Pagasarri siempre ha estado ahí y mucha gente desconoce la verdadera importancia que ha tenido para la capital vizcaina, algo que revindica el propio San Sebastián: “La historia del Pagasarri es la historia de Bilbao y algo universal, la historia común de cualquier ciudad industrializada de Europa. El desarrollo industrial furibundo provocó unas condiciones de insalubridad enormes. Dentro de ello se juntó gente que tenía una clara vocación de servicio público para cuidar al colectivo”. Debido a ello, para llevar la gente al monte e instaurar hábitos saludables en la población nació la Copa Pagasarri en 1912 y se instauró un germen que hizo crecer el deporte en todo Bizkaia.
San Sebastián es ahora uno de los herederos de esos pioneros que trajeron la montaña a la población bilbaina. “En mi opinión, todo lo que tiene que ver con el alpinismo en Euskadi es gracias a esos hombres que iniciaron esto y me siento muy afortunado por haberme aprovechado del legado que todas aquellas gentes dejaron para el deporte”, afirma. Sin embargo, la relación del alpinista bilbaino con el Pagasarri comenzó mucho antes de empezar a organizar la subida. “Al Pagasarri le he querido mucho desde que soy niño y me he enamorado de él cuando fui consciente de toda la historia que tiene”, declara San Sebastián, que al igual que muchos bilbainos “no me acuerdo de la primera vez que subí”. Ese fue el origen y ahí comenzó una vocación que le llevo a subir a algunas de las cotas más importantes del Himalaya, aunque a pesar de haber conocido paisajes increíbles no pierde ese amor por el Pagasarri: “Si no hubiera subido a esas montañas no me habrían llamado para hacer esta iniciativa y sin el Pagasarri, no hubiera podido ir al Himalaya”.
LA SUBIDA Por otra parte, la subida al Pagasarri volverá a ser el punto final del Mendifilm. Este año se celebra el día 18 de este mes y viene con muchas novedades. La primera de ellas y más importante, será que la salida tendrá lugar en la Sala BBK. Luego, el precio de la inscripción ha bajado a los tres euros y por cada persona apuntada se plantará un árbol autóctono en un terreno que tiene la fundación Lurgaia en las inmediaciones de Gernika y Muxika. El recorrido irá por la Fuente de la Teja y pasará por el Ganeta para subir al Pagasarri. “Desde aquí se pueden ver algunas de las mejores vistas que ofrece el monte”, afirma San Sebastián, que este año observará con envidia cómo las cerca de diez mil personas realizan la travesía ya que él, por segunda vez en estos 26 años, no podrá subir andando con el resto de los participantes.