bilbao - El Bilbao Basket quiere impulsar desde esta próxima temporada el trabajo con la cantera y busca la manera de darle forma, al menos en sus etapas iniciales. Aquel proyecto Gureak gurekin que se presentó hace un par de años ha quedado aparcado por falta de financiación y es que era una idea de máximos, que necesitaba para su puesta en marcha unas condiciones a las que el club ahora mismo no puede acceder. El plan era demasiado ambicioso y lo que se pretende en este momento es ir paso a paso porque el Bilbao Basket no abandona la idea de disponer en el futuro de más jugadores formados en su propia cantera.

En las conversaciones mantenidas con Sito Alonso cuando este aún no había decidido abandonar Bilbao, la primera idea que se puso sobre la mesa fue la de crear un equipo infantil que sirviera como germen de esa filosofía que el Bilbao Basket querría implantar en sus jugadores. El nuevo formato de la Minicopa, que ya no se reduce solo a los ocho participantes en el torneo mayor, abre el escaparate a los chavales de esa categoría en una fase previa. En los últimos años, el Bilbao Basket ha tirado de la selección vizcaina de esa edad, a la que los jugadores han llegado después de un trabajo anterior con la Federación Vizcaina, tanto en las selecciones correspondientes como en la tecnificación.

Las dudas de los responsables del club radican en si conviene contar con un equipo propio desde el principio de la temporada o si es preferible ofrecer más horas de entrenamiento y de más calidad, con entrenadores tutelados y dirigidos por el Bilbao Basket, a esos jugadores que, al fin y al cabo, vestirán la camiseta negra en el torneo de febrero y que compiten, normalmente, en inferioridad de condiciones ante rivales que cuentan con equipos rodados durante todo el año.

En el fondo, no se quiere repetir la experiencia del Caja Bilbao, que al captar en su día para su cantera a los mejores de Bizkaia provocó el rechazo del resto de los clubes, que después se nutrieron y se aprovecharon de esa trabajo cuando el club desapareció a mediados de los 90. Ahora el Bilbao Basket busca la manera de conciliar los distintos intereses, sabiendo que el baloncesto vizcaino cuenta con el Zornotza en la LEB2 y el Santurtzi en la EBA para dar salida en escalera a los mejores proyectos, y se muestra abierto a recibir opiniones y propuestas de los diferentes actores sobre la mejor manera de organizar el trabajo de formación y evitar que los jugadores de mayor proyección se sigan marchando hacia otros destinos en los que les ofrecen algo que podrían tener en casa.

La llegada al banquillo de Carles Duran, al que obviamente se le hará partícipe de estas intenciones, tiene que ver también con el deseo de contar con una voz autorizada en el proceso formativo. No en vano, el nuevo entrenador acumula mucha experiencia por su larga etapa en el Joventut y el CB Prat y en la selección española. De hecho, Duran dirigía al conjunto catalán cuando hace tres temporadas se midió al Zornotza en el play-off de ascenso de la LEB2. La relación entre los dos clubes se va a mantener y es deseo del Bilbao Basket que también se pueda extender al Santurtzi, que ya contó con jugadores vinculados del equipo ACB durante unos años, tanto en la EBA como en la LEB2.

Los problemas que han puesto en peligro la presencia del Zornotza en la categoría en la que ha estado las últimas tres campañas han alertado sobre la necesidad de alcanzar acuerdos que no dependan de las coyunturas económicas de unos y otros. Lo que está claro es que no es momento de proyectos gigantescos e inviables, sino de dar pasos más seguros, también en el trabajo de cantera.