BILBAO - “Aquí hay que estar preparado para todo”, manifiesta Álvaro Untoria. En el exterior de su armazón potente de zaguero se extiende el Labrit de Iruñea. Hogar de bombarderos. Cuna de José Javier Zabaleta. Quizás sea La Bombonera el templo en el que mejor se encuentra el zaguero de Etxarren. Es un pelotari especial: un pegador de cuerpo delgado y fibroso que le suelta a la pelota con las dos manos porque tiene un algo distinto, nervio, chispa. Polvo de estrellas. El pelotazo a medio frontis se convierte en un tráiler que atropella, casi imposible de controlar. Zabaleta genera descontrol, desconcierto. Zabaleta es pánico, velocidad y dudas. Es bombardeo. Y Untoria, un manista con una izquierda exquisita, ha mejorado prestaciones con la derecha, sobre todo cuando la pelota lima las tablas, pero continúa siendo más de trabajo que de explosión. Más estibador que dinamitero. “Optarán por atacarme a mí para que Ezkurdia coja pelota. Es su táctica. Intentaré aguantar todo lo que pueda y además gozar para que Oinatz enrede”, puntualiza el guardaespaldas de Nájera. Es su destino: sufrir. No obstante, en su primera actuación en la liguilla de semifinales, Untoria estuvo notable ante un zaguero que, en teoría, tenía que haberle puesto las cosas realmente complicadas, Aitor Zubieta. Le superó y, de ahí, salió en gran medida el primer triunfo del dueto en la antesala de la final.
El retrovisor aún asusta un poco a Oinatz Bengoetxea, con quien comparte gerriko el guardaespaldas riojano. El mayor borrón sufrido durante el campeonato por el mejor delantero del Parejas fue provocado por los de Sakana. Por un asedio continuado a Andoni Aretxabaleta. Fue en la sexta jornada, sobrepasado el ecuador de enero. 7-22. Inapelable. Oinatz no pudo exprimir su colmillo, sobrepasado. Tarde de tortícolis. “Es una buena oportunidad. Veo el partido muy complicado. Todos sabemos el potencial que tienen y este frontón les va como anillo al dedo”, concreta el puntillero de Leitza. Joseba Ezkurdia y José Javier Zabaleta han disputado dos encuentros en lo que va de Parejas en el frontón iruindarra y en ambos han arrasado. A Aimar Olaizola y Mikel Beroiz les dejaron en once. Sin opciones. Sin salida.
“Es un frontón muy noble y ellos aquí juegan muy cómodos. Sobre todo Zabaleta. Hacerle frente es complicado cuando se encuentra cómodo. En la liguilla jugamos aquí y nos dieron una gran vapuleada”, recuerda el manista de Leitza, quien agrega que “nosotros estamos con juego. Nos están saliendo bien las cosas. Es un buen momento. Esperamos reiterarlo el sábado. Este frontón es corto y esperamos que no tengan a Álvaro muy lejos del frontis”. Además, señala el pelotari veterano de los que se miden en el Labrit de Iruñea el sábado que “su primer partido fue bueno y se les vio centrados. Todos sabemos qué potencial tienen. Si juegan bien, le dan mucha velocidad a la pelota. Es complicado jugarles, porque te dominan”. Y si dominan...
Para empezar, la cátedra les coloca ya como favoritos al triunfo sobre el verde iruindarra. 100 a 70 saldrán las apuestas sobre las tablas del Labrit a favor de Ezkurdia y Zabaleta. “El favoritismo no me influye”, argumenta Bengoetxea VI. Lo que sí tendrá importancia en un envite crucial, que puede determinar a uno de los finalistas del Parejas, es una de las pelotas: “Hay alguna un poco viva para este frontón. Salvando esa, el material es correcto”, explica Oinatz sobre el lote de sus contrincantes. Además, como anécdota, en la liturgia con los cueros de ayer, el binomio de Asegarce se decantó por dos pelotas de la operadora rival. Cuestión de gustos. Bengoetxea VI-Untoria se decantaron por un material de 105,7, 106,4 y 105,6 gramos, mientras que Ezkurdia-Zabaleta se tiraron por otro de 105,9, 105,2 y 105,9. El voleísta de Arbizu, además, confesó su táctica, el desembarco, el bombardeo: “Tenemos un partido muy difícil. Bengoetxea está acertando en ataque y Untoria cubre mucha cancha. Nosotros tendremos que imprimir velocidad al juego para romper su dominio”, declaró. Untoria tiene tiempo para tomar nota de las instrucciones.