bilbao - “Dentro de lo malo, he tenido suerte”, dice Efrén Vázquez sobre su percance en la primera jornada de entrenamientos oficiales de 2015, en la que se fracturó el escafoides del pie derecho. Caída sucedida el martes de la semana pasada que, además, le dejó una factura de tres quemaduras en el tobillo, los ligamentos del peroneo astragalino y calcáneo dañados, así como también el tendón de Aquiles. El contratiempo ocurrió en la Curva 10 del circuito Ricardo Tormo de Cheste, donde en 2009, en la segunda jornada de entrenamientos de la pretemporada del aquel año, padeció una desdicha similar. “Al igual que entonces, se me quedó el pie enganchado a la moto”, comenta el de Rekalde, refiriéndose a una lesión grabada sobre secuelas de la anterior, para mayor agravante. “Podía haber sido mucho peor”, recalca. A pesar de que apenas ha transcurrido tiempo desde el infortunio en el que fue el amanecer de la pretemporada, ayer emprendió el viaje, con su padre al volante del coche, a Jerez, donde hoy comenzará la segunda ronda de puesta a punto de cara al Campeonato del Mundo de Moto3, que arranca el próximo 29 de marzo con el Gran Premio de Catar.

“No sé si me subiré a la moto”, declaraba, “pero es donde quiero estar”. “Si fuera una carrera, lo haría, pero debemos ver la evolución. De lo que se trata es de avanzar en lo que podamos, ya sea en puesta a punto o en las relaciones con los componentes del equipo. En cualquier caso, si subirme es perjudicial, no lo haremos”, añade. “Busco obtener beneficios sin repercusión física. En este sentido, a ver cómo me encuentro y valoraremos si rodar o no”, solapa, antes de dar inicio a una segunda ronda de entrenamientos que se prolongará durante tres días en el trazado jerezano. “Lo que tengo claro es que estando en el circuito, mi cabeza está centrada en las carreras. Si estoy en casa, seguro que no monto en la moto y le doy más vueltas a las lesiones”, argumenta.

Aunque es evidente que el contratiempo es perjudicial, su lectura es optimista acerca del esperanzador porvenir. “A diferencia de 2009, cuando la moto era nueva para mí y apenas contaba con experiencia en el Mundial, ahora necesito menos vueltas para encontrar el camino”, valora el bilbaino, haciendo referencia a la puesta a punto de su máquina. “En el aspecto físico estoy tranquilo, porque gracias a que he entrenado mucho en invierno estoy en el mismo peso que en la última carrera de la pasada temporada, y quince días sin poder ejercitarme no nos mermarán mucho”, explica. Son razones por las que anímicamente no se ve mermado. “Tengo ilusión y ganas; ahora debo tener calma, temple y recuperación”.

Paciencia relativa, pues Efrén pretende estar prácticamente recuperado en un mes, “al 98%”, concreta. Precisamente para la última de las tres rondas de entrenamientos oficiales de pretemporada, a celebrar también en Jerez, antes de enfilar el nuevo curso con la carrera catarí, en la cual no espera ver lastradas sus expectativas, las que, “está claro”, dice, pasan por volver a estar rondando entre los más destacados de la categoría. “No estaré como para jugar un partido de fútbol, pero sí como para montar con garantías en la moto. No trastocará el comienzo de la temporada”, asegura.

con todo, mejor que en 2014 Haciendo alusión a 2014, la más fructífera de las siete temporadas transcurridas íntegramente como piloto mundialista, Efrén recuerda que su montura recibió el motor con el que rodaría a lo largo del año en el marco del Gran Premio de Catar, donde se subió al podio. Fue la primera de las siete ascensiones del año al cajón, dos de ellas contadas como victorias. “Teniendo esto en cuenta, si esta vez contamos con tres entrenamientos más que entonces -las tres jornadas de la última tanda de pretemporada en Jerez-, soy positivo pensando en 2015. Si tengo tres días para rodar con lo que montaremos durante el año, tendremos esa ventaja”, afirma.

Efrentxu, eso sí, desecha el lanzamiento de campanas al vuelo. Se proyecta prudente. “La moto -aunque es Honda, como el año anterior, pero en diferente equipo, el Kiefer Racing alemán en este caso- es diferente a la del año pasado en cuanto a feeling y setting”, comenta, a tenor de lo vivido en la fatídica jornada de la caída, donde tuvo margen para comparar. “La guerra de este año será diferente y la competencia será máxima, con unos doce pilotos luchando por ganar cada carrera y mejorando los tiempos del año pasado en cada circuito”, apostilla. “En 2014 hicimos un gran trabajo de puesta a punto. En este, la moto funciona más o menos bien, pero el motor es nuevo y hay que hacer que corra, por lo que queda trabajo. Tenemos margen”, declara, destacando asimismo que este curso contará, a priori, con mayor garantía mecánica merced al presupuesto. “Pinta mejor que en 2014”, concluye, anhelando lluvia para hoy y parón general de los entrenamientos, a fin de no ceder margen respecto a la competencia.