Bilbao- Presidente honorífico del Budokan Musashi, shihan -más que un maestro- honorifico de la Academia de Policía de Kant?, parte de la directiva de la AJKF y shihan del Club de Kendo de la Compañía de Seguros Mitsui Sumitomo. El pasado fin de semana Bilbao acogió a uno de los maestros más ilustres de Kendo: Hironori Tahara.

¿Qué es el Kendo para usted?

-El Kendo no es un deporte propiamente dicho, como muchos creen. Hay ejercicio y por eso es bueno para la salud, pero no es un deporte, sino una evolución del budo a las artes marciales para hacerlo educativo y que la gente, a través del Kendo, se desarrolle.

¿Qué destacaría de este arte marcial?

-La etiqueta. El Kendo es algo que hay que hacerlo bien, ser consecuente y mostrar buenas formas. Hay que respetar al contrario, porque para poder practicar necesitas un contrario y tienes que respetarle en todo momento aunque tengas ganas de darle un punto o de ganarle o de ser mejor que él. Ante todo el Kendo es respeto.

El Kendo tiene historia detrás. ¿Cómo ha ido evolucionando?

-Antiguamente los samuráis utilizaban la katana para pelear y defenderse. Solo se hacía kata. Ahora se ha cambiado para poder practicar sin que haya riesgo. Ha ido evolucionando de una práctica en la que se cortaba de verdad, con armas de filo, a unos sinhai -palos de bambú-. Es decir, se ha trasformado para favorecer su aprendizaje y crear unos equipos para poder ser más deportivo. Aunque la finalidad del Kendo, como ya he dicho, no es llegar a ser un deporte.

¿Por qué practicar el Kendo?

-El Kendo es bueno para el cuerpo, para estar en forma, pero también para el pensamiento y el corazón. Si el cuerpo está bien vas a pensar diferente a los demás, y mejor. El objetivo es sentirse sano en cuerpo y alma para llegar a ser mejor persona. La propia espada que cultiva a uno mismo, reza el dicho. Quiere decir que el Kendo pretende desarrollar a la persona a través de las técnicas de la katana y cultivar el carácter humano.

¿Os veis en los juegos olímpicos?

-No somos partidarios de que vaya a los juegos olímpicos, sino de que estreche relaciones entre otros países y personas. Si se pierde el tema de las katas y los rituales y las formas de tratar al adversario, por ahí no podría evolucionar el Kendo, porque perdería su esencia: se desvirtuaría. El futuro está en seguir trabajando y cultivando estos valores para que la gente los conozca y se cultive.

¿Cómo valoraría el Kendo de Euskadi?

-El Kendo de Bilbao, por ejemplo, es maravilloso. Está creciendo en calidad y las katas han subido. Me ha gustado verlo y corregirlo porque hay una evolución. Cada año que va pasando vengo con ilusión porque la gente aprende y mejora. Ese es el espíritu: mejorar.