bilbao. Resuma lo que es para usted la Fórmula 3 Europea, ahora que puede decir que la conoce como participante e incluso protagonista.

Lo que más me ha llamado la atención del European F3 Open es, sin duda, el enorme talento que hay. Este año nos hemos juntado 30 pilotos de todo el mundo y, la verdad, cada uno de nosotros tenía un interesante palmarés nacional. Esto no solo te permite aprender y coger nuevas experiencias a su lado, sino que te obliga a esforzarte más para intentar estar arriba. Y es perfecto para el plan a tres años que nos hemos marcado, con este 2013 como debut en la Fórmula 3 (en la clase Copa, con un Dallara F308), un 2014 para intentar luchar por el título (en la clase Open, con un Dallara F312) y, ya en 2015, buscar un hueco en las World Series.

Este año de debut en la F-3 Europea era de aprendizaje. ¿Ha madurado?

Desde el principio de la temporada supimos que este año debía servir únicamente para aprender, dentro de nuestro planteamiento a tres años. En el campeonato hay pilotos que tienen muchísima experiencia, llevan años corriendo en esta categoría y pensar en pelearte con alguien que te saca tanta ventaja era algo fuera de mi alcance. Con un año de experiencia en el certamen ya te puedes plantear retos mayores, porque está claro que en cada carrera he notado gran progreso en muchos aspectos.

Teniendo por objetivo aprender, ha sumado podios y ha llegado a ganar. ¿Lo esperaba o ha llegado todo muy pronto? ¿Qué valoración hace?

El objetivo era aprender y esa fue la línea de trabajo que tomé durante todo el año. Sin embargo, creo que el buen trabajo hecho por todos me permitió estar en condiciones de luchar por la victoria en varias carreras. En Monza llegó el momento de sumar la primera y en Barcelona estuve a punto de repetir? Creo que tengo motivos para estar satisfecho después de todo el trabajo hecho, pero, por encima de todo, me quedo con la experiencia que he acumulado en nuestro plan a tres años.

Ha pagado la inexperiencia en muchas jornadas de puesta a punto y también se ha visto envuelto en varios incidentes provocados por causa ajena. La fortuna no ha ayudado.

El mundo de las carreras es así; unas veces te toca a ti y otras a tus rivales, pero creo que el balance es bastante equilibrado. Es cierto que me faltó un poco de ritmo en las qualifying, pero en ocasiones esos pequeños fallos se produjeron por incidentes en pista o banderas rojas que me impidieron lograr una buena vuelta. Si sales retrasado, es muy difícil progresar en carrera, porque estás rodeado de vehículos F312, más potentes, a los que es imposible adelantar. Quizás esta asignatura la tendremos más fácil la próxima temporada, porque nuestro siguiente objetivo en el plan marcado es hacer el campeonato con un 312, por lo que ya no tendremos esa inferioridad.

De no haber sido así, ¿tiene la sensación de que podría haber luchado por el título?

En ningún momento nos planteamos luchar por el título. Pensar eso en mi primer año en el campeonato, rodeado de pilotos tan buenos y con tan poca experiencia en este coche, hubiera sido un error. En este 2013 nos hemos marcado un objetivo mucho más realista que sí hemos cumplido: aprender y conocer a fondo tanto el coche como el campeonato de cara al futuro.

¿Qué le han dicho desde su equipo, como evaluación a los resultados obtenidos esta temporada?

El equipo está contento y orgulloso por la progresión ascendente que he tenido, porque no solo he progresado en carrera, sino también en otros factores como la puesta a punto del coche. El entendimiento ha sido muy bueno, tanto con los mecánicos como con los ingenieros. Han hecho un buen trabajo para darme el mejor coche posible en cada carrera.

Monza, Spa-Francorchamps, Le Mans, Montmeló? ¿Con qué circuito se queda de los que ha conocido?

Todos ellos son muy bonitos, porque hablamos de circuitos con muchísima historia. Al llegar a cada uno te vienen a la mente imágenes que todos hemos visto por la televisión? Algunos los conocía de mi paso por otros campeonatos, pero ha sido bonito hacer un año completo en todos ellos y, como decía, acumular experiencia. No es lo mismo llegar sin haber estado nunca que sentarte en el coche sabiendo cómo es cada curva. Son impresionantes, pero este año me quedaría con Jerez y Barcelona, por haber tenido tan cerca a toda la gente que vino de Euskadi.

¿Qué es lo que más le ha impresionado y lo que menos le ha gustado de lo que ha visto este año?

Me ha impresionado el alto nivel. Sabíamos que aquí estaban algunos de los mejores especialistas con este coche, pero no me imaginaba que llegaran a ser tan rápidos. Por eso me siento tan satisfecho de haber subido al podio, haber conseguido poles y haber podido ganar una carrera. Lo que menos me ha gustado, la verdad, no sabría qué decir. Ha sido un año muy completo en el que he aprendido muchísimas cosas.

¿Qué idea tiene para el año que viene? ¿Hablar de disputar el título tras este primer año de rodaje es muy prematuro o se ve en condiciones?

A día de hoy estamos ya cerrando acuerdos para disponer de un F312 en el año 2014. En nuestro planteamiento a tres años, hemos cumplido con el objetivo de aprender con el F308 y los resultados están ahí. Siguiendo con ese plan, con toda la experiencia adquirida este año, estoy ya en condiciones de sentarme en un F312 y tratar de luchar por el triunfo. El trabajo ahora se basa en cerrar el presupuesto para ese F312.

La desgracia se ha cebado con su equipo, el Emilio de Villota Motorsport, y concretamente con la piloto que ha sido su mayor tutora en su carrera deportiva. ¿Cómo ha vivido la marcha de María de Villota?

La muerte de María ha sido una verdadera tragedia y, sobre todo, una gran pérdida para el automovilismo. Mis padres y yo conocemos a la familia De Villota desde hace muchos años y por eso nos duele especialmente que se haya ido, sobre todo en esas circunstancias? Era muy optimista y tenía más ganas de vivir que nunca? Es una verdadera pena y la echamos mucho de menos.

¿Le es sencillo compaginar las carreras con los estudios de ingeniería?

En la planificación de 2013 siempre tuve claro que mis estudios serían una prioridad. Es cierto que en algunas fases de la temporada he tenido que hacer un esfuerzo mayor, sobre todo cuando hay exámenes, pero este tipo de experiencias te hacen ser más fuerte y dosificar mejor el tiempo y el esfuerzo. Por encima de todo, mi objetivo es ser ingeniero y, después, piloto. Creo que son cosas muy complementarias, pero no se pueden dejar los estudios de lado.