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El Arenas siempre ha revelado a su terreno de juego como un inconveniente a la hora de intentar crear buen fútbol. Las dimensiones de su campo no se pueden variar, pero sí su moqueta, su hierba artificial renovada para esta temporada. "La anterior estaba muy vieja y era como jugar en un campo de hormigón con una moqueta. Era de primera generación y el balón botaba mucho. Ahora se va a poder jugar mejor al fútbol. Las medidas del terreno de juego siguen siendo las mismas. Eso no ha crecido y la sensación del jugador, como tiene la valla tan cerca, de no pegarse a la banda, hace que se pierdan más metros. Es una sensación psicológica, pero es así. Al final el jugador está entre muros, pero bueno, volver al antiguo no se puede. Habría que tirar todo abajo. Creo que esta hierba va a hacer que se juegue mejor", asegura el presidente del Arenas, Fran Egusquiaguirre.

Las cuatro primeras jornadas, los rojinegros han tenido que jugarlas en Fadura. Hoy (18.00 horas. ante el Elgoibar) finalizan su particular destierro. "Estamos muy contentos, hemos empezado esta semana a entrenar. Se ha hecho un poco largo, por salir fuera y estar de prestado. Hemos echado de menos la libertad y la cercanía. Teníamos que desplazar todo: balones, ropa, lavandería? Allí había que llevar todos los días un baúl y el utillero acercaba todo con una pequeña furgoneta. Y esto, tanto para el primer equipo como para los juveniles. Además las categorías inferiores también han tenido que desplazarse, ya que había muchos jugadores de Las Arenas. De todas formas, en Fadura se han portado muy bien con nosotros. Nos han dejado el campo de hierba para jugar y entrenar. Tanto el Getxo como el Ayuntamiento, se han portado muy bien y todo ha ido muy bien, salvo el empate con la Cultural" relata.

Los rojinegros de Eskuinaldea son terceros en la clasificación del Grupo IV de Tercera, a un solo punto del líder, Leioa. "Nosotros vamos a luchar hasta el final, como el año pasado. Y esto nos mejora. Los jugadores tienen mucha calidad. Ahora nos tenemos que acoplar al campo otra vez, porque hemos jugado en un supercampo como es Fadura, que de medidas y de todo está muy bien. Precioso. Ahora nos vamos a tener que ajustar a una medida más pequeña. Los jugadores se tienen que aclimatar a lo que hay. ¿Que va a ser más difícil meter goles? Pues será, porque si se cierran atrás? El campo es pequeño, pero es lo que hay" finaliza Egusquiaguirre.

Las últimas pruebas han sido satisfactorias. A falta de que se asiente el caucho, la sensación es muy positiva y el balón rueda y bota por el césped como debe hacerlo.