bilbao. La historia de cada deporte, de cada competición, está esculpida a base de gestas, de hazañas firmadas por leyendas, por nombres propios que rompieron moldes, que sentaron las bases y los límites de lo concebible y de lo humanamente posible. Fue Telmo Zarra quien se propuso investigar cuántos goles puede anotar un solo hombre en una Liga. Su inquietud no supieron anclarla al suelo de la cordura ni el peso de las botas prehistóricas de 1950, ni los recursos limitados de un equipo que llevaba siete temporadas sin pelear por el título de campeón. En una competición de solo 30 partidos, el delantero de Asua celebró 38 dianas. Nadie ha podido superar su registro.

Sesenta temporadas después Zarra sigue siendo el poseedor de este récord del fútbol estatal. Por la Liga han desfilado muchos de los mejores jugadores de todos los tiempos. Di Stéfano, Cruyff, Maradona, Butragueño, Romario, Bebeto, Ronaldo... Todos ellos marcaron época en sus respectivos clubes, alcanzaron la gloria. Pero ninguno de ellos consiguió superar los números del mítico delantero del Athletic. En sesenta años el fútbol ha evolucionado. Tácticamente es otro deporte, la técnica de los jugadores está a otro nivel, etcétera. Durante esa metamorfosis solo un hombre pudo ponerse a la altura de los números del delantero vizcaino. Hugo Sánchez también firmó 38 dianas en la temporada 1989-90. Fue la versión coloreada de la gesta en blanco y negro de Zarra. 21 años después, en la era del HD, de la alta definición, dos fuera de series mantienen un pulso que les está empujando a las cotas más altas en cuanto a eficacia goleadora se refiere. Cristiano Ronaldo y Leo Messi son las dos referencias ofensivas de Real Madrid y Barcelona. Cuando se llevan 14 jornadas disputadas en la presente edición de la Liga BBVA, el madridista ha marcado 17 goles y el astro argentino otros 15. Teniendo en cuenta que Zarra y Hugo Sánchez habían conseguido anotar a estas alturas de competición 16 y 14 goles respectivamente, queda claro que su histórico récord está seriamente amenazado por Cristiano y Messi.

Un factor importante que hay que tener en cuenta a la hora de comparar al cuarteto de arietes es el número de partidos que tenían que disputar para completar la competición. En este aspecto Zarra está en clara desventaja, ya que la Liga 1950 -51 la disputaban solo 16 equipos, lo que supone que anotó los 38 goles teniendo ocho partidos menos que Hugo Sánchez, Cristiano y Messi. Estos dos últimos mejoran tras catorce jornadas los registros del ariete mexicano, por lo que tienen aún más facilidades para poder romper la barrera de las 38 dianas.

Otro aspecto que puede reflejar la relevancia de cada uno de ellos dentro de su equipo es el porcentaje de goles que han firmado en el global de su conjunto. Si Cristiano Ronaldo es quien, por ahora, ha marcado más goles, se lleva también la palma en este aspecto. El portugués ha transformado 17 de los 35 goles del Real Madrid, lo que supone un 48,5% de los anotados por su equipo, casi la mitad. Los 16 de Zarra suponían, hasta la décimo cuarta jornada, el 40% de los de aquel Athletic, los 15 de Messi el 36,5% de los del Barcelona y los 14 de Hugo Sánchez el 35,89% de los del Real Madrid de la campaña 1989-90.

Siempre se ha dicho que los delanteros viven de las rachas. Pronosticar una progresión o una regularidad en su ritmo anotador es imposible. Incluso viendo los números tan parejos de estos cuatro astros queda claro que el gol llega en cualquier momento y de cualquier modo. La palma en un solo partido se la lleva Zarra, quien tras penar en una racha de tres partidos sin ver puerta, se empachó al marcar media docena al Lleida en la goleada que el Athletic le endosó en San Mamés. El partido acabó con un escandaloso 10-0.

Cristiano Ronaldo es el único que se acerca en esta faceta. El de Madeira anotó cuatro goles en el partido de la octava jornada ante el Racing. Los santanderinos se llevaron un 6-1. Messi no ha conseguido pasar de los tres goles que le metió al Almería en la décimo segunda jornada, pero puede presumir de ser el que ha conseguido encadenar el mayor número de partidos consecutivos anotando: cinco. Cada uno de ellos se aferra a su estilo para intentar escribir su nombre en la historia.