eibar. Mikel Urrutikoetxea baila en los cuadros largos, con paso rápido, como un púgil. Cambian los papeles. En los cuadros alegres, Aitor Zubieta golpea el cuero. Un bote. Un esfuerzo. Jokin Etxaniz contempla la escena y se acerca al zaguero de Etxarri-Aranatz, rodean la cancha los señores del cuero, Roberto García Ariño, Martín Alustiza y Juan Mari Juaristi. La decisión está tomada para el vizcaino: pelotas exigentes (Aitor: 105,9 y 106,6 gramos y Mikel: 106,7 y 106,7 gramos). Pesadas. "De las que cuesta mover", admite el navarro.
Barriola, entonces, aparece en escena. Se mueve como Pedro por su casa, es su frontón fetiche. Selecciona un cuero, lo amasa y comienza a compartir entrenamiento con Zubieta. Y es que el leitzarra se siente como en casa en el Astelena de Eibar. Mikel, invitado de excepción, observa la escena. "El año pasado ya dije que lo más bonito de ganar el Cuatro y Medio de Segunda era jugar ese año el de Primera, me ha tocado contra Zubieta, un gran pelotari", desgrana el zaratamoztarra, quien solamente ha entrenado dos veces en el frontón guipuzcoano para el presente Cuatro y Medio y al que aún no tiene cogido el punto.
Mientras tanto, Adolfo Agirre, botillero del vizcaino, observa a su pupilo. Éste tiene los pies en el suelo, justo donde no tendrá que tenerlos su rival del sábado. La velocidad es la clave para Mikel, quien necesitará mover en gran medida a su adversario, zaguero, que aún mastica los cuadros largos como alimento predeterminado. "Hay que moverle, pero él seguro que también me moverá", admite Mikel, quien desdeña de su vocabulario cualquier atisbo de simplicidad para el duelo. "Fácil no hay nada. Aquí, en Primera, todos juegan mucho y nadie va a regalar nada. Trataré de hacer un buen partido", declara el actual campeón de Segunda.
Su contrincante, mientras Urrutikoetxea recoge su petate en vestuarios, brega en silencio ante Barriola. Antes, ya había buscado la receta para vencer a Mikel. "Si mantienes lejos del frontis al contrario dominado, muy mal se tiene que dar para no ganar", concluye.
el "anfitrión" también eligió Anteriormente, como buen anfitrión, Abel Barriola seleccionaba su material ante Ekaitz Saralegi (el leitzarra escogió cueros de 106,8 y 106,3 gramos, por los 106,4 y 106,2 gramos el de Amezketa).
"Las mías se paran un poquito más en el suelo y quizá la diferencia sea esa", señaló el zaguero, quien jugará con una férula en el dedo índice de su mano derecha. "El domingo no habrá escusas", admitió.
Ekaitz, otro invitado, declaró que "afronta el partido con mucha ilusión, pero sabiendo que será difícil", sobre todo, en casa de Barriola.