Menos de un segundo -86 centésimas- separó en línea de meta a las embarcaciones de Orio y Arraun Lagunak en la primera jornada de la Euskotren Liga disputada ayer en aguas de la Ría de Bilbao. La trainera favorita, Arraun, cumplió los pronósticos y logró la primera bandera de la temporada. No obstante, tuvo que exprimirse al máximo para derrotar a una Orio que sorprendió a propios y a extraños y a punto estuvo de dar la campanada y arrebatar la victoria a la escuadra donostiarra. La tercera plaza correspondió a una excelente Zumaia -mejor tiempo en el segundo largo- recién ascendida a la Euskotren Liga, que relegó a la cuarta posición -por centésimas- a Tolosaldea, campeona de Euskadi y otra de las aspirantes al triunfo final.

La contrarreloj no engaña y muestra bien a las claras el potencial de cada equipo. Todas las traineras compiten por la misma calle y las condiciones climatológicas son muy semejantes. En definitiva, no hay excusa a la que aferrarse para justificar una mala regata. 

Arraun Lagunak, campeona de Gipuzkoa y España, y dominadora absoluta la temporada pasada, partía como gran favorita al triunfo en la primera jornada de la Euskotren Liga. Tomando como referencia lo acontecido en los tres campeonatos oficiales disputados durante el mes de junio, sólo Tolosaldea parecía capacitada para poner en peligro la supremacía de la Lugañene. Y es que el resto de traineras mostraron un nivel sensiblemente inferior.

Los equipos afrontaron la contrarreloj con la corriente a favor -marea bajando sin demasiado fuerza- y el viento procedente del mar, en contra. Orio, que no partía entre las favoritas a la victoria en la Bandera de Bilbao, situó el listón muy alto con un excelente registro en la maniobra de ciaboga que no pudo rebajar Tolosaldea por 2 segundos. Arraun mejoró todos los tiempos, 3 segundos por delante de la trainera patroneada por Maider Etxaniz.

Todo apuntaba a que la trainera donostiarra se adjudicaría con relativa facilidad la primera victoria del curso pero Orio no había dicho su última palabra y Arraun tuvo que luchar hasta la última palada para aferrarse al primer puesto.