Duración: 49 minutos.
Saques: 6 de Patxi Ruiz.
Pelotazos: 210 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 7 tantos de Patxi Ruiz y 7 de Begino.
Errores: 4 de Patxi Ruiz y 10 de Begino.
Marcador: 0-1, 1-1, 1-2, 2-2, 5-3, 6-3, 8-4, 9-4, 9-5, 10-6, 13-7, 14-7, 15-8, 16-8, 17-9, 18-11, 19-12, 20-12.
Incidencias: Buena entrada en el Labrit iruindarra.
Botilleros: Jesús Ruiz asesoró a Patxi Ruiz y Mikel Unanue estuvo del lado de Aritz Begino.
bilbao. Eternamente dormido desde el silencio cosido por la empresa a su alrededor a finales de enero se postulaba un Patxi Ruiz ansioso. El Labrit como si de Memphis se tratara estaba lleno de creyentes. Como si de Elvis se hablara, el respetable aún recordaba a aquel zaguero de Lizarra que ganó en 2003 el Manomanista. Soñaban con que Ruiz estuviera bajo el influjo de algún tipo de conjuro, bajo el sueño de lo irreal, escondido y que reaparecería tarde o temprano. Pero Patxi está vivo. Algunos creían en él, en su aparición, en su vitalidad. Nadie logra enterrar el talento. Las tumbas no están hechas para el sacrificio atemporal, para lo elemental. Evocan a Graceland, Tennessee.
"Intentaré dar un susto a alguno", señaló Patxi Ruiz al término de su partido. Explicaba así el de Lizarra sus intenciones de cara a este Manomanista. Ya había pasado el primer trago. Había finiquitado su prólogo. Cosió, con suficiencia, el navarro su futuro. Su reivindicación. Se postulaba ansioso el ánimo del zaguero; sin embargo, Ruiz presumió de defensa. De parapeto. De trinchera cavada en Iruñea. No en vano, su juego en los cuadros largos acabó con las opciones de su adversario, incapaz de acabar los tantos. Ese fue su obstáculo. La pegada violenta del zaguero de Auza era un martillo pilón, pero el movimiento del colorado, a pasos cortos, de puntillas, eliminaba toda opción de alcanzar los cuartos a Aritz.
Asimismo, los saques remitieron al de Lizarra una cosecha muy complicada de evitar. Seis bofetadas encajó Begino directas al estómago. Con una táctica grabada a fuego en la mente, Patxi arrimaba a pared para evitar la derecha demoledora del de Auza. Lo logró. Solamente pareció recomponerse Aritz cuando amaneció Unanue pidiéndole más golpeo. Sin embargo, la volea de su contrincante distrajo a su derecha. Al final, no le quedaban recursos al de azul para afrontar las brechas. No había opciones de voltereta ante la resurrección de Patxi Ruiz. Ante el retorno de un campeón. Patxi ha vuelto.