bilbao. Levantaba los brazos Egoitz Murgoitio en Iraeta y se veía con la txapela de Euskadi de ciclocross. La victoria fue aplastante, pero la cautela le domina a escasas dos semanas del campeonato estatal. Alguno incluso se aventuró a compararle con El Caníbal Sven Nys por su superioridad.

¿Cómo sabe la victoria en el Campeonato de Euskadi con tiempo para digerirla?

Estoy muy contento. Al final todo me salió bien y rendí el día que tenía que hacerlo, en el momento en el que nos jugábamos la txapela.

El recorrido fue diferente de lo que se esperaba al inicio. ¿Cómo le afectó?

El circuito fue duro. Pensaba que me iba a encontrar un circuito más acuoso, pero hizo sol por la mañana y nos dejó un barro muy pegajoso, lo cual hace que se haga complicado la carrera.

Pero le sentó bien la dureza.

Al final, en esos circuitos, me encuentro bien. Esos recorridos en los que salgo apretando desde el primer momento me siento más cómodo. Además, el hecho de escaparme e ir solo me hace más fácil rodar. En los circuitos rápidos no es tan fácil distanciarse, pero el de Iraeta me permitió correr como quería. La gente aprovecha para ir a rueda si tiene más celeridad y así es más complicado abrir brecha.

Gracias a su rotundidad en la victoria incluso alguno se atrevió a equipararle con Sven Nys.

Compararme con él es una gozada, pero no deja de ser una forma de hablar. Que te vean fuerte, con posibilidades de brindar una gran carrera, la verdad es que siempre gusta. En un principio de salida me encontré bien. Intenté imponer mi ritmo para escaparme y lo conseguí. Tenía la certeza de que el que más difícil me iba a poner las cosas era Javier Ruiz de Larrinaga, pero yo quería olvidarme un poco de él, hacer mi carrera. En la primera vuelta empecé a meterle tiempo, en el resto estuve igual y le saqué diferencia.

Larrinaga nunca es fácil de batir.

Javi es un rival muy complicado, tiene la capacidad de hacer las carreras de menos a más. Él nunca baja el ritmo y siempre hace mejor las últimas vueltas que las primeras sin entregar la victoria. Las últimas vueltas estuve bien y no tuve que acusar ningún fallo técnico.

¿Y sin problema físico alguno?

Estuve bien, con fuerza. Además, había una zona difícil en la que vi cómo mis rivales se bajaban de la bici y la hacían a pie, mientras que yo la sorteaba sin problemas. Al final, aparte de ganar la carrera, ver esa diferencia te sienta bien.

Dos semanas quedan para el campeonato estatal. ¿Cómo lo ve?

Este fin de semana en Iraeta salieron las cosas bien, esperemos que el 10 de enero también. Eso sí, estará más abierto, aquí estamos Javi, Yus, Seco... pero en Laredo habrá ciclistas como Tino Zaballa, José Antonio Hermida, Isaac Suárez y algún otro corredor de calidad. No conozco muy bien el recorrido, pero mejor Cantabria que Valencia para mis características físicas. Si sale más exigente tendré más oportunidades. Espero que salga duro y necesitado de fuerza.

Además se le ve preparado. ¿Se siente como uno de los favoritos?

Sí. En un principio me estoy encontrando a gusto y en estas fechas estoy fuerte. Javi estuvo en Valencia y venció por unos segundos a Hermida y por más tiempo a otros. Así que, con las diferencias que se vieron en el Campeonato de Euskadi, me veo con posibilidades de llevarme el estatal.

Campeón de Bizkaia y Euskadi. ¿La carrera de Laredo será el siguiente triunfo que se lleve al bolsillo?

Sería lo máximo para redondear el año. Pero no hay que hacerse ilusiones antes de correr porque luego llegan los problemas. Todavía queda tiempo y no hay que precipitarse.

Es muy imprevisible el barro.

Al final, en una carrera de una hora, pueden pasar mil cosas: desde que estés mal físicamente hasta que tengas problemas técnicos. Además, también cuentan muchos corredores y gente muy buena.

Parece que poco a poco está calando en la juventud este deporte.

Sí. Además, en atletas como Insausti, la progresión es muy grande. Fue buena idea mandar juveniles y cadetes al extranjero para que cojan rodaje y vean la profesionalidad. El de Mutiloa ha dado un salto enorme de calidad, ha mejorado mucho.