Camargo (Chihuahua). Por un momento, Josean Fernández Matxín discrepa con Meursault, el personaje angustiado por sentirse extraño en su entorno que creó Albert Camus en El extranjero y que en el patíbulo, aguardando a ser ejecutado por asesinato, sin rebeldía ni esperanza, rescata la voz de su madre cuando le decía aquello de que nunca se es completamente desdichado y que a todo se acostumbra uno. "No te acostumbras", dice el basauritarra en referencia al último año y medio de purga que ha sufrido el Fuji-Servetto. "Está claro que uno nunca se habitúa del todo a dejar de conducir, por ejemplo, un Ferrari, pero es lo que hay. Vivimos cinco años excelentes, con muchas victorias y una empresa que nos respaldaba, pero ahora la realidad es otra. Es un momento malo para nosotros, pero hay que pasarlo".
Reflexiona Matxín en la antesala de la última etapa de la Vuelta a Chihuahua, en una situación similarmente angustiosa, por incierta, a la que vivió su equipo la temporada pasada, cuando su futuro se equilibraba sobre un alambre por falta de un patrocinador que surgió en el último instante. Aguarda con optimismo el mismo desenlace el basauritarra, que regresa este fin de semana a Europa para tratar de sellar esta misma semana un acuerdo que prolongue la existencia de una estructura que confía en mantener. "La situación es mejor que la del año pasado, está más fácil. Esta misma semana se solucionará todo, pero siempre hay que ser cauto, porque hasta que no se firme?", sostuvo el vizcaino, quien no quiso desvelar ni un detalle más sobre el porvenir de la formación. "Habrá que fichar", se limitó a decir, en lo que supone un aval informal de la continuidad del equipo.
Un año más en el ProTour También desveló, dejando a la luz su convicción de que el acuerdo se materialice, que espera una temporada menos exigente en los despachos que la que está a punto de concluir. Será sencillo, pues en la pasada recibió los reveses del Giro de Italia, primero, y Vuelta a España, después, que quisieron vetar su presencia en la carrera pese a ser un equipo ProTour. El TAS, la última instancia de la justicia deportiva, resolvió el caso a favor del conjunto del basauritarra. "Por eso", dice Matxín, "no creo que este año vuelva a ocurrir. La situación será la misma que en 2009 -el equipo tiene licencia ProTour hasta finales de 2010-, por lo que no tendría lógica volver a exponer una situación ya juzgada por el TAS".
Aquello, sostiene el director vizcaino, supuso una carga psicológica importante para sus corredores. "Hubo una situación de desgaste mental para ellos que incidió en los resultados deportivos. Ciertamente, no hemos cubierto las expectativas porque yo contaba con haber alcanzado cerca de ocho triunfos y al final sólo han podido ser cuatro. Cobo y De la Fuente han sido los pilares del equipo", analiza Matxín, quien pese a lo sucedido, no guarda rencor, por ejemplo, a los dirigentes de la Vuelta a España. "Entiendo que defendieran lo suyo, pero les tengo que agradecer que tras lo ocurrido fueran respetuosos con nosotros", zanja.