Fue el origen de todo. Aquella persecución de carácter civil emprendida desde Iruñea en el año 1525 por un hidalgo de dudosa reputación acabó derivando con el tiempo –y la mediación de la Iglesia– en las archiconocidas cazas de brujas. Cinco siglos después, el bilbaino Jesús Moya Mangas desvela este episodio desconocido de la historia. Y eso que fue más cruel en ese oscuro balance de condenas, confiscaciones y ejecuciones que el conocido proceso de Zugarramurdi y su remate en el auto de fe de Logroño de 1610.

Los datos, todos, aparecen en Antes de Zugarramurdi. La primera caza de brujas en Navarra (1525-1526), el volumen publicado por la UPNA, donde este académico jubilado saca a luz los detalles de esta persecución –calificada más bien como “empresa personal” de Pedro de Balanza–. Se trata de una reconstrucción documentada del proceso lanzado en los valles altos pirenaicos por este noble, miembro del Consejo Real de Navarra.

El caso ya era conocido, pero no había sido investigado a fondo. El archivero navarro Florencio Idoate Iragui fue quien lo destapó aunque “no llegó a esclarecerlo del todo por insuficiencia documental y algunos errores de interpretación”, apostillaba el propio autor de este ejemplar. A esto se unieron los embrollos típicos de la época y “el oscurecimiento, supuestamente intencionado, en algunas fuentes ya conocidas”, indicaba Moya Mangas para referirse al cronista fray Prudencio de Sandoval.

La obra se presenta como una novedad en su género al analizar un episodio histórico apenas conocido: la campaña civil de 1525 contra supuestas brujas, dirigida por Pedro de Balanza en nombre del Consejo Real de Navarra y bajo mandato del rey Carlos I de España. A diferencia de la posterior intervención inquisitorial, esta actuación fue de carácter civil en su origen y se desarrolló durante poco más de siete meses, hasta que fue asumida por el Tribunal de la Inquisición de Calahorra.

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Según explicaban desde la UPNA, la investigación reconstruye los hechos desde su detonante en Aoiz y el primer akelarre denunciado en Ardaitz, hasta su clímax en Auritz-Burguete, donde Pedro de Balanza llevó a cabo una ejecución con apariencia de auto de fe. El libro analiza los conflictos de competencias entre el Consejo Real, el obispado de Pamplona y la Inquisición, y desvela las tensiones políticas y religiosas que marcaron la actuación del licenciado.

Uno de los elementos más relevantes del estudio es el análisis de la brujería demoníaca como construcción ideológica, propagada desde mediados del siglo XV por teólogos dominicos y avalada por sucesivos papas. El autor dedica un capítulo a rastrear su llegada a tierras navarras a través de miembros del Consejo Real formados en Bolonia, lo que denomina “la conexión boloñesa”.

Gustav Henninngsen. El estudio firmado por el profesor universitario jubilado Jesús Moya Mangas (Bilbao, 1929), retoma la investigación iniciada por el historiador y antropólogo danés Gustav Henningsen (1934-2023) y presenta una reconstrucción documentada del proceso impulsado por el licenciado Pedro de Balanza, auditor y miembro del Consejo Real de Navarra.

Colección. La UPNA emprendió en 2022 una labor divulgativa sobre la brujería, la herejía, la persecución de la Inquisición, la censura… Ese año publicó ‘En busca de la verdad sobre la brujería. Los memoriales del inquisidor Salazar y otros documentos relevantes sobre el auto de fe de 1610’ que dio origen a la Colección Henningsen. El primer libro, en 2024, fue ‘Pueblos infernales y abogados de las brujas. Caza de brujas en Navarra (1608-1614)’ de la historiadora norteamericana Lu Ann Homza, profesora universitaria en Virginia.

El libro examina también la repercusión posterior de esta caza de brujas en la Inquisición, que retomó el caso tras el apartamiento de Balanza, con resultados igualmente poco concluyentes. Como colofón, se incluye un estudio de la Junta de Granada (1526) para debatir sobre la naturaleza de la brujería demoníaca. El resultado de esa discusión, relata el autor, “fue un empate resuelto por un voto dirimente a favor de la participación física de las brujas en ritos satánicos, con los inquisidores presentes entre la minoría escéptica, que las consideraba fruto de sueños, visiones o sugestión, sin base material alguna”.

La obra, una aportación pionera en la historiografía sobre la brujería en Nafarroa, contextualiza el caso de Zugarramurdi como epílogo de un proceso iniciado décadas antes. Y para ello incluye fuentes documentales inéditas, anotadas y traducidas, así como un análisis del contexto teológico, jurídico y político que sustentó estas persecuciones. l