Por segundo año consecutivo, y animados por el exitazo de la primera edición, Caostica, Santurtzine y Bilborock, con la incorporación de Voice Over, convocaron la fiesta Gure Goyak. “La iniciativa comenzó en 2024 como una forma de celebrar la presencia vasca en los Premios Goya, porque cada año hay numerosos candidatos y candidatas de aquí en diversas categorías”, explicaba María Rodríguez, de Santurtzine. “Se creó como un una reunión de las gentes del cine y el audiovisual que no pueden asistir a la gala oficial”, añadía la coordinadora de eventos del festival de cortometrajes santurtziarra.
Según Iñigo Portillo, de Caostica, “era necesario crear un punto de encuentro donde la comunidad cinéfila pueda ver los Goya en un clima desenfadado, celebrar la fiesta del cine y pasarlo bien, sin más pretensiones”. Contaba Portillo que el año pasado fue “un éxito, coincidió con Carnaval, invitamos a la gente a venir disfrazada y fue una bonita experiencia que hemos querido repetir este año”.
Bilborock aportó el espacio y el personal técnico, gestionó los permisos con RTVE para poder emitir en directo la gala que se celebró en Granada a la vez que la fiesta de Bilbao. Caostica se encargó del sistema de entradas y la logística general. Mientras, Santurtzine coordinó la promoción y organización general. Este año establecieron una entrada simbólica de 5 euros para cubrir gastos. Porque gastos hubo. Para empezar, palomitas, los DJs Juana Vanessa, Izarrap y Juan Bunny, un cattering de hora avanzada en previsión de que la gala se fuera a la madrugada. Y premios goyescos. La organización otorgó las distinciones Saturno devorando a sus hijos, para el tragaldabas de la fiesta; La maja vestida, para el outfit rompedor de la noche; y El pelele, para quien patinara.
A los citados galardones, que hubo que recoger en el escenario ante el micrófono, se añadía el trofeo al mejor discurso de agradecimiento. En plan Goya total. Los hubo que superaron a los de Granada.
QUINIELAS
Como en todo evento del estilo que se precie, cada cual rellenaba su quiniela de los Goya, a la que se accedía a través de un código QR. Quien haya acertado recibirá hoy txakoli, sardinas frescúes, una camiseta y más regalos.
“A mí los principales premios me importan un carajo, solo quiero que el de mejor actor se lo lleve Urko Olazabal porque es un gran actor, una persona maravillosa y le queremos mucho. Mi quiniela apuesta por Soy Nevenka y Urko, pronosticaba el caostico Xabier Uría, que señaló como “reseñable” de esta edición el accidente doméstico sufrido por Pedro Almodóvar, nominado por La habitación de al lado, antes de desear que, si no se llevaba el cabezón Olazabal, fuera para Eduard Fernández por El 47.
En la quiniela de Marina Rodríguez se contaban La infiltrada, de Arantxa Etxebarria; el corto La noche eterna, de Eneko Sagardoy; la banda sonora del donostiarra Alberto Iglesias por La habitación de al lado; y, por supuesto el bilbaino Urko Olazabal.
No hubo alfombra roja ni paparazzi. Tampoco compareció Karla Sofía Gascón. Pero el personal se lo pasó como en Granada. O mejor.