Un tiempo lluvioso y desapacible ha marcado la última edición de Durangoko Azoka que, sin embargo, ha vuelto a demostrar que es cobijo y paraguas de la cultura vasca y también un gran escaparate que año tras año es capaz de atraer a miles de visitantes.

“El alcance de Durangoko Azoka ha permitido que la cultura vasca ocupe un lugar en el espacio público, un paraguas que permite a las y los kulturzales vivir la cultura vasca. Animamos a los amantes de la cultura a venir a la azoka reconociendo que son un eslabón imprescindible para un sistema cultural sano y el trasiego de visitantes que hemos tenido estos días nos ha demostrado que están dispuestos a asumir esta responsabilidad", han remarcado desde Gerediaga Elkartea.

Controlar el aforo

Como ha ocurrido en anteriores ocasiones, la organización no ha facilitado datos de visitantes ni de ventas, pero en los últimos cuatro días la afluencia de aficionados a la cultura vasca ha sido constante, llegando incluso a tener que controlar el aforo en determinados momentos del día.

"La cultura vasca tendría más destinatarios habituales con la proliferación de espacios estructurales. Ese es el reto que tenemos por delante", han añadido al tiempo que han agradecido la paciencia de las miles de personas que “han tenido que hacer colas en muchos momentos. Somos conscientes de que para muchos aficionados a la cultura no ha sido una visita cómoda y debemos agradecer la actitud mostrada. En próximas ediciones trataremos de encontrar soluciones”.

Además del millar de novedades que se han expuesto en los 274 stands que han dado vida a Landako Gunea, la programación de los espacios ha sido frenética y se han presentado cerca de 200 actos culturales en los espacios Talaia, Ahotsenea, Irudienea, Szenatokia, Kabia y Saguganbara. "Las presentaciones en las zonas han sido multitudinarias. Hace años que estamos diciendo que, aunque la Feria empieza en Landako Gunea es mucho más que eso y este año se ha vuelto a ratificar", han añadido satisfechos.