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La maestría de Chucho Valdés vuelve a llenar Mendizorrotza

Yilian Cañizares enciende una doble sesión del sábado protagonizada por el sello cubano

La maestría de Chucho Valdés vuelve a llenar MendizorrotzaJosu Chavarri Erralde

No, la capital alavesa, por lo menos que se sepa por ahora, no es parte de las tierras cubanas. Aún así, la doble sesión vivida este sábado en Mendizorrotza estuvo marcada por el sello de la isla gracias a la presencia de Chucho Valdés e Yilian Cañizares. El polideportivo se llenó de unos aires que hicieron disfrutar al público y que volvieron a demostrar que, por supuesto, el talento es esencial, pero también la pasión y la actitud a la hora de actuar.

Le tocó abrir a Yilian Cañizares, que se presentó en el espacio en formato de trío, aunque ya se sabe que con muy poco se pueden hacer muchas cosas. La violinista, cantante y compositora actuó por primera vez en el pabellón, desplegando esas líneas básicas que vienen marcando su trayectoria desde los inicios. Un sonido propio en el que el jazz, los ritmos afrocubanos y los ecos de la música clásica sirven como punto de partida.

Conocedora de que ponía en marcha una noche marcada por Valdés, supo llevar a los presentes a su terreno, con un concierto que tuvo momentos para el ritmo y el baile, pero también instantes para contener un poco la respiración. El personal no tardó en acompañarla, en adentrarse con facilidad en una actuación que ofreció solo una parte de lo que Cañizares es capaz de hacer, puesto que es una artista que se amolda a la perfección a distintos formatos, ya toque solo con dos compañeros sobre el escenario, como fue el caso, o con grupos más numerosos.

Tras el descanso de rigor, el pabellón se preparó para reencontrarse con un maestro como es Chucho Valdés. Camino de los 83, está de nuevo de gira para reivindicar y poner en valor el legado del grupo Irakere, ahora que se cumple medio siglo del nacimiento del proyecto. El pianista miró al pasado con músicos del presente, demostrando que, si la salud se lo permite, en él queda mucho futuro por disfrutar. Tal vez ese sea el verbo más acertado para describir el regreso del creador a la capital alavesa.