En la sala reina un silencio sepulcral. Tenuemente iluminada, su centro está ocupado por el cadáver de un árbol carbonizado por un rayo. De sus paredes blanquísimas emergen cinco performers, que comienzan a acercarse al tronco azabache. Se acomodan sobre su superficie leñosa y comienzan a piar.

Entelechy es una de las seis instalaciones artísticas que conforman KLIMA, la primera exposición monográfica dedicada al dúo artístico Allora & Calzadilla en Bilbao. Se exhibe desde hoy –la inauguración está prevista a las 19.00 horas– hasta el 6 de enero del año que viene en Azkuna Zentroa

El inquietante hombre-pájaro

Comisariada por el director del centro de arte contemporáneo de Bilbao, Fernando Pérez, KLIMA reúne obras recientes de Jennifer Allora (1974, EE.UU.) y Guillermo Calzadilla (1971, Cuba). “En ella destaca tanto la naturaleza colaborativa y multidisciplinar de los artistas como los temas presentes en su obra: el tiempo geológico y la historia de la evolución de la vida en la tierra, la condición postcolonial, la justicia medioambiental, la deuda climática y las fuentes de energía”, ha explicado en una rueda de prensa a la que también ha acudido Itziar Urtasun, concejala delegada adjunta del Área de Cultura y Gobernanza del Ayuntamiento de Bilbao.

Entelechy, en particular, cristaliza el concepto de las fuentes de energía. Concretamente, la que emana de la luz solar. Realizada en carbón de un árbol alcanzado por un rayo, la pieza proviene de un bosque situado en Montignac (Francia). Ese es el lugar en el que un grupo de adolescentes halló en 1940 una cueva en la que se ha identificado una única pintura rupestre, que dibuja una silueta humanoide con rasgos de pájaro. De ahí la performance del grupo de artistas. Este espectáculo se activará todos los jueves a las 19.00 horas.

Los 'climas' que alberga Azkuna Zentroa

La pieza Lifespan (una muestra de roca con una antigüedad estimada de 4.000 millones de años, que cuelga en la sala contigua) también incluye una performance. Como en el anterior caso, ésta también se activará todos los jueves. Consiste en la acción de tres vocalistas que, a base de soplidos, impulsan un movimiento pendular que pretende "conectar el momento presente con los orígenes del planeta dentro de nuestro sistema solar", según Pérez.

Él y la artista no han podido estar presentes en esta cita con los medios de comunicación, pero en un vídeo grabado en la otra orilla del Atlántico Guillermo Calzadilla también ha expuesto que el título de la exposición, KLIMA, es un concepto que se remonta a la antigua Grecia: hace referencia a la orientación de las formas de vida hacia el sol. Las obras que reúne esta muestra cristalizan este concepto, razón por la que cada una constituye “un clima único” , un sistema ecológico o un ecosistema. Juntas, dan forma a "una confluencia cósmica que abarca los últimos 4.000 millones de años".

Miles de flores

En el cosmos que propone el dúo artístico también hay espacio para una afilada (pero poética) crítica al impacto humano en el medio ambiente. En los extremos de las estancias de la Sala Bastida, sede de la exposición, descansan cerca de 17.000 flores del árbol tabebuia, una especie autóctona del Caribe. Realizadas en cloruro de polivinilo reciclado, presentan diversos grados de descomposición, desde las recién caídas hasta las marchitas. Juntas, construyen la pieza Graft. La instalación invita a reflexionar sobre “los cambios medioambientales que están surgiendo con motivo de los efectos entrelazados de la explotación colonial y el cambio climático”, explica Azkuna Zentroa en una nota. 

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En ese sentido, la presencia de insólita de flores tropicales creadas a partir de un material de origen petroquímico es un presagio de “las inconmensurables pérdidas” que avanzan sin cesar tras tres siglos de expolio y violencia ejercida contra las personas que habitan en el sur global por parte de la rica Europa. 

Todas las obras citadas se exhiben en la Sala Bastida –junto a los Cines Golem Alhóndiga–, pero la muestra se expande hasta el auditorio, donde se proyecta The Great Silence. El vídeo se centra en el radiotelescopio de Arecibo y el bosque de Río Abajo, hogar de los últimos reductos de los loros Amazona vittata, en peligro de extinción.