El himno sin letra de la Unión Europea -oficial desde 1985- se estrenó por primera vez en 1824, en Viena. La capital del extinto Imperio Austriaco de los Habsburgo vio nacer entonces la Novena Sinfonía de Beethoven, que este año cumple su bicentenario. Para celebrar la efeméride, ciudades de todo el mundo, entre ellas Viena, París, Madrid, Barcelona, Buffalo (EE.UU.) o Praga, celebrarán sendos conciertos. 

La Novena Sinfonía, la obra cumbre del compositor alemán (Bonn, 1770 - Viena, 1827), considerada como una obra maestra de la música clásica, una de las cumbres musicales de la historia de la música y, como tal, de gran influencia en el movimiento musical romántico posterior, se ha convertido además con el tiempo en un símbolo de unión y fraternidad.

Esta sinfonía de carácter profundamente humanista, que por primera vez incluyó solistas y un coro, entre otras innovaciones, entre ellas también el uso de la percusión y su larga duración, de más de una hora, fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2002. Se estrenó con su compositor completamente sordo debido a una dolencia con la que lidió Beethoven mientras la componía.

El último gran representante del clasicismo vienés, no pudo escuchar las notas de la Novena Sinfonía durante el estreno de la obra, aunque sí supervisar a través de las partituras el trabajo de dirección de Michael Umlauf. Al terminar el concierto, tuvo que ser alertado por los músicos para darse la vuelta y agradecer al público los aplausos, que acogió la obra con entusiasmo. La celebración de este bicentenario comenzó el día 4, con el primero de los cinco conciertos de la Filarmónica de Viena en el Wiener Musikverein, a los que se unirá el día 7 el programado por la Sinfónica de la ciudad en el Wiener Konzerthaus. 

En Euskadi se podrá escuchar la coral del compositor alemán el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián. En Madrid, en el Auditorio Nacional de Música.