Willis Drummond se ha subido a un escenario en 58 ocasiones en poco más que el último año. Al grupo euskaldun de rock solo le faltan tres más para finalizar la gira de presentación en directo de su último disco, Hala ere (Tabula Rasa), y la novedad es que, en estos momentos, no hay fecha alguna para continuar con el proyecto. “ Paramos sin fecha de vuelta, pero sin dramatismos, con tres conciertos que serán fiestas”, adelanta a DEIA su cantante y guitarrista, Jurgi Ekiza (Baiona. 1980). El cuarteto se despide de su público vizcaino este jueves, en el Kafe Antzokia de Bilbao.
Autores de discos importantes en la escena de rock vasca como A ala B, Zugzwang o el citado Hala ere, Willis Drummond parecen haber acabado con la lengua fuera tras esos casi 60 conciertos ofrecidos en el último año. “El último disco fue muy bien recibido por la prensa y el público, y en directo, musicalmente, lo hemos pasado genial, pero ha habido momentos en los que no nos sentíamos tanto en nuestro lugar, viviendo una sensación de deja vu a veces, como si repitiéramos lo de las giras anteriores sin hacer cosas realmente nuevas”, indica el vocalista.
El resultado es claro, según Jurgi: “cansancio mental y, dada la energía que piden los bolos, algo de cansancio físico también”. Por lo tanto y dado que, reconocen, todos sus integrantes cuentan con proyectos personales para 2024, “sean musicales o no”, han optado por “no abrir un nuevo ciclo” de Willis Drummond. “Sentimos una verdadera necesidad de parar. No pensando en la próxima etapa, y organizando ya nuevo disco, o nueva gira, sino parar de verdad sin saber lo que va a ocurrir en los meses y años que vienen”, confiesa Jurgi.
“Nuestros seguidores también igual necesitan un poco de descanso, porque desde 2016 y a pesar de la pandemia, casi hemos publicado algo cada año y hemos tocado mucho”, prosigue el vocalista. El grupo pasó de cuarteto a trío, para regresar al formato original y alternar en los escenarios los formatos acústicos y eléctricos, mientras editaban su penúltimo disco, Tabula Rasa, y el libro de fotos de Jon Iraundegi, con Ep incluido. El corte, obligado, solo se produjo por la pandemia, de marzo a noviembre de 2020. “!Creo que es hora de callarse un poco!”, indica Jurgi.
Fiestas finales
El “parón sin fecha de vuelta” de Willis Drummond tendrá lugar con tres últimos conciertos: este jueves 14 en el Kafe Antzokia de Bilbao; el 30 de este mes en Biteri Kultur Etxea, en Hernani, y el próximo 5 de enero en Intxaurrondo Kultur Etxea, en Donostia, donde se han agotado ya las entradas. “Tampoco queremos ser alarmistas o dramáticos. Por eso insistimos en que esas tres últimas fechas sean fiestas”, pide Jurgi.
En Bilbao contarán con Joseba Irazoki para abrir el concierto, porque “nos encanta lo que hace con los Lagunak, con Rüdiger y en su proyecto en solitario; puede encontrarse solo frente a 600 personas y hacerlo genial”, explica Jurgi, quien solo tiene palabras de agradecimiento para el Kafe Antzokia y sus gestores. “Ha sido un lugar muy importante, igual el más importante, en nuestra trayectoria, y nos parecía imposible dejar de tocar sin despedirnos y agradecer todo lo que han hecho por nosotros y para la música en directo en euskara”, apostilla. El grupo tocará en solitario en Hernani y en Donostia con la banda punk feminista de Iparralde Zetkin y con varios Djs.
Respecto al repertorio de estos conciertos, los Drummond adelanta que interpretarán un setlist largo, de hora y media de duración con “canciones de todos nuestros discos” que será común para las tres citas. “Pero en el de Donostia tendremos unas sorpresitas más que preferimos no anunciar y guardarlas para los que acudan”, indica Jurgi, que concluye recordando una gira que “ha ido muy bien en general” y que ha alternado recitales en Euskal Herria y el Estado, y que pasó también por Japón y Corea. “Allí vimos de todo, del bar a la sala de 200 personas”, concluye el cantante.