La actriz y productora estadounidense Jessica Chastain se encuentra ya en Donostia para imprimir glamur al Festival de Cine, que en esta 71 edición ha visto cómo repercutía la huelga de guionistas y actores de Hollywood en su alfombra roja. Con Chastain como gran estrella del Festival, su llegada atrajo a cientos de seguidores que tuvieron como premio la simpatía de la cautivadora interprete californiana.

Su llegada ayer lunes al hotel María Cristina, donde la esperaba el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, se hizo esperar, pero no defraudó y compensó a los fans que aguardaban apostados tras las vallas. La actriz empleó casi 20 minutos en saludarlos a todos, ninguno se que quedado sin un abrazo, un autógrafo o un selfi.

“A mí me ha tocado abrazo, firma y foto”, decía emocionada Elaia, una joven que esperaba ver únicamente a la actriz, no le interesan otros protagonistas del día, como a una de sus amigas, que quiere saludar a Hugo Silva, cuya llegada también estaba prevista para ayer .

Chastain, que en 2021 se hizo con la Concha de Plata por su personaje en Los ojos de Tammy Faye, con el que logró también el Oscar, llegó desde el aeropuerto de San Sebastián ataviada con un informal traje de chaqueta amarillo, zapatillas blancas, gafas de sol negras y una camiseta blanca del sindicato SAG-AFTRA con la que muestra, como hizo ya en Venecia, su apoyo a la huelga de actores de Hollywood.

La actriz, protagonista de títulos como La noche más oscura y Molly’s game, presentará en el Festival de San Sebastián Memory, incluida en la sección Perlak, junto al director de la película, Michel Franco, mañana miércoles.

Pero en la cuarta jornada del certamen donostiarra, que se clausurará este sábado, recibió también a otras caras conocidas de la gran pantalla como el danés Mads Mikkelsen, que combina sus papeles en el cine europeo con grandes producciones norteamericanas, como la última entrega de Indiana Jones.