Un pujador anónimo pagó 130.000 euros por un cuadro del pintor vasco Ramiro Arrue en una subasta celebrada hace unos días en la localidad laburdina de San Juan de Luz, una cantidad que doblaba el precio de salida y que sorprendió a la propia casa subastadora. El emblemático pintor bilbaino, Ramiro Arrue, dio la sorpresa en la subasta, por una de sus pinturas que representa una escena de la vida rural y que se vendió por el doble de su precio de salida.

La pintura, titulada Un pueblo vasco, representa a dos grupos de personas frente a un frontón de pelota, con los pelotaris vestidos de blanco ante la generación mayor ataviada de negro, con la cruz de un calvario y montañas que rodean la escena. En la obra se reúnen todos los elementos de una iconografía perfecta del País Vasco propia del autor, formas simples y colores en un lienzo clásico de Ramiro Arrue.

Estimada en 60.000 euros, la pintura propició sucesivas pujas en la subasta en San Juan de Luz, y tras el último golpe de martillo el óleo sobre lienzo se situó en 130.000 euros. “No lo esperábamos”, manifestó Arnaud Lelièvre, el subastador a cargo de la venta. Para el experto, Ramiro Arrue es la punta de lanza del arte vasco moderno, “ahora reconocido como uno de los pintores clásicos más importantes del país”.

Tras una etapa en París durante su juventud, el pintor bilbaino regresó dotado con toda la modernidad de la época en sus pinceles. “Fue el primero en simplificar las formas y dar importancia a los colores planos. Desde los 16 años, ya poseía un dominio impresionante del pincel”, explicó Arnaud Lelièvre.

Solo una de las obras del pintor de las once sacadas a la venta no encontró compradores. Otra pintura suya destacó en la subasta, el Retrato de Suzanne al atardecer, “una pintura muy interesante desde un punto de vista histórico ya que en ella Ramiro Arrue inmortalizó a su esposa, Suzanne Blanché”, dijo Arnaud Lelièvre. En la subasta, un retrato fotográfico del artista fue también adquirido por el Museo Vasco de Bayona.

Pintor, ilustrador y ceramista, Ramiro Arrue y Valle nació en Bilbao (20 de mayo de 1892-1 de abril de 1971) en el seno de una familia de artistas en la que sus tres hermanos mayores, Alberto, Ricardo y José, también fueron pintores y con frecuencia realizaron exposiciones conjuntas con él. Su padre, Lucas Arrue, era un coleccionista de arte que vendió sus colecciones (incluyendo un Goya) para pagar la formación artística de sus hijos.

A los 19 años, Ramiro viajó a París para tomar cursos en la Académie de la Grande Chaumière, y mientras vivía en Montparnasee se asoció con sus compatriotas Ignacio Zuloaga y Paco Durrio, así como con el escultor Antoine Bourdelle, que se convirtió en un amigo íntimo, e igualmente estuvo asociado con Picasso, Modigliani y Jean Cocteau. En 1911, Arrue expuso en el Salon des Artistes français. En 1922, con sus amigos Philip Veyrin y William Boissel, fundó el Museo Vasco de Bayona.