La normalidad, ese concepto etéreo que en los últimos años ha adquirido un nuevo significado y que ya en verano de 2023 todos dan por hecho, está llegando con más lentitud a la actividad internacional de las compañías de teatro. Sin embargo, Markeliñe ha logrado dar un paso al frente anunciando una gira en Asia con la que finalmente podrá saldar cuentas con ese pasado anterior a la crisis sanitaria. “Hacía tiempo que estaba pendiente”, admite Jon Kepa Zumalde, miembro de la compañía zornotzarra, quien concreta que antes de la pandemia casi un 20% de sus funciones las ofrecían en el extranjero. “Estamos viendo que hay un proteccionismo hacia lo local, se trata de premiar a las compañías cercanas porque estos años han sido duros”, explica el actor y creador, quien confía en, poco a poco, poder ir salvando esa distancia para llegar a las cifras de antaño. Con la obra Euria, que trata sobre cómo sobreponerse al duelo, demostrarán que el teatro trasciende cualquier límite geográfico.
Markeliñe participará en el Festival de Verano de Assitej de Seúl, en el que ofrecerán dos funciones diarias los días 22, 23 y 24 de julio, y en Ricca Ricca Fest de Okinawa, en Japón, donde actuará los días 28, 29 y 30 de julio. Cuenta Jon Kepa Zumalde que fueron una de las 14 compañías elegidas entre 400 de todo el mundo para participar en el congreso mundial que debía celebrarse en Japón en 2020. “Pero llegó la pandemia y todo se fastidió. Desde entonces nos han llamado todos los años para que pudiéramos actuar, pero lo hemos tenido que ir retrasando”, relata este miembro de la compañía zornotzarra. Después de ofrecer una muestra por streaming en 2021, mañana parten hacia el continente asiático. “Un viaje tan largo lleva muchos gastos, aprovechando que vamos hasta ahí pasamos también por Corea del Sur”, revela.
En palabras de Jon Kepa Zumalde, “afortunadamente”, parece que las cosas se están reconduciendo. Aunque desde 2020 han podido ofrecer alguna representación en Iparralde o Portugal, el mercado internacional sigue estando complicado. “Nos cuesta más salir, y no solo a nivel internacional, sino también a nivel estatal. Los circuitos han estado cerrados a las compañías de fuera y es ahora cuando se están empezando a abrir”, evidencia Zumalde. Este cerrojazo lo han percibido aún más teniendo en cuenta que dos años antes de la pandemia estuvieron en diez países diferentes con varias obras y, al año siguiente, en nueve. En esos años viajaron por diferentes países de Centroamérica, llegaron a Marruecos, Rusia o La India. “Son viajes que nos han aportado mucho culturalmente hablando”, considera.
Lenguaje Universal
Apunta este miembro de Markeliñe que en numerosas ocasiones les han insistido en que como no utilizan la palabra, el lenguaje que emplean –basado en el gesto, en la imagen y en la música– les facilita el poder viajar más. “La cuestión no es que nos entiendan, sino que les llegue lo que queremos transmitir”, apunta Zumalde. “Es un reconocimiento a unas creaciones que por su temática y tratamiento son universales”, advierte, por su parte, Joserra Martínez, otro de los miembros de la compañía. En el caso de Euria, además, expone que tratan “el duelo pensando en el público infantil, desde una perspectiva poética y, en ocasiones, divertida”. En ese sentido, han sabido rebasar las barreras culturales al tratar un tema tan complejo y con tantas aristas. “Para nosotros es una gran alegría que funcione aquí o en cualquier país”, señala Zumalde, quien indica que, al tratar todas las fases por las que transcurre una persona durante un duelo, el cariño y el respeto han sido los parámetros por los que se han regido.
A juicio de los miembros de Markeliñe, es un espectáculo para el que no pasa el tiempo. Estrenado en 2017, Euria recibió varios galardones como el Premio al Mejor Espectáculo en Feten (Feria Europea de Artes Escénicas para niños y niñas de Gijón) y los Premios al Mejor Espectáculo y Mejor Intérprete Femenina en FITC (Festival Internacional de Teatro Familiar de Bucarest). “Avalados por esos reconocimientos comenzamos a hacer giras por Francia, Brasil, Portugal e incluso Emiratos Árabes”, revela Jon Kepa Zumalde sobre la obra, que cuenta con tres actores. El personaje principal es interpretado por Fernando Barado, mientras que Itziar Fragua y Nerea Martínez representan al ser querido y a la esperanza. “Entre las dos intentan reconducir al pobre hombre que está perdido en sus dolores, en su lluvia interior, y tratan de hacerle ver que la vida sigue”, expone el componente de la compañía antes de detallar que con pocos elementos, pero muy simbólicos, los niños captan la esencia de la obra. “Todas las metáforas se entienden, hemos acertado en cómo contarlo”, concreta.
“Los circuitos han estado cerrados a las compañías de fuera y es ahora cuando se están abriendo”
Markeliñe es una compañía con varias obras en cartelera gracias a una plantilla compuesta por 12 personas y varios colaboradores habituales. Este último fin de semana han actuado en Labastida con Carbon Club, un espectáculo de calle nocturno que se estrenó en 2005. “Después de muchos años vamos a poder representarlo por primera vez en Bilbao, en el hall del Palacio Euskalduna, en Aste Nagusia”, adelanta Zumalde sobre este homenaje a los hombres y mujeres que trabajan en la mina. Además, hoy mismo llevarán a Amorebieta el espectáculo Psike, que lleva dos años prácticamente sin poder representarse debido a las restricciones de la pandemia. “Tenemos algunas funciones por confirmar, pero este verano vamos a funcionar bien tanto en Euskadi como en el extranjero”, concluye este miembro de la compañía, quien menciona otras obras como Chef nature o Andante, con las también tienen opciones de irse de gira.
