A Pedro Ruiz, a sus 75 años, le han pasado tantas cosas, y tan reveladoras junto a personajes famosos como Cela, Felipe González, Puyol, Adolfo Suárez, Fernán Gómez o Julio Iglesias, que las ha agrupado en su espectáculo actual.

Su función anterior, ‘Loc@s’, también la estrenó en Bilbao.

Esta ya la hice en dos ocasiones antes de la pandemia. Ahora, la he recobrado y renovado. El Campos y Bilbao son sitios donde siempre me tratan bien, y no es peloteo. El público vasco sirve como baremo para saber cómo funciona una función. La actual es muy heterodoxa.

¿Por qué?

Estoy con la gente como en el salón de nuestras casas. Hablo de muchas cosas y hay vídeos que dan testimonio de lo que cuento, que es muy divertido. Lo cuento, lo canto, lo parodio, y puedo extenderme. No es un texto aprendido totalmente de memoria, sino que admite la respiración y la reacción del público.

Una no, habrá muchas anécdotas en el nuevo espectáculo.

Oscar Wilde decía que hagamos lo que hagamos se nos recordará por una. Yo seré el que se inventó Estudio Estadio, salió con Fulanita o anunció preservativos, por decir cosas que he hecho. Al final, cuento unas 60 anécdotas que atañen a Felipe González, Adolfo Suárez, Sara Montiel, Carrillo, Puyol, Julio Iglesias, Cela, Fernán Gómez… Recuerdo cosas que me dijeron de verdad, pero las divertizo un poco.

Dijo que quería pasar por la vida sin salpicar a nadie. ¿Alguna de esas anécdotas pueden molestar?

No lo haría nunca aunque me puedo equivocar. Si ha sido así, pido excusas, porque siempre que he dicho algo en contra de alguien he recordado después que tiene madre. Mi vida se podría resumir con la frase: no quiero ensuciar más de lo que ya nos ensuciamos todos los días.

¿Qué puede adelantar?

La del caballo que le regalé a Estefanía de Mónaco en un programa de televisión. Se verá en una pantalla, en el Campos. Se lo llevé a Mónaco y acabó en un circo porque se cansó de él, pero solo te diré que al final no lo pagó el patrocinador del programa, un gran centro comercial.

¿No me diga que lo hizo usted?

Solo diré que no se pudo decir el nombre en televisión y que no voy a anticiparlo.

¿Busca solo hacer reír?

No quiero ponerme como ejemplo, pero las cosas que me ocurren, al tener una vida muy intensa y frecuentar muchos ambientes, sirven de síntoma. Si eres joven y no sabías quién era el padre de Matías Prats o no recuerdas a Urtain, lo que cuento te puede servir para saber cómo funcionaban las cosas. En el caso del boxeador, cuento cómo se manejaba la censura entonces y se puede decir que eso ya no pasa. Bueno… puede pasar, ocurre siempre que falta la libertad.

“La independencia es soledad”, me dijo en una entrevista.

Lo recuerdo, no tengo cabeza sino una putada. Me acuerdo de todo. Y no, no me he bajado del carro.

¿Tampoco en lo personal? Nos entran miedos al envejecer.

Mi miedo es el contrario, ya que tengo 75 años y no he ido al médico en los últimos 40. Empiezo a sospechar que soy de plástico. Si me encuentro mal, iré a un veterinario, que es más barato.

Buena salud, ¿vicios caros?

Ninguno como la independencia, aunque no se consigue del todo y obliga a hacer muchos zig zag.

¿Vuelve a la televisión pública?

El 29 de enero se cumplieron 19 años de mi ausencia. He presentado proyectos, pero no me han hecho caso. Esta vez parece que sí.

¿Lo ha firmado ya? Como gane el PP las próximas elecciones...

Bueno, entonces volveré a ser independiente de otros. No digo que haya estado prohibido, sino que no he podido trabajar con los gobiernos de Zapatero y Rajoy. La conversación actual es seria, creíble y cordial.

Es crítico con cierto tipo de tele.

La pública es mi casa, la pagamos todos, y suelo volver a ella, a la 2, por ejemplo, porque no ha caído en lo que otras. Las privadas son concesiones del Estado, como las farmacias. Estas no expenden droga, pero lo que se vende en programas de Mediaset está, desde el respeto a sus muchos buenos profesionales, llena de maldad. Y todo la suciedad que chorrea desde arriba acaba debajo.

No ha votado nunca.

Te responderé a lo Groucho: si no me votaría a mí, ¿cómo voy a votar a otro? Tengo buena relación con algunos políticos, pero no me fío de ninguno porque sé que las presiones que sufren y sus defectos no permiten cumplir lo que prometen.

Creo que está trabajando en un nuevo libro de poemas.

Los escribo todos los días para tener el cerebro activo. Se titula 20 poemas de amor de una nación esperanzada. Me considero un poeta que hace piruetas. l