El escritor y actor Pablo Rivero (Madrid, 1980) de la serie 'Cuéntame cómo pasó' ha recalado en la capital vizcaina para presentar su cuarta novela: 'La cría', un thriller psicológico con el pequeño Lucas como protagonista en el que aborda y da una vuelta de tuerca a la sobreexposición en redes sociales de menores por parte de los padres [sharenting] y a la violencia vicaria. Y de paso, anima a reflexionar sobre todo ello.

PREGUNTA: ¿Cree que sigue prevaleciendo su faceta como actor o ya empieza a ser conocido por sus novelas?

RESPUESTA: Siempre acabo hablando de mi trabajo como actor porque está relacionado. Aprovecho el trabajo que he desarrollado como actor también para crear los personajes de las novelas y para encarar el trabajo de estas. Va implícito, pero como actor no necesito una promoción y las entrevistas me las hacen por el interés que suscitan las novelas.

P: ¿Cree que algún día llegará a tener la misma proyección como escritor que como actor?

R: Es difícil saberlo. Al fin y al cabo son dos carreras de fondo; eso lo tengo claro. Soy bastante constante y creo mucho en el trabajo, entre otras cosas porque me gusta. No es algo que haga obligado o por decisión, me sale sólo.

P: ¿En quién se ha inspirado para los personajes de este thriller?

R: Para crear a Lucas, el niño famoso en Instagram que después desaparece, en ninguno en concreto. Pero tenía claro que era muy importante tratar el peligro que conlleva la exposición en redes sociales y sobre todo de menores. Una vez decidida la trama, he moldeado a los demás personajes para que el lector nunca supiera quién es el culpable sino que sospechara de todo el mundo. 

“Dicen que mis libros son de terror. Pero a mí lo que me da miedo son las cosas que creo que pueden suceder”

P: ¿Y por qué el sharenting?

R: A veces me dicen que mis libros son de terror o de miedo. Pero a mí lo que me da miedo son las cosas que creo que pueden suceder. He investigado mucho. En la mayoría de los crímenes de pederastia y sobre todo en crímenes a mujeres, por desgracia, las víctimas han sido contactadas por Internet. Son personas anónimas que crean perfiles falsos o les engañan. Hay una serie de peligros que tienen que ver con esa exposición en redes sociales. Este tema me parecía carne de cañón para el argumento de una novela negra.

P: ¿En la vida real cree que un caso de sharenting podría desencadenar en un secuestro o una muerte?

R: Muerte o secuestro no lo sé, pero sí que se pueden dar muchísimos casos de pederastia. Al final, cuando una persona comparte una información suya, la persona que se encapricha del menor tiene muchísimos datos sobre este. Puede compartir las fotografías con otras personas. Incluso puede hacer que circulen en redes de pederastia o entre pedófilos. Las fotos pueden acabar también en la deep web. Al fin y al cabo los adultos, sin darse cuenta del peligro que conlleva, dan datos de localización como el lugar de veraneo, colegio, etc. Entonces, de esa manera es mucho más fácil para los pedófilos ponerse en contacto con los menores creando identidades falsas. Son cosas que por desgracia están a la orden del día y cuando hablas con especialistas te las cuentan.

“Me gustaría que el libro pudiera despertar la atención de los padres y que sepan que estas cosas ocurren”

P: Su libro puede contribuir a que los padres sean conscientes del peligro que conlleva sobreexponer a sus hijos cuando son menores...

R: Este libro ofrece la información. Además, mucha está sacada de profesionales y eso es una ventaja... Lo que me gustaría no es que la gente dejará de compartir fotos de sus hijos, pero sí que hagan una práctica responsable de las redes sociales.

P: ¿Podría servir como enseñanza para quienes hacen ciberbullying?

R: Me gustaría que el libro pudiera despertar la atención de los padres y que sepan que estas cosas ocurren. Es una novela de disfrute, obviamente, pero está bien tener claves. El terror y el thriller están en las cosas que tenemos alrededor.

P: Hace un guiño al caso de Madeleine McCann.

R: He hecho varios homenajes a casos que me han obsesionado. Me interesaba reflejar el tema de cuando la posible víctima te está dando la respuesta. Alguien que llama y te dice “alguien se lo ha llevado” es muy sospechoso. En el libro he querido reflejar que este tipo de casos, sobre todo, ocurren por violencia vicaria o por gente de alrededor de la criatura. Los culpables muchas veces, por desgracia, son los propios padres. 

“Ya estoy trabajando en un nuevo libro. Muy bestia y muy negro. Más parecido a mis anteriores libros”

P: ¿Algún padre le ha dicho que su libro le ha servido para saber cosas que antes no conocía?

R: Sí, muchos que conozco. Me lo han dicho en persona después de leer el libro. Incluso lectores que no conozco y que me han escrito para decírmelo. Los primeros mensajes siempre suelen ser sobre el impacto y la tensión que les ha generado la trama. Después de eso entra el debate y me dicen, efectivamente, que no sabían el peligro que podía conllevar la exposición de sus hijos en redes. Creo que eso está muy bien porque al final las cartas se ponen sobre la mesa.

P: ¿Y cómo fue esa experiencia de narrar el audio libro?

R: Muy chula, la verdad. No lo había hecho nunca. Justo acababa de escribir el libro y publicarlo. Fue muy bonito volver a leerlo del tirón. Tuvo esa magia. Una experiencia muy gratificante.

P: ¿Algún otro libro en mente?

R: Sí, estoy ya trabajando en uno. Tengo la estructura bastante avanzada. Una vez acabada sería ponerme a escribir. Va a ser también un thriller. Muy bestia y muy negro. Será menos policíaco que el último ya que no será un caso. Se tratará de alguien que aterriza en una trama muy oscura... Va a ser más parecido a mis anteriores libros.