Sebastián Yatra: "Esta gira es una locura, deja al público boquiabierto"

Tras un éxito increíble desde sus inicios con los discos 'Mantra' y 'Fantasía', se tomó un parón de varios años. ¿A qué respondió, cuál fue la razón?

—Eran unos años en los que había mucho que vivir y sobre lo que reflexionar y procesar antes de hacer canciones. Y luego estas fueron llegando coincidiendo con momentos muy decisivos para mí en estos últimos tres años, en los que alterné emociones muy elevadas con otras muy bajas. Y ahí me fui encontrando con todo esto del dharma y llegó el momento de darle nombre a esas canciones.

Sabe que en el negocio tan fluctuante de la música quien se para más de un año puede pasar al olvido. ¿Prefirió arriesgarse hasta tener claro el disco que quería hacer?

—Seguí con las canciones pero es cierto que sacar un disco es lo que te mantiene vigente, como los conciertos en vivo o diferentes proyectos, incluidos los televisivos como La Voz Kids, donde estoy trabajando como coach, o la serie de Netflix. Aprendí que no hay que vivir esto desde la ansiedad y el miedo. Lo que será mi vida, será. Estoy enfocado en el momento y en disfrutar mi vida a mi ritmo.

Si el anterior era 'Fantasía', ¿el actual es la realidad?

—Un poco sí.

Por cierto, ¿qué significa el título? ¿Tiene que ver con el karma y con aceptarse a uno mismo?

—Eso es, pero no solo aceptarse a uno mismo, también a la situación y las circunstancias, y a aprender a vivir con ellas no desde lo feo sino desde el amor. Al abrazar las cosas como si las hubieras elegido, al aceptarlas, trabajas y sigues para adelante, creando tu nueva realidad. Así se vive en el amor y en el presente. Por eso, Dharma tiene que ver con mi forma de ver la vida y lo que quiero compartir con la gente.

Ha dicho que es su disco más sincero y autobiográfico. ¿En qué se nota?

—En las letras, sin duda. Hay que indagar en ellas.

Y hay también mucho amor en él ¿no?

—Un montón, sí, un montón. En estos últimos tres años lo he sentido más que nunca. Por eso es tan de verdad cada palabra de las canciones.

¿Es más fácil escribir desde la experiencia personal o el creador debe saber incorporar también las experiencias de personas cercanas e historias de ficción?

—Siento que es importante saber incorporar historia de ficción, tanto como crear música desde la óptica de personas cercanas. Pero, por supuesto, cuando hablas desde la experiencia y las canciones tienen nombre y apellidos, la música se hace más específica y concreta. Y al cantarla, si se convierte en general y todos se identifican con ella, ahí está magia. Sucede con Mi pedazo sol o La niña de mis ojos.

El disco incluye múltiples colaboraciones. Entre ellas destacan las de dos mujeres españolas: Rosario y Aitana. ¿Cómo surgieron las colaboraciones y qué aportaron a sus temas respectivos?

—Son dos de mis colaboraciones favoritas del álbum. Ambas representan a la mujer española, independiente, empoderada y talentosa. Son dos mujeres magnéticas que entran en cualquier cuarto y roban la atención para bien, además de que están dejando un mensaje lindo con su carrera para la gente y la juventud. Las admiro a ambas tanto desde el punto de vista personal como musical, y las dos sumaron cosas incalculables a las canciones en la que participaron: Rosario en el caso de Dharma y Aitana en Las dudas.

Esas colaboraciones aquí empezaron con Juan Magán hace tiempo. ¿Fue importante para iniciar su carrera?

—La de Juan fue mi primera colaboración internacional grande junto con Cali y el Dandee en la canción que compartimos, titulada Por fin te encontré. Es un tema que me cambió la vida y siempre se lo agradeceré. Juan tiene un talento increíble

¿Cómo va esta gira? Los promotores adelantan que viene con sorpresas y un gran montaje técnico.

—La gira es una locura. El show es un espectáculo que dejará al público boquiabierto con la música, los visuales, los arreglos... La gente podrá sentir de todo y se verá reflejada en múltiples emociones. Es un show imperdible y quien asista va a bailar, llorar, reír, pelear hasta el piso, llamar a sus ex, van a volver con ellos (risas)... Van a hacer de todo.

¿Qué le aporta su carrera como actor, se siente cómodo ante la cámara?

—Me abre la mente a nuevas formas de ver, actuar y sentir. Las nuevas experiencias te nutren muchísimo, y yo quiero llevar mi mente y mi vida a todo lo diferente que pueda. He podido trabajar con actores españoles como Rossy de Palma, Itziar Castro y Asier Etxeandia. Bueno, Asier es del País Vasco...

Luchó por el Oscar de Hollywood en el apartado de mejor canción original por 'Two oruguitas', incluida en la película de animación 'Encanto', de Walt Disney Producciones. Aunque no lo consiguiera, solo estar nominado le puso en el espejo internacional.

—Lo viví totalmente en el presente y conectado. Me marcó para siempre esa experiencia de estar tres minutos parado en esa tarima, que viví como una semana entera de mi vida. Nadie me lo puede quitar ya, es una experiencia que vivirá conmigo para siempre.

"Trabajar como actor o en televisión me abre a nuevas formas de ver, actuar y sentir. Me nutre muchísimo"

"Cuando hablas desde la experiencia y las canciones tienen nombre y apellidos, la música se hace más concreta"