La controvertida disolución de Extremoduro dejó sin ganas a Iñaki 'Uoho' Antón (Bilbao, 1964), el guitarrista que se dio a conocer con Platero y Tú, compartiendo escenario con Fito. Recuperada la ilusión dos años después, Uoho publica Interpretaciones Acto 1 este martespublica Interpretaciones Acto 1, el primero de cuatro discos en el que revisa las canciones de sus grupos con un sonido actualizado, de Puta a Cómo has perdido tú. Además, Uoho estará como invitado especial en el concierto de Fito y Fitipaldis en San Mamés. "Estoy con la misma ilusión que cuando empezó Platero", explica.

¿Contento o acojonado?

-No son incompatibles ¿no? Estoy con nervios, ilusión y mucha curiosidad. Los nervios cambian de forma pero están ahí siempre, solo que gestionados de otra manera, según vas aprendiendo. Implican tensión y que te importa lo que haces y cómo se recibe. Si sales a tocar como quien va a por el pan. Eso no debe ser divertido.

¿Se siente como si empezara de cero?

-Sí, así es en muchos aspectos. Proyecto nuevo, sonido nuevo, empiezo a cantar, espacio diferente en el escenario€ Eso sí, con mi experiencia. Me está recordando a la ilusión de cuando Platero y Tú empezaba, a esas sensaciones. Es algo muy guapo. Es el anti-funcionariado, tratar de currárselo como al principio, con aquella ilusión. Me he quitado 30 años de encima.

Siempre como lugarteniente, ¿cómo le sienta el traje de líder?

-Aún no me lo he puesto (risas). Este proyecto lo concibo como una banda aunque sí estaré ahí, en el centro y cantando. Si cualquiera de los cuatro dejara de tocar, eso no funcionaría. Aquí hay un equipo jugando.

¿Cómo surgió este proyecto?

-Me lo propusieron. Llegó tras la pandemia y los problemas con la gira de Extremoduro. Llegué a estar harto de lo que rodea a la música, no de ella. De su parte de negocio.

¿Es cierto que ha estado dos años sin tocar la guitarra?

-Totalmente, y sin escuchar música. Lo sustituí por jugar con los niños, sacar a pasear a los perros, leer libros. No fue voluntario ni provocado, pero no sentí ganas de acercarme a ningún instrumento ni a los vinilos. Después, llegaron las ganas, en julio de 2021, cuando se juntó la banda.

¿Qué fue lo primero que oyó tras esos dos años?

-A Pink Floyd, toda su discografía, paseando a los perros y cada día un disco; y luego a Bach. Me empezó a picar el gusanillo.

El controvertido final de Extremoduro no tuvo nada que ver con el de Platero ¿verdad?

-No, nada. La vida está llena de finales, pero este fue (duda)

¿Doloroso?

-Doloroso lo son todos, pero este resultó muy frío. Aprendemos cosas continuamente. Me separé de mi mujer hace casi 20 años, dejamos Platero, dejé de tocar un tiempo. Con Platero siempre hubo buen rollo, no conocía esta variante de los finales. Así se aprende.

¿Cómo dio el primer paso del proyecto actual?

-Nos juntamos los cuatro músicos, todos de Extremoduro. Están el bajista Miguel Colino, el batería José Ignacio Cantera y el teclista Aiert Erkoreka. Pensamos en un posible cantante, pero nos ofrecieron una gira si cantaba yo en un repaso a mi trayectoria. En ese momento, resultó perfecto. Nos dimos tres meses de prueba, pero al principio fue un desastre. No soy un cantante con una gran voz y experimentado, pero podemos hacer rock.

¿Le costó?

-Mucho. Estaba cómodo en mi esquina del escenario mirando a mi cantante correspondiente por el rabillo del ojo, viendo si necesitaba ayuda o lo dejaba solo porque se había ido arriba. Ese era mi sitio y colocarme ya en el centro del local de ensayo se me hizo muy raro. Y en el escenario ya te contaré (risas).

El otro día Gari decía que no se sentía cómodo con su voz.

-En broma siempre he dicho que el cantante tiene mucha cara, que es un echado para adelante; alguno incluso tiene mucho ego (risas). En el estudio he conocido a muchos cantantes que piensan como Gari. Nos oímos dentro de la cabeza, del sistema auditivo; si lo hacemos desde fuera, como el público, flipamos. Puede que a él le pase algo de eso a pesar de su voz personal y chula, preparación y enjundia musical. A estas alturas no debería tener esos problemas€ Si le pasa es que le importa lo que hace.

Publica 'Interpretaciones Acto 1'. ¿Cuántos discos serán?

-Son canciones mías o compartidas. De momento, hemos grabado ocho, pero la idea es editar cuatro discos con la duración de un vinilo cada uno. Ahora saldrán en plataformas, antes que en vinilo y habrá unas 32 canciones para que sea un formato de calidad. Serán cuatro actos. Todas las canciones que grabaré fueron concebidas para dos guitarras, pero ahora habrá una sola y un órgano.

Hay cierto cambio de sonido.

-Claro, junto al de mi voz. No había referencia previa alguna antes de las maquetas que trabajamos. Primero nos vamos a ordenar y girar, y luego llegarán canciones nuevas y discos. Estamos en periodo de construcción de la banda. Sobre el futuro, hay solo apuntes.

Al revisar clásicos le van a mirar con lupa. Lo sabe ¿no?

-Bueno, cada uno€ El primero seré yo, igual con menos aumento. Voy a mi aire, sin paranoias. Hacemos música para el que quiera coger la lupa lo haga y escuche.

¿Qué hay del repertorio, se ha dejado llevar por sus favoritas?

-Hay favoritas mías y del público, así como rarezas. Las primeras que elegí fue las que sentía más cerca de mi personalidad, en el caso de Platero, pero algunas de Fito que me gustan mucho también las haré. Y de Extremoduro e Inconscientes, igual. Y alguna conocida o famosa, pues también habrá que tocar. La gira durará hasta finales de 2023 y busco diversión y buen rollo en los conciertos.

¿Está con ganas?

-Sí, es como ir al dentista, a ver si me llaman ya y subo la primera vez.

Esta historia coincide con el anuncio de que tocará con Fito en San Mamés.

-Estuvimos ya juntos en su última gira, en el BEC. Hace meses que me llamó y me lo propuso. Le dije que tocaremos lo que él quiera, que hay tiempo para elegir. Lo lógico es que sea algo de Platero. Creo que serán dos: una sería poco y más, demasiado porque habrá un montón de invitados más.

¿Sabe si se grabará el concierto?

-No dispongo de esa información, pero habiendo presupuesto para cámaras y realización en directo de ellas es relativamente fácil grabar un directo por pistas, tanto el sonido como la imagen. Me imagino que sí, luego pensarán qué hacer con él. Sería el proceso lógico.

Recuerdo el abrazo y las sonrisas de Fito y suya en el BEC. Mucha gente pagaría mucho dinero por ver a Platero una última vez.

-Es que cada uno estamos con lo nuestro, de mí a Fito y a los de La Gripe, que están preparando otro disco. Pero ¿quién tiene respuestas para el futuro? Lo que puedo decir es que allí, en el BEC, 17 o 18 años después, sentí como si los Platero hubiéramos tocado hace 15 días. Estar en el escenario y ver a Fito por el rabillo del ojo es sentir que todo va a ir bien, una auténtica gozada. Sentí una gran emoción.