El festival Loraldia, que cuenta con la colaboración de DEIA, ofrece este miércoles, en la Biblioteca de Bidebarrieta, la traslación al directo de Belar hostoak, el disco que grabó Txomin ArtolaBelar hostoak a finales de los 70 en homenaje a Walt Whitman. Y 45 años después lo interpretará un grupo de músicos liderado por su hijo Urbil, que estará acompañado por los recitados de la poetisa Amaia Lasa. “Whitman, que escribía sobre paz y armonía, sigue vigente. Sus poemas parecen escritos hoy”, explica Urbil a DEIA.

La 8ª edición de Loraldia recuerda este miércoles a Whitman en Bidebarrieta, gratis y a partir de las 19.00 horas, con una propuesta que aunará la poesía del poeta estadounidense llevada al euskera por Amaia Lasa y un concierto liderado por Urbil Artola, que repasará íntegro Belar hostoak, disco grabado por su aita, Txomin, en 1978. Whitman transformó la poesía de su país en el siglo XX y la llevó a la modernidad.

La producción, impulsada por Loraldia Kultur Elkartea, surgió con la intención de “ofrecer un homenaje” a Whitman, el poeta de la paz, la armonía, la naturaleza y el mundo animal, a través de la “reinterpretación en vivo” de Belar hostoak, disco de culto que Txomin Artola creó en verano de 1975, coincidiendo con un toque de queda del franquismo. “Mi aita se refugió en la poesía de Witman y trabajar con ella le sirvió para escapar de ese entorno dictatorial”, recuerda su hijo, Urbil. “Lo compuso él solo, con su guitarra, y luego lo grabó con la gente de Errobi”, prosigue.

Txomin Artola registró las ocho magníficas canciones de Belar hostoak, impregnadas de folk, jazz, rock y country, “la música de la época”, según Urbil, con Mixel Ducau (guitarra), Jean Phocas (bajo) y Benat Amorena (batería) en un pequeño estudio de Donibane Lohizune. Y Urbil lo recuerda muy bien porque él estuvo allí; incluso llegó a participar con su voz infantil, junto a su hermana Nora, en el tema Lur osoaren erasoak. “Yo tenía seis años y recuerdo estar tras el cristal. Hicimos dos tomas solo, ya que era imposible que cantáramos mejor (risas). Eran textos muy complicados para unos niños”, rememora.

“A Whitman no le he seguido después mucho, pero los poemas de Belar hostoak me parecen muy atractivos. Como la filosofía de vida de este poeta que nació a finales del XIX. Su obra sigue vigente, parece escrita hoy. Él soñaba con un mundo sin guerra, con la gente viviendo en armonía. Lo hacemos hoy también aunque nos parece algo utópico”, responde Urbil, un culo inquieto que actúa con Howdy Bluegrass, las bandas de Maider Zabalegi e Iker Lauroba, y en dúo junto a Jon Gurrutxaga y su aita.

SONIDO ACTUALIZADO

Gurrutxaga, a la voz principal, shruti box y guitarra acústica, será uno de sus acompañantes en Bidebarrieta. Con ellos estarán Antxon Sarasua (teclado y acordeón), Andoni Etxebeste (batería) y Dani Venegas (guitarras y mandolina). Este último es corresponsable de los arreglos novedosos de las canciones. “Le di muchas vueltas y llegué a la conclusión de que ser tenía que ser práctico porque no habría muchos ensayos”, explica Urbil.

Sin silencios entre las partes recitadas y cantadas, el disco sonará con “toques” de cajún, pop, folk estadounidense e irlandés y aires euskaldunes. “Hemos cambiado mucho el sonido, tiene poco que ver con el original. El hilo conductor será como una banda sonora, con aires de Morricone y Amelié”, según Artola, quien reconoce que invitó a su aita a cantar sus antiguas canciones. “Está contento con el tributo, pero no vio claro cantar todo el disco; y eso que siempre ha mantenido uno o dos temas en directo. Era como retroceder demasiado en el tiempo”, concluye Urbil.