Los dantzaris de Etorki Dantza Taldea son sus “niños”, a los que ha visto crecer y por los que se desvive. Arantza Castañiza comenzó con ocho años “bailando jotas” en esta agrupación de Ugao-Miraballes y desde esos inicios el grupo ha sido parte imprescindible de su vida. “Es una gran satisfacción, el grupo para mí es como un hijo. He visto a chavales que empezaban con tres años y todavía continúan en Etorki Dantza Taldea”, explica esta mujer que colabora estrechamente con Bizkaiko Dantzarien Biltzarra y Euskal Dantzarien Biltzarra.

“Ahora me encargo de llevar el grupo desde hace 42 años”, ratifica Castañiza que ha traspasado su amor por las danzas a todo su entorno familiar. “En mi familia participan todos: mis hijos, nietos… Mi yerno me suele decir: voy porque me obligas. Y eso que él ha sido dantzari desde siempre”, cuenta entre risas subrayando que “yo no obligo a nadie, el que viene es porque quiere”. Es tal la pasión que siente por sus “niños” que no duda “en hacer un puchero de chocolate” para después de los ensayos. “Al grupo vamos a pasárnoslo bien. Siempre estoy pensando qué puedo hacer para que estén contentos. La verdad es que les quiero un montón”, confiesa.

Estos últimos meses han sido complicados ya que no se podían realizar ensayos pero la respuesta de todos los miembros de Etorki Dantza Taldea no ha podido ser mejor. “Tenía mucho miedo después de la pandemia, pensaba que esto podía irse al traste. Pero no. Ahora mismo estamos 91 personas”, precisa Arantza Castañiza quien ha visto cómo se incrementaba el número de miembros de la entidad: “Este año se han apuntado un montón de txikis y luego ha venido gente que no esperas como chavales de 11 o 12 años e incluso se ha apuntado uno que ronda la treintena”. Y todos ellos son nuevos integrantes, no personas que en un momento dado tuvieron que apartarse del grupo. “A mí no me ha abandonado nadie. Hay padres que han pasado por el grupo, sus hijos… Somos como una familia”, destaca esta inquieta mujer que también aporta su voz a Sarea Abesbatza, la coral de la localidad. Este año, a pesar de la situación sanitaria, no dudaron a la hora de participar en el vídeo que se grabó para el “Bizkaiko Dantzarien Eguna” y disfrutaron de un “fin de semana en Elizondo a donde fuimos a bailar en el Euskal Herriko Dantzarien Eguna”.

Para las próximas semanas ya tienen trabajo adelantado, la llegada de Olentzero les obliga a ponerse las pilas para crear una mágica representación. “Hacemos un teatro con toda la mitología que rodea a Olentzero. Y al final, bailamos una danza de cada uno de los herrialdes”, detalla Arantza Castañiza quien tiene la semana muy bien dividida para poder llevar a escena esta función. “Durante toda la semana ensayamos los bailes y los domingos quedamos para el teatro. En total participan unas 100 personas. Por ejemplo, hay madres que vienen a bailar y hacen de figurantes en el teatro”, apunta el alma mater de Etorki Dantza Taldea.

A lo largo de esta larga trayectoria, Arantza Castañiza tiene un amplio bagaje de anécdotas como la que vivió en Galicia. “Hicimos un viaje allí y eran las 3 o las 4 de la mañana y todavía faltaba gente por venir. No encontraban una rotonda donde yo les estaba esperando en camisón. Cuando aparecieron, me empezaron a decir la chica de la curva”, comenta entre risas. Y esas vivencias se pueden incrementar si todo vuelve a esa ansiada normalidad. “De cara al año que viene, participaremos en la Euskal Astea de Ugao si se puede hacer. Y estaremos pendientes de si nos permiten bailar fuera, aunque trataremos de estar en los Dantzaris Egunas de Bizkaia y Euskal Herria. De momento, no se puede hacer otra cosa”, razona resignada aunque con la esperanza de volver a ver a “sus dantzaris” en las plazas.

Premios

V. Dantza Tradizionalaren Esker Onak. Reconoce la trayectoria de personas y entidades.

Fecha. 26 de noviembre, en el Museo Guggenheim a las 19.30 horas. La gala se podrá seguir a través de deia.eus.

Premiados. Xabier Irazabal, Amaia Mujika Goñi, Arantza Castañiza, Bizkaiko Gaiteroak, las delegaciones de Euskal Dantzarien Biltzarra, la soka dantza y la ezpata dantza de Beti Jai Alai, y los grupos Mendi Alde de Santurtzi y Urduri de Otxandio.