“Mis canciones siguen siendo trasgresivas, solo que huyo del estancamiento personal y profesional”, explica a DEIA Robe Iniesta (Plasencia, 1962), exlíder de Extremoduro, que este otoño protagoniza una de las giras más exitosas de los últimos meses al presentar sus últimos discos en solitario. A la capital vizcaina llega hoy viernes, al Bilbao Arena de Miribilla, con su tercer álbum, Mayéutica (El Dromedario Records). “Es el momento de bailar”, explica el músico de Plasencia.

Aunque la gira de despedida de Extremoduro permanece en el limbo para desgracia de sus miles de seguidores, la cuenta atrás ha terminado para volver a disfrutar del compositor, cantante y guitarrista extremeño sobre los escenarios. Lo ha conseguido Mayéutica, su tercer disco en solitario, que se editó la primavera pasada y fue número uno en ventas. El álbum se grabó en verano de 2019 y está concebido como una obra de 44 minutos integrada por cuatro movimientos, más un interludio y una coda final como desenlace.

“Estábamos locos por sacarlo, no se puede tener tanto tiempo un disco guardado... Pero al final no había más remedio, na más (sic) que se escapó él solo del cajón, ya no podía seguir ahí”, explica Robe a DEIA sobre un disco que su autor ve como “más luminoso y feliz” que los dos anteriores de estudio, Lo que aletea en nuestras cabezas (2015) y Destrozares, canciones para el final de los tiempos (2016). “Es un disco luminoso, alegre y vital para mí, pero cada uno tiene que interpretar las letras como mejor le vengan y las sienta”, asegura alguien que dice sentirse “un espectador” al componer. Mayéutica podría considerarse la cara B de La ley innata, disco de Extremoduro de 2008 aunque, como asegura Robe, estamos hablando de canciones y poesías. “Sí es cierto que según iba componiéndolo, me daba cuenta de había cosas que tenían conexión. Es que yo -prosigue- hago las canciones y no sé qué va a salir, salen y luego las analizo e intento comprenderlas. Y algunas veces tampoco llego a hacerlo, pero para mí simplemente con que emocionen, me vale, no tengo por qué entenderlas”.

El disco que Robe acerca a Bilbao, y que interpreta a degüello y completo, es el más eléctrico y rockero de su repertorio en solitario, del que también suele picar en esta gira, que también deja espacio a “canciones de Extremo” como So payaso, Si te vas…, La vereda de la puerta de atrás y Ama, ama, ama y ensancha el alma, adelanta. El concierto estará dividido en dos partes y tendrá una duración de dos horas y media, con descanso incluido, adelanta el músico. “Por fin llega el momento de bailar”, explica entre risas. Preguntado por si hace rock en sus discos en solitario, asegura que “eso se lo dejo a los especialistas” mientras se carcajea. “¿Qué es rock hoy? Creo ser bastante listo, pero tanto no”.