Desde 2014, los artistas vascos cuentan con una alternativa surgida en la propia Euskadi para poder defender y gestionar sus derechos de autor. En torno a 200 socios y aproximadamente 2.000 obras forman parte en la actualidad de Euskal Kulturgileen Kidegoa (EKKI), una SGAE vasca que trata de diferenciarse del resto de operadoras gracias a un modelo de gestión de uso propio y la independencia de los artistas y que ahora, tras seis años de litigios, ve "la luz al final del túnel" para trabajar sin problemas fuera de la CAV.

"Somos un medio para las carreras de los artistas y no un fin. Queremos hacerles más fácil la transmisión", explica Jokin Erkoreka, coordinador general de EKKI, una operadora que trata de acabar con las estructuras "demasiado burocratizadas" de otras instituciones "que son un freno para la expansión de la cultura".

Con una SGAE que no termina de salir de un camino lleno de grandes baches y polémicas, EKKI se ha convertido en una alternativa más que real para los artistas vascos merced a un "boca oreja" que ha llegado principalmente a los artistas pequeños e independientes. Buena prueba de ello es que la cifra de socios prácticamente se ha duplicado en menos de tres años y las previsión de cara al futuro, con la posibilidad de intervenir en todo el Estado, son mejores.

Promovida por cinco colectivos vascos -Euskal Herriko Bertsozale Elkartea, Euskal Idazleen Elkartea, Euskal Editoreen Elkartea, Euskal Irudigileen Elkarte Profesionala y Euskal Herriko Musikarien Elkartea-, la vida de EKKI en estos siete años ha estado marcada por dos querellas de hasta seis operadoras diferentes que intentaron evitar perder parte de su pastel afirmando que el Gobierno vasco no podía otorgar a esta nueva institución su carácter de entidad estatal. Algo que el Tribunal Supremo acabó por derribar tras seis años de tribunales que, según la entidad, se demuestra que "el sistema judicial no funciona".

"Ahora, por fin, empezamos a ver la luz al final del túnel", cuenta Erkoreka, ya que, aunque antes tampoco deberían tener ningún problema para ello, la operadora podrá gestionar con más garantías los derechos de autor de los artistas vascos que salgan fuera de Euskadi, "sobre todo músicos y actores de teatro". Todo es más fácil además desde abril de 2018, cuando la adaptación de la Ley de la Propiedad Intelectual a la directiva europea hizo posible la aparición de nuevos agentes en la gestión de los derechos de autor. Una oportunidad, para EKKI, de "romper la idea centralista de la burocracia". "Podemos gestionarnos a nosotros mismos cuando antes no existía una gestión de derechos así fuera de la SGAE", revela el coordinador general.

modelo propio

En este nuevo panorama, EKKI busca dejar atrás "un sistema cuando menos oscuro" por otro en el que el artista esté en el centro de todo. "Ante un monopolio de la SGAE y unas tarifas abusivas, apostamos por un modelo propio de gestión de uso y ponderar el cobro", explica Ekoreka.

Aunque en el fondo el objetivo de este agente no difiera de las agencias de propiedad intelectual ya existentes, la diferencia radica en "una gestión transparente y simple" en la que los propios artistas tienen mucho que decir. Ellos son los que marcan el camino, ofreciéndoles la oportunidad de "independizarse" por sí mismos.

Una propuesta muy atractiva sobre todo para los artistas vascos que acaban de comenzar y que nutren el mayor grosor de los socios actuales. "Pero también hay artistas veteranos que han decidido dejar a nuestra cargo su catálogo", revelan desde la institución, asegurando que con esta decisión podrán llevar las riendas ellos mismos de su propio repertorio.

Entre los nombres que ya figuran en su lista se encuentran Gatibu, Amorante, Chill Mafia, Eli Garmendia y Miren Agur Meabe y el objetivo es seguir atrayendo a nuevos y viejos talentos y hacerlo, además, sin dejar atrás las nuevas oportunidades surgidas de Internet. De hecho, la operadora cuenta desde esta misma semana, gracias al apoyo del programa Etorkizuna Eraikiz de la Diputación de Gipuzkoa, con un sistema pionero basado en metadatos con el que los creadores en euskera pueden identificar de forma automática las reproducciones de sus obras y convertirlas en una compensación justa.

Poco a poco el monopolio de SGAE parece ir decayendo en Euskadi. Aunque para completar el cambio aún falta mucho -más de 4.500 artistas vascos siguen perteneciendo a ella- las nuevas ventanas surgidas tras la adaptación de la Ley de la Propiedad Intelectual y ahora la posibilidad todavía más real de ejercer en todo el Estado prevén un cambio en el modelo tal y como se conocía.

rEPERTORIO INCLUIDO

Música: Albert Cavalier, Amorante, Anari, Arima beltza, Asier Rentería, Asier Serrano, Beira, Birkit, Chill Mafia Records, Dientes de luna, EH Sukarra, EraBatera, Estankona, Et Incarnatus, Gari, Ghau, Hasier Oleaga, Ingot, Jon Gurrutxaga, Juantxo Zeberio, Koban, Lukiek, Madeleine, Muskulo, Oskorri, Tenpora y Yogurinha Borova, entre otros.

Reprografía: Ainara LeGardon, Aitzol Lasa, Asier Serrano, Edorta Jimenez, Eider Rodríguez Martín, Eneko Haritza, Gotzon Barandiaran, Irene Larraza, Joseba Sarrionandia, Joxe Austin Arrieta, Juan Luis Zabala, Karlos Linazaroso, Katixa Agirre, Lutxo Egia, Maite Alustiza, Markos Zapiain, Miren Agur Meabe, Pablo Sastre, Pako Aristi y Patxi Salaberri, entre otros.

Audiovisuales: Eli Garmendia e Iñigo Asensio.

Obra gráfica: Eli Garmendia, Gari Garaialde, Garikoitz C. Murua y Maite Yurrebaso.

"Somos un medio para las carreras de los artistas y no un fin. Hacemos más fácil la transmisión"

"Nos gestionamos a nosotros mismos cuando antes no existía algo así fuera de la SGAE"

Coordinador general de EKKI