Bajo el alias de Zabala, el músico y productor de Gari y Rafa Rueda, que diversifica su labor en la composición de bandas sonoras para cine y teatro, presenta su disco Martian civilitation (Forbidden colours), en el BBK Off Festival.¿WAS llegó a un punto sin retorno tras el editar el enorme ‘Gau ama’?

—Fue una apuesta potente, de la que acabamos orgullosos. Pasados los años soy capaz de valorarlo con perspectiva. WAS tuvo un ciclo que fuimos capaces de alargar y darle sentido años más de lo que es la vida natural de un grupo. Fue increíble, llegamos a sitios que ni siquiera soñábamos y acabamos con dignidad. Es inevitable que en 14 años las cosas cambien y haya un desgaste.

Estaba con WAS y ya trabajaba como Zabala.

—Empecé con trabajos para publicidad, sobre todo con música para una serie de vídeos sobre ciencia. Me pidieron lo que llevaba un tiempo probando: jugar con loops de sintetizadores, cajas de ritmo, estructuras libres, atmósferas y drones.

¿Se olvidó de las guitarras? ¿Qué le ofrece de nuevo la electrónica?

—El cambio y la novedad, que necesito en instrumentación y estilos. Al sumergirme en los diferentes tipos de electrónica, a la vez que comprábamos y aprendíamos a usar sintetizadores analógicos, se me abrió una puerta a un mundo inmenso que me atrapó. Ahora he recuperado algo la guitarra, y busco integrarla en esta nueva paleta de sonidos.

Trabaja solo. Es más libre, pero tiene más responsabilidad.

—En la última etapa de WAS me di cuenta de que disfrutaba trabajando solo, con la flexibilidad y libertad que da no depender de nadie. Y disfruto de esa responsabilidad.

Editó un EP y después un LP.

—Fluyó de forma natural e iré editando sin un plan concreto. Es algo que hago por amor al arte.

En ‘Martian civilitation’ plantea una banda sonora retrofuturista.

—Ha sido una liberación alejarme de la estructura del pop y el rock. En el disco no me influyó pensar en ninguna película de ciencia ficción concreta, sino que intenté imaginarme escenas sueltas, y cómo las vestiría si tuviera que musicalizarlas. Si alguien hiciera una película a partir de mi banda sonora, sería increíble. El disco estaba hecho antes de la pandemia, pero cobra un significado especial y distópico tras ella. Su contexto es tan brutal e invasivo que no se puede desligar de nada.

¿Cómo la trasladará al directo?

—El repertorio será exclusivamente el del disco, cambiando alguna estructura y haciendo partes nuevas para unir todo y cohesionarlo. Las proyecciones serán variadas, pero con un hilo conductor distópico. Son de mi hermano Mikel, será nuestra primera colaboración en directo.

Su trabajo como productor y compositor empieza a ser extenso.

—Junto con Xabier Eguía llevamos más de 100 referencias grabadas en los estudios El Tigre de Bilbao. Trabajar con gente talentosa te hace aprender y reinventarte, con veteranos como Gari y Rafa Rueda, o jóvenes como Verde Prato y Doleur Dolor. Y sigo componiendo para cine y teatro tras estrenarme con Ama Kuraia, para el Teatro Arriaga.

“La electrónica me permite trabajar en solitario, lo que me da más libertad; y no me asusta la responsabilidad”

“Tocaré mi álbum completo

y con el apoyo de proyecciones con un hilo conductor distópico”

“Producir a gente talentosa como Gari, Verde Prato

y Rafa Rueda me hace aprender y reinventarme”