Un grupo de romanos, acompañado de un reducido contingente militar y gobernados por el emperador Claudio, fundó en el siglo I después de Cristo un asentamiento en la colina de Elexalde, en Forua. Llegaron por mar y eligieron este enclave vizcaino como punto de referencia para exportar hierro y mármol al resto del Imperio.

Casi dos mil años más tarde, el poblado romano de Forua (ocupado entre los siglos I d.C y IV d.C) se ha convertido en el yacimiento excavado y consolidado más extenso del Cantábrico Oriental, uno de los más amplios, mejor conservados y único en Bizkaia.

Fue descubierto en 1982 tras el hallazgo de dos epígrafes latinos, y desde entonces, se han encontrado 16 estructuras romanas diferentes, de diferentes tipologías y usos construidas en mamposterías de arenisca. Además de las cabañas y casas ocupadas por los habitantes, se han localizado hornos metalúrgicos para la fundición del hierro y varias herrerías para la elaboración de herramientas, armas y barras de metal.

El poblado romano de Forua se puede visitar dentro del programa Itinerarios históricos que la Diputación de Bizkaia ofrece durante los meses de julio y agosto para conocer espacios de interés del territorio. "Estos itinerarios recorren diferentes yacimientos de gran importancia de la comarca de Urdaibai, en concreto, se muestra el oppidum de Arrola, en Arratzu y si siguiéramos un hito cronológico nos desplazaríamos al poblado Romano de Forua, a la Necrópolis romana de Tribisburu, entre los municipios de Bermeo y Busturia, para terminar en el castillo medieval de Ereñozar, en el municipio de Ereño. Y como otros años, también se une la ruta megalítica de Katillotxu, en los municipios de Mundaka, Sukarrieta y Busturia", describe Asier Madarieta, director de Bizkaikoa.

Pero este año, el visitante se va a encontrar con una novedad que ha puesto en marcha la Diputación. "En esta ocasión, la visita va más allá, complementando la presencial con la virtual, consiguiendo transportar al visitante al pasado de una manera muy real. A través de una tablet, se puede ver la reconstrucción del poblado romano de Forua, tener una visión real de las edificaciones que componían este asentamiento de Forua. En el oppidum de Arrola también se podrá disfrutar de una reconstrucción virtual", añade Madarieta.

Disfrutar de la experiencia

Disfrutar de esta experiencia es muy sencillo. Primero hay que consultar el calendario de las visitas en la página web www.bizkaikoa.bizkaia.eus, llamando al teléfono 688.856.689 o en el email ibilbideak@bizkaia.eus. Al llegar, al visitante se le dejará una tablet con la que podrá adentrarse en esta nueva experiencia en tres puntos clave del recorrido. Tan solo orientando la tablet hacia el lugar y presionando un botón, el poblado recupera su apariencia de hace casi 2.000 años.

"La primera parte del video nos va a acompañar en una visita geográfica para imaginarnos cómo pudieron entrar los romanos vía mar y lo que se pudieron encontrar aquí, Se han interpretado tres edificios en 3 D para conocer cómo fueron y cómo fueron sus costumbres", explica la guía Iraide Zubiaga.

Uno de los edificios es un taller metalúrgico (S.II-S.IV d. C.) que se transformó en un espacio doméstico (S.IV d.C.). El segundo punto es un edificio militar (S.I d.C.), que en parte se ocupa como taller metalúrgico (S.II-S.IV d.C.) y luego también se transforma en espacio doméstico (S.IV d.C.). El tercer punto es una casa con patio, domus, (S.I-S.II d.C.). En esta última, en la que se aprecia el foso, el visitante se adentra en el patio, incluso puede ver el altar, explica Iraide Zubiaga.

"De esta manera, enriquecemos y apoyamos la visita, siempre manteniendo el rigor porque todo lo que se muestra está perfectamente contrastado con lo que se ha ido encontrando en las distintas excavaciones realizadas en los yacimientos", asegura Madarieta.

El más importante

"Este es el yacimiento más importante y el mejor conocido en Bizkaia, que nos sirve de modelo no solo para el territorio, sino para entender cómo son los foros que Roma creó para controlar un territorio donde hay poblaciones dispersas. Hay una parte pública que recoge los espacios religiosos, los de administraciones de justicia, el comercial... Estos emplazamientos están muy vinculados a vías de comunicación, en nuestro caso, la ría y el mar, a través de los cuales se va a fabricar el producto; aquí, concretamente el hierro, en forma de lingotes, herramientas y armas. Estamos hablando de un momento de expansión del imperio y Roma ocupa todos los espacios posibles y explota al máximo todos los recursos naturales", explica Ana Martínez Salcedo, directora del yacimiento de Forua.

¿Por qué los romanos eligieron este enclave? "Es uno de los emplazamientos romanos que conocemos, no quiere decir que fuera el único, hay topónimos en el entorno que pueden sugerir también otro tipo de foros en el entorno. Pero está en una zona en la que hubo una ocupación prerromana muy importante, que era el Castro de Arrola. Y una de las cosas que hace Roma cuando llega a estas tierras, en las que no se ve que hay enfrentamientos, ni escenarios de luchas bélicas, fue pactar con las elites locales, con las que estaban en ese momento en el territorio. Hay una interrelación que se va creando poco a poco y que perdura culturalmente desde el siglo I hasta el V del mundo prerromano anterior con el mundo romano", describe la directora del yacimiento.

¿Y cuántas personas pudieron vivir? "Es muy complicado saberlo. Forua no tiene un trazado urbano y no podemos saber cómo se distribuiría la población como en unas zonas más urbanas. Por otra parte, en la zona que hemos trabajado es de explotación industrial, en la que convive la vivienda con la industria".

En el yacimiento, se conocen 16 edificios de diferente naturaleza, dos públicos bajo los cimientos de la iglesia de San Martin de Tours, un espacio muy grande que pudo cubrir la función de taller, de vivienda, incluso alguna función de gestión y casas en las que se compaginaba la vida doméstica con el mundo agropecuario y la actividad industrial", explica Ana Martínez Salcedo.