La Sala Rekalde reestructurará sus instalaciones expositivas para abrir un acceso por la calle Iparragirre. El objetivo de exteriorizar el portón trasero del recinto, donde actualmente cuenta con sus almacenes, es conformar un eje artístico en la villa, junto al triángulo compuesto por el Museo Guggenheim, el Museo Bellas Artes de Bilbao y Azkuna Zentroa.

Será el colofón del espacio dependiente de la Diputación Foral de Bizkaia, que este año aborda su treinta aniversario con la intención de "consolidar su oferta hacia el futuro". Desde su inauguración en 1991, la sala ha acogido más de 150 exposiciones de cerca de 2.000 artistas. Ahora, persigue afrontar nuevos retos y adaptarse a nuevas realidades.

Vídeo conmemorativo de los 30 años de la Sala Rekalde

Vídeo conmemorativo de los 30 años de la Sala Rekalde

Para ello, será primordial la apertura urbanística que se acometerá en la sala, que actualmente cuenta con una sola entrada por la calle Alameda de Recalde. Según ha anunciado hoy Lorea Bilbao, diputada de Euskera, Cultura y Deporte, está previsto que las obras comiencen tras el verano, después de llevar a cabo un concurso público que determinará la remodelación de los espacios expositivos.

Mientras tanto, hasta que los trabajos concluyan, previsiblemente a mediados de 2023, el centro artístico continuará abierto y convivirá, en la medida de los posible, con las obras. Con ello, en palabras de Bilbao, se abordará "un proceso de modernización de su estructura espacial, con la vista puesta en afrontar nuevos retos de futuro y adaptarse de otra manera a las diferentes realidades artísticas y culturales".

El Ayuntamiento de Bilbao concluyó hace un año el bulevar semipeatonal en la calle Iparragirre para unir dos de los principales equipamientos culturales: el Museo Guggenheim y Azkuna Zentroa. "Situada en el centro de lo que será la columna vertebral del arte de Bilbao, Sala Rekalde inicia una nueva etapa que consolida su oferta hacia el futuro", ha indicado la diputada sobre el papel que jugará el espacio que cumple tres décadas.

El objetivo será "sumar sinergias" para que nadie esté de espaldas a nadie, sino que "confluyan" y que la "gente se mueva entre esos espacios". Esa reconversión física, a juicio de Bilbao, ayudará a que la Sala Rekalde establezca "un triángulo dentro de un triángulo" con "los especialistas que trabajan en la sala, la comunidad artística y la sociedad".