A pesar de la pandemia, las oportunidades de encontrarse con el público salen adelante, como hace unos días sucedió en Amurrio Antzokia con su Araba Txistu Banda. Tampoco el coronavirus ha podido detener el desarrollo de la labor educativa y musical que lleva a cabo, dos facetas muy unidas en su caso. Es más, el covid-19 incluso le ha servido a José Luis Cantabrana como acicate para iniciar un nuevo proyecto en torno al instrumento que conoce tan bien. Sirviéndose de las nuevas tecnologías, el escenario virtual está abierto en el canal de YouTube Txistu Goxoa

Hace justo un año se publicó el primero de los vídeos de una propuesta que se ha ido perfeccionando a lo largo de los últimos meses. "Al principio me impuse hacer uno cada semana. Los grababa con medios muy caseros y todo era algo más sencillo. Pero me empecé a exigir más y más". Ese situar el listón más alto y las propias obligaciones laborales y personales del músico alavés han hecho que ahora las piezas audiovisuales se encuentren con los internautas una vez al mes. La factura, además, es otra y Cantabrana cuenta también con colaboradores y distintos elementos visuales para hacer las piezas finales más amenas.

Asimismo, con cada propuesta incluye dos elementos importantes de cara a quien quiera no solo ver, escuchar y conocer, sino también tocar. Por un lado, el canal da la posibilidad de descargar las partituras con los arreglos para el txistu. Además, incluye una pista con la música menos la interpretación del instrumentista alavés. "Es una manera también de construir y difundir una metodología", dice Cantabrana, que con esta idea se dirige a cualquier persona que tenga un poco de curiosidad. "Me han escrito desde Grecia para darme la enhorabuena. Y en las estadísticas ves, por ejemplo, que el canal tiene muchos visionados en Argentina", cuenta. La pieza más visualizada hasta el momento es la que tiene a Astor Piazzolla como protagonista.

Enganchar al público

En el inicio del proyecto, la intención era romper las barreras del confinamiento aprovechando las nuevas tecnologías. Es decir, si ni los músicos ni los espectadores podían ir a conciertos, se tenían que encontrar de otra manera. Pero ahora que sí se pueden hacer actuaciones, aunque sea mediatizadas por la pandemia, ese objetivo tampoco ha variado tanto. "Tenemos que enganchar al público de alguna manera y esta es tan válida como otras", una herramienta que "me permite mostrar que nuestra flauta tiene muchas posibilidades" para afrontar repertorios que van más allá de lo que mucha gente imagina.

Partiendo de la idea básica de que "lo que a mí me gusta es hacer música que llegue al corazón", Cantabrana defiende las posibilidades que ofrecen las redes sociales para divulgar y llegar más lejos. "La cultura es evolución y las formas de que se transmita están cambiando. ¿Por qué no aprovecharlas?". Dicho y hecho. Por eso el txistu tiene su propio canal en YouTube. En mayo está previsto que llegue un nuevo capítulo, otra canción.