A través de una programación que se aborda con la misma ambición que años atrás, el Guggenheim Bilbao ofrecerá a lo largo de 2021 la primera retrospectiva dedicada a Alice Neel en el Estado. De esa forma, la pintora estadounidense compartirá protagonismo en la pinacoteca con una muestra dedicada a los locosy otra consagrada a las artistas de la abstracción. Además, se pondrá en valor los fondos propios del museo a través de una muestra que se aproximará al humor, al ingenio y a la experimentación y se mostrará el arte gestado en Bilbao al calor del fin de siècle cuando se erigió como una de las urbes más prósperas. Completan el año tres exposiciones de videoarte a cargo de tres mujeres.

Desde el museo recalcaron que el indudable peso que cobrarán las mujeres artistas no es una cuestión de moda sino que responde a criterios de calidad. "Están aquí por ser grandes artistas", enfatizaron. "No recibimos ninguna presión. Intentamos reflejar lo que es relevante", puntualizó Juan Ignacio Vidarte, director general del Guggenheim Bilbao, quien, sin embargo, admitió que su relevancia en la segunda parte del año coincide con aquella en la que esperan tener más visitantes. "Nos hemos adaptado pero intentamos un equilibrio", destacó Vidarte, que capitaneó la presentación realizada junto con el equipo curatorial de la pinacoteca. Tras destacar que mantienen "la aspiración a la excelencia, en la calidad y en la diversidad", confió en poder "llegar a un público diverso" a pesar de que haya que "enfrentar el año con un metabolismo más lento".

Siguiendo un orden cronológico, la semana que viene se inaugurará la primera exposición del año: Bilbao y la pinturaLa muestra, que se verá apoyada en el incuestionable tirón que ya han demostrado las exposiciones dedicadas a Kandinsky y Olafur Elisasson, refleja la visión de los creadores vascos que incorporaron ideas de modernidad del impresionismo francés y, a continuación, las vanguardias. Comisariada por Kosme de Barañano, mostrará obras de Adolfo Guiard, Aurelio Arteta o José María de Ucelay en las que se retratan desde los barcos comerciales en la ría, hasta las terrazas dedicadas al ocio, además de la vida de los burgueses y aldeanos.

También con la mirada en el pasado, Los locos años veinte. Con obras de Christian Schad o Grethe Jürgens, piezas audiovisuales e incluso una pista de baile con la música de la época, promete ser uno de los platos fuertes del año. La exposición se centra en Berlín y París como ejemplos de metrópolis en las que se cuestionaron los modelos sociales tradicionales e instituciones como el matrimonio. Según destacó Petra Joos, curator del Guggenheim que ha comisariado la exposición realizada con la colaboración del Kunsthaus de Zürich, la muestra evidencia la evolución de una época de entreguerras en la que se hicieron avances interesantes en ámbitos como "el baile, el feminismo, la percepción del cuerpo o la vida sexual". El diseño de la muestra correrá a cargo de Calixto Bieitio, director artístico del Teatro Arriaga.

A partir del 11 de junio podrá verse La línea del ingenio, en la que se exhibirá una selección de obras de la colección propia del Guggenheim. En palabras de Lekha Hileman, curator de la pinacoteca bilbaina, la muestra destaca por su exploración en "el humor, el ingenio y la experimentación" a través de obras realizadas "con técnicas inusuales que desafían convenciones estéticas". Divida en tres partes, la primera se basa en la utilización de tecnologías poco ortodoxas e incluye nueve lienzos pintados por Yoko Ono. La segunda está compuesta por piezas de naturaleza figurativa de Antonio Saura, Henri Michaux o George Baselitz. Y, finalmente, habrá una tercera sección dedicada a obras abstractas con cuadros de Rodney Graham o Prudencio Irazabal.

En Otoño

"Para mí, la gente es lo primero", afirmaba la artista estadounidense Alice Neel (1900-1984), cuya primera retrospectiva en el Estado podrá verse en el Guggengeim a partir del 17 de septiembre. Un centenar de pinturas dará a conocer la obra de esta artista prácticamente desconocida en Europa a través de Alice Neel: People Come Fist,Alice Neel: People Come Fist organizada por The Metropolitan Museum of Arts. "Luchó a contracorriente en la manera de afrontar su vida", señaló ayer Lucía Aguirre, comisaria de la muestra sobre la artista que trataba de captar el alma de aquellos a los que retrató. Alejada de los círculos artísticos, se dedicó a pintar "con simpleza pero de una manera increíble" a personas anónimas mientras vivió en el Harlem hispano de Nueva York.

En Mujeres en la abstracción, a partir del 22 de octubre, el museo pretende adentrarse en la aportación realizada por 200 artistas a la abstracción a través de diferentes disciplinas como la danza, la fotografía, el cine o las artes aplicadas. Organizada junto con el Centre Pompidou, la muestra "intenta definir las contribuciones de las artistas independientemente de si son pioneras, conocidas o completamente desconocidas", según Lekha Hileman. La muestra recopilará óleos de Sonia Delauny, Natalia Gontcharova o Sohpie Taeuber-Arp, pero también incluye a la artista vasca Esther Ferrer.

A estas cinco exhibiciones se les añaden otras tres destinadas a la sala de Film&vídeo. La primera será de la artista bilbaina Alex Reynolds, que estrenará un vídeo de 22 minutos, La mano que canta, a partir del 19 de febrero. La segunda será una inyección de vitalidad, con La danza del rayo de la argentina Cecilia Bengolea, en torno al dancehall en Jamaica a partir del 24 de junio. Por último, se podrá ver desde el 7 de octubre la videoinstalación de Sharon Lockhart, La notación del movimiento de Noa Eskhol, donde se evoca la posibilidad de articular mensajes a través de la gestualidad, en un filme que discurre en silencio. Según el curator Manuel Cirauqui, "la producción más interesante en videoarte ahora mismo la están haciendo mujeres".