“Al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer, porque si no, no podrían vivir”, sentenció la profesora y poetisa vizcaina Sabina de la Cruz durante uno de los aniversarios del nacimiento de Blas de Otero, el que fuera su pareja sentimental, evidenciando la obsolescencia de la popular frase hecha. La presidenta de la fundación que lleva el nombre del poeta bilbaino falleció ayer a los 91 años en el hospital de Santa Marina como consecuencia del coronavirus. Dedicada en cuerpo y alma al estudio de la obra de su marido, ha seguido vinculado a su figura participando en todos los actos de conmemoración hasta que su salud se lo ha permitido. “¿Que no existe el amor eterno? Yo sigo enamorada de Blas como el primer día”, aseguró en una entrevista a este periódico décadas después de la muerte de Blas de Otero, a quien profesaba una profunda admiración.

“Todos, casi todos los días, me siento y leo sus poemas”, aseguró en la misma entrevista la poetisa, quien expuso que no le gustaba el término musa. “Era mucho mejor lo que él y yo éramos: un hombre y una mujer que compartían muchas cosas”, añadía. A la obra de Blas de Otero, con quien estuvo casada desde 1961 hasta su muerte en 1979, dedicó gran parte de su actividad como crítica literaria. En 1983 finalizó una tesis doctoral sobre el poeta y ha sido la presidenta de la fundación, amparada por el Ayuntamiento de Bilbao, consagrada a Blas de Otero. Paralelamente, participó en diversos cursos, conferencias y jornadas sobre el poeta bilbaino. Entre sus estudios destacan títulos como Contribución a una edición crítica de la obra literaria de Blas de Otero o La erotización del espacio en los poemas de amor de Blas de Otero.

Al margen de su trayectoria como investigadora de la obra de Blas de Otero, Sabina de la Cruz, nacida en Sestao en 1929 en el seno de una familia de comerciantes, participó desde muy joven en diversas asociaciones culturales de Bilbao. Fue en la Asociación Artística Vizcaina donde conoció a poetas y artistas como Agustín Ibarrola, Vidal de Nicolas, Javier Bengoechea, Ángela Figuera Aymerich o el propio Blas de Otero. Profesora y crítica de literatura bilbaina, además de doctora en Filología Románica, impartió clases en la Universidad Complutense de Madrid y colaboró con el Seminario de Lexicografía de la Real Academia de la Lengua Española. Su obra poética fue publicada en diversos medios y revistas, si bien a partir de 1970 se dedicó de lleno a la investigación literaria.

El Ayuntamiento de Bilbao expresó ayer su “profundo pesar” por el fallecimiento de Sabina de la Cruz, que presidía la Fundación Blas de Otero desde 1999 y fue distinguida en 2002 con el título de Ilustre de Bilbao, además de “amiga” y “colaboradora” del Consistorio, y que contribuyó a reunir el legado de Blas de Otero. La noticia llegó al Consistorio precisamente el día en el que se entregaron en el consistorio los premios anuales del concurso de poesía Blas de Otero. En el acto, el concejal de Cultura de Bilbao, Gonzalo Olabarria, expresó el “profundo pesar” del Consistorio por el fallecimiento de Sabina de la Cruz y manifestó sus condolencias a la familia y allegados.