- Miedo, posibilidad, esperanza, espacio o conciencia son algunos conceptos que los artistas Asier Irazabal y Hernán Quipildor muestran en Azkuna Zentroa a través de su obra La llave del alma. Y es que el centro de sociedad y cultura contemporánea presentó ayer la nueva intervención artística en el marco del proyecto Fatxada. Diseño, ilustración y cómic.

El artista bilbaino Asier Irazabal y el argentino Hernán Quipildor muestran en este espacio La llave del alma, una pieza presentada en tres lonas que propone un lenguaje simbólico que se puede utilizar para desarrollar la habilidad empática y la tecnología del alma a través de doce símbolos. Cada símbolo representa un concepto primario como el miedo, la posibilidad, el espacio, la esperanza, la muerte, el tiempo, el odio, el amor, la conciencia, el ser, la luz o el significado. Irazabal y Quipildor proponen el uso de estos símbolos para acceder a un lenguaje de significado puro para comprendernos mejor como seres humanos. “Es un prisma para ver la realidad a través de los símbolos que se presentan, todos ellos compuestos por todos los elementos que compone nuestro alma”, explicó el argentino Quipildor durante la presentación de esta nueva muestra que lucirá en la fachada de Azkuna Zentroa hasta el 1 de octubre.

Esta obra se trata de la primera expresión visual del proyecto Aita que los ilustradores desarrollan con la intención de compartir innovación y creatividad. Según los artistas, “la empatía es una tecnología orgánica que permite una conectividad que trasciende tiempo y espacio y desarrolla una intuición más completa sobre el significado del ser humano. Esta provee una conciencia que disuelve la ilusión de nuestro ser como ser separado y permite una comprensión más abarcadora”. En relación con la pieza exterior, Asier Irazabal y Hernán Quipildor trasladan la simbología de La llave del alma a láminas, postales y otros artículos que se pueden encontrar en dendAz. This is basque design.

En la fachada de Azkuna Zentroa se distinguen tres símbolos que corresponden al miedo, al tiempo y a la posibilidad, que, según Quipildor, “si se reflexiona sobre ello permite aprender”. Es por ello que esta obra, según explicaron ayer, pretende que “si viene un desconocido pueda ver dónde está la humanidad”. En la misma línea, indicaron que es algo sencillo: “se trata de sentir, pensar y ser”. Con el Proyecto Fatxada. Diseño, ilustración y cómic, la pared principal de Azkuna Zentroa se transforma en un espacio de intervención artística que muestra distintos lenguajes artísticos y creativos, insertándolos en la vida cotidiana de la ciudad, en el día a día de quienes la habitan y la transitan.

Soporte para dar visibilidad

Los artistas crean tres piezas en forma de lonas que habitan la pared frontal de Arriquibar, transformándola en un soporte para visibilizar su trabajo. Estos proyectos se expanden puntualmente por el propio centro, a través de la programación, con diferentes talleres y encuentros; y en espacios como la tienda, donde los visitantes pueden encontrar el trabajo de los creadores que intervienen en este espacio. Así, artistas como Aitor Saraiba, Naiara Goikoetxea, Susana Blasco, Higinia Garay, Leire Urbeltz y Ane Pikaza ya han participado en el Proyecto Fatxada, que durante estos meses y hasta el 1 de octubre albergará la obra La llave del alma.

Proyecto Fatxada. La pared principal de Azkuna Zentroa se transforma en un espacio de intervención artística que muestra distintos lenguajes creativos insertándolos en la ciudad.

“Los símbolos están compuestos por los elementos que compone nuestra alma”

Artista argentino