- De icono irreverente en la década de los años setenta a reconocida activista por los derechos humanos, pasando por trabajar frente a las cámaras como modelo y actriz. Así es la trayectoria de la nicaragüense Bianca Jagger, que ayer cumplió setenta y cinco años.

Bianca De Macías nació en 1945 en Managua durante la dictadura de la familia Somoza, una etapa que marcaría a la joven, que posteriormente se mudó a París para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de La Sorbona.

Fue en esta ciudad donde conoció al vocalista de los Rolling Stones, Mick Jagger, del que se convertiría en su primera esposa tras una boda celebrada en 1971 en la meca del famoseo de la época, Saint Tropez. Se convirtieron en la pareja más mediática de la época.

De la noche del dos de mayo de 1977 en la que Bianca Jagger celebrara sus treinta y tres años subida a lomos de un caballo blanco en el mítico club neoyorquino Studio 54, han pasado ya cuarenta y tres años.

Una imagen que simboliza las fiestas excesivas y con un punto salvaje que tenían lugar en la discoteca más popular de Nueva York en su etapa de pleno apogeo, en la que figuras como Salvador Dalí, Liza Minelly o Andy Warhol se daban cita cada noche.

Desde entonces, la vida de la nicaragüense ha cambiado considerablemente, sustituyendo las fiestas más sonadas con la alta sociedad por la defensa de los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente.

Jagger dio un giro a su carrera para emprender un fuerte compromiso con el activismo. Es miembro activo de Amnistía Internacional desde hace treinta años y está comprometida con diversas causas, como la reivindicación de los derechos de las mujeres prostitutas en la India, la lucha contra la pena de muerte en Estados Unidos o la conciencia sobre la necesidad de frenar la destrucción y la deforestación del Amazonas.