Bilbao - "La danza ya está ocurriendo desde el momento que el espectador pisa la exposición. Cada movimiento es danza, incluso el más inconsciente". Es la premisa que define la "revolucionaria idea" sobre la que está construida la muestra sobre el bailarín, coreógrafo y precursor de danza contemporánea Steve Paxton.

La exposición está comisariada por Joao Fiadeiro y Romain Bigé y estará en Azkuna Zentroa hasta el 10 de mayo. Steve Paxton. Drafting techniques es, según explicó el director del centro cultural bilbaino, Fernando Pérez, acompañado por el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria, y la responsable de programación del centro, Rakel Esparza, un proyecto "único a nivel estatal, que aúna las artes visuales y la danza contemporánea y es la primera retrospectiva dedicada a la obra y legado de uno de los principales referentes de la danza contemporánea".

Llega a la villa en colaboración con Culturgest-Fundaçao Caixa Geral de Depósitos, Lisboa, donde fue presentada por primera vez en marzo del año pasado. Así, toda la muestra gira en torno a una pregunta: ¿Qué hace mi cuerpo cuando no soy consciente de él? Cuenta con ocho salas, cada una de las cuales responde a una "técnica interior" como explicaron los comisarios. Se pueden encontrar desde imágenes en movimiento, entrevistas e instalaciones que muestran "las reflexiones que el coreógrafo ha hecho a lo largo de su extensa carrera". Anarquía, tacto, gravedad... las cuestiones relacionadas con el movimiento que planteó a lo largo de varias décadas.

Y es que Steve Paxton (Arizona, Estados Unidos, 1939) es uno de los principales referentes de la danza contemporánea y creador en la década de los 60 y 70 de dos técnicas revolucionarias de danza: Contact improvisation y Material for the spine, que exploran "las posibilidades de movimiento de los músculos en torno a la espina dorsal". Así, la primera parte de la exposición esta basada en el trabajo Satisfying lover, de Paxton. Una pieza en la que 42 personas cruzan el espacio. En ella se puede observar cómo cada una de ellas realizan actos cotidianos, como andar o sentarse. Completan la muestra piezas audiovisuales, libros, fotografías... Así, toda la exposición transforma el espacio "en una zona de experimentación", en el que todas las salas están ideadas para "posibilitar que el público baile", según explicaron los responsables.

La recopilación de todos los archivos que forman parte de la exposición requirió un trabajo "muy duro", según admitieron Fiadeiro y Bigé. Y es que tuvieron que reunir "infinidad de archivos repartidos por todo el mundo, ya que Paxton no recopila nada". Por ello, tuvieron que recurrir a artistas y bailarines que trabajaron con él a lo largo de esos años.

Invitación al espectador "La muestra no tiene ningún motivo de existir si la comunidad y los estudiantes no acuden", incidieron Fiadeiro y Bigé. Y es que el objetivo de la muestra es claro: que el público sea parte de ella. De hecho, la exposición cuenta con una tarima e incluso hay una zona de descanso. Por otro lado, se llevará a cabo un ciclo de representaciones, talleres dirigidos por artistas, un seminario y sesiones de Contact improvisation, impartidas por profesionales del sector todos los domingos en la sala de exposiciones.