Bilbao - David Bisbal vuelve a Bilbao el sábado. El Bilbao Arena de Miribilla será el escenario del último concierto estatal de la gira de presentación de su disco Hijos del mar. El concierto, que comenzará a las 21.00 horas y cuenta con la colaboración de DEIA, incorporará los clásicos del vocalista y sus nuevos singles, compartidos con Yatra, Rendón, Magán y Alejandro Fernández.

Ya presentó ‘Hijos del mar’ en Bilbao. ¿Cómo analiza la vida del disco?

-Con Hijos del mar arriesgué más que nunca al explorar sonidos nuevos, más internacionales y electrónicos, pero creo que ahora es el momento de mirar al futuro con una gran cantidad de proyectos por delante, entre ellos el nuevo disco, que se editará a principios de 2020. No he parado de girar por España, Latinoamérica y Europa, y ya he grabado cuatro canciones nuevas con Sebastián Yatra, Greeicy Rendón, Juan Magán y Alejandro Fernández.

¿Qué análisis hace de ese nuevo camino hacia sonidos más internacionales?

-Cuando grabé el disco estaba en una etapa de gran experimentación, de descubrir nuevos sonidos, explorar ritmos diferentes y ver cómo se plasmaban en mi música, como llevar ese sonido más electrónico a un disco en el que tampoco se perdieran mis orígenes latinos. Fue una época de viajes, de conocer productores internacionales, de escuchar y estudiar ese tipo de música. Me sentí absolutamente feliz con el resultado. El público siempre espera algo diferente y creo que conseguimos dárselo. Recuerdo que nos llevó muchísimo tiempo, trabajo y dudas cómo plantear una gira con una producción tan distinta. Desaparecieron en el primer concierto tras la reacción de la gente. Fue una de las giras más intensas.

¿Mereció el riesgo salir de su zona de confort?

-Seguro. Al menos eso me transmitió el público con su reacción. Experimentar y evolucionar siempre merece la pena. El que no arriesga, nunca va a equivocarse, pero yo por suerte tengo un público que me lo pide constantemente. Es muy importante escuchar todo tipo de música para estar preparado y decidido a no dejar de estar nunca cerca de la actualidad. Y cuando uno se rodea de profesionales con conocimiento y experiencia, ese riesgo siempre va acompañado de más seguridad. La música pasa ahora por un momento en el que de nuevo la rumba latina, el género en el que empecé, está en auge. Por lo tanto, aunque se diferencien un poco los sonidos del ritmo, la esencia de la rumba es como si volviera a estar de moda. Ahí nos sentimos como pez en el agua.

Quien estuviera en el último concierto de Bilbao, ¿se encontrará con algo nuevo?

-Claro. El Tour 2019 está siendo una gira en la que estamos pendientes de todos los detalles, con una producción muy cuidada, en la que el público nos está transmitiendo su calor, energía y emoción. Y es una de nuestras giras más internacionales, ya que hemos pasado por Estados Unidos, México, Chile, Francia, Bélgica, Suiza y España. En Bilbao finalizamos por aquí, pero en diciembre viajaremos a Latinoamérica, a Argentina, Chile y algún país más. En total van a ser más de cuarenta conciertos, por lo que a Bilbao llegaremos muy rodados.

¿Por qué repertorio optará?

-Ha crecido mucho tras tantos conciertos. Se conocen todas las canciones, incluidos los cuatro últimos singles citados: A partir de hoy, Perdón, Bésame y Abriré la puerta. ¡Es impresionante cómo todo el mundo las canta y las baila! Eso, unido a clásicos como Ave María, Bulería, Dígale, Mi princesa... La balanza entre canciones rápidas y baladas está equilibrada, así que habrá también momentos para emocionarnos juntos. Además, está siendo una gira muy variada, en la que hemos pasado por recintos tan íntimos y emblemáticos como el Olympia de París y el Teatro Real de Madrid, hasta lugares de grandes aforos, como el de Bilbao. Nadie echará de menos ninguna canción y habrá sorpresas al ser el último concierto del año.

Ha cumplido 40 años. ¿Cómo se ve artística y personalmente?

-A nivel artístico puedo decir que me encuentro en un momento de madurez. Son casi veinte años de carrera, lo que te da una experiencia que, a pesar del muchísimo trabajo, te hace ver las cosas con más tranquilidad. Llevamos giras muy intensas últimamente, y ahora estoy en plena grabación del nuevo disco con todo el trabajo que eso conlleva: fotos, vídeos, sesiones de estudio... Pero me encuentro con más energía que nunca, y con la misma ilusión y ganas para desarrollar cada proyecto que el primer día. A nivel personal, no me gusta mucho hablar de mi vida privada, pero soy afortunado y una persona feliz, por mi familia, amigos y la gente que me rodea.

¿Cuando cantaba en orquestas, soñaba con alcanzar el estatus del que disfruta hace años? ¿Algún consejo para los que se inician?

-Es un sueño que siempre tienes y más cuando empiezas. Pero a medida que se van cumpliendo y alcanzas metas, surgen otras, lo que te hace mantenerte siempre activo. Y el único consejo que puedo dar es el que me aplico a mí mismo: que el talento tiene que estar ahí, pero en cualquier ámbito de la vida si ese don con el que has nacido no eres capaz de perfeccionarlo, acaba perdiéndose. El esfuerzo y el trabajo diario son claves para conseguir objetivos. La suerte hay que buscarla a través del trabajo y es importante rodearte de profesionales en quienes confiar.

¿Qué le aporta colaborar con Yatra, Magán o Alejandro Fernández?

-Son grandes artistas y maravillosas personas. He aprendido a nivel artístico y he disfrutado a nivel personal. Tienen estilos muy diferentes, pero con cosas en común: su enorme calidad y su capacidad para mejorar lo que tocan. Colaborar da la oportunidad de aprender de su trabajo.

¿Qué puede avanzar del próximo disco ?

-Los cuatro singles citados, que hemos trabajado en este último año y medio, estarán en él. Además, habrá muchas canciones en las que cantaré en solitario, con una propuesta en la que trataremos de volver a los ritmos latinos, pero siempre con influencias de otros estilos y géneros. Y habrá cupo para canciones más difíciles de cantar, precisamente para buscar variedad y que sea un disco nuevo, moderno y fresco. Tendrá una gran diversidad porque trabajo para sorprender a la gente que me sigue y a mis compañeros músicos.