Bilbao - La ABAO levantará el telón de su nueva temporada el próximo 19 de octubre con una coproducción de la asociación, Lucia Di Lammemoor, de Donizetti. Una temporada en la que además estrena etapa, logo -ahora ABAO/OLBE se llama ABAO Bilbao Ópera- y nuevos aires. “Después de 66 años, de más de mil funciones, casi acabando el proyecto Tutto Verdi, que es algo emblemático y único en el mundo, necesitamos reinventarnos, aprovechar todo lo bueno que teníamos del pasado y mirar al futuro”, explica Matellanes.

Algunos dicen que es la mejor temporada de la historia reciente de ABAO. ¿Qué respuesta ha tenido entre los socios y no socios?

-Todas las críticas y comentarios que hemos recogido a raíz de la presentación han sido muy buenas. Hemos sacado tres conclusiones, el cambio de marca y la nueva etapa que pretendemos iniciar con una mayor proyección internacional ha sido un acierto. El logo ABAO Bilbao Ópera y el cambio de diseño, más moderno y más atractivo, ha sido valorado favorablemente y también se reconoce que es una temporada que tiene títulos, cantantes y producciones atractivas. De los cinco títulos de temporada general, cuatro son coproducciones nuestras. No sé si es la mejor o de las mejores a nivel del Estado, pero estamos muy satisfechos.

Once títulos repartidos en cinco óperas de temporada general, 4 en ABAO Txiki, una ópera de salón y 2 títulos de concierto, que son como dos óperas semiescenificadas...

-En total, 47 funciones en las que tenemos previsto que asistan aproximadamente 73.890 espectadores, que consideramos que es una cifra redonda. Quiero insistir en que con cinco títulos es una temporada de ópera escasa, hay que reconocer esa limitación. También nos dicen que solo hacemos cuatro funciones, pero hay que matizar, tenemos también el ensayo abierto al público, por lo que son cinco funciones; además, en alguna ópera hay que sumar también Opera Berri... Euskalduna tiene una capacidad de 2.100 butacas, así que por ejemplo, cuatro funciones nuestras son siete de las de Valencia... Además cada vez recibimos más peticiones de gente de Europa que quiere viajar a Bilbao para asistir a alguna representación, la ópera de ABAO cada vez tiene mayor proyección internacional.

¿Han renunciado a incorporar un título más en temporadas futuras?

- Tenemos un problema de ingresos. Todavía pueden crecer algo los de taquilla, aunque la ocupación supera el 85%. También existe una cierta limitación con respecto a los precios de las entradas, producir una ópera tiene un coste muy elevado, cantantes, escenario, alquiler... Estamos intentando que crezcan los ingresos propios con nuevos socios, mejorando la venta de entradas, más promociones, llegando a más colectivos, a nivel internacional estamos más presentes, pero mejorando solo eso no vamos a conseguir hacer seis o siete óperas al año. Hay una parte fundamental que son las ayudas públicas, las subvenciones... Por poner un ejemplo, Valencia tiene un presupuesto de 24 millones, de los cuales 15 proceden de subvenciones. Nosotros no llegamos a tres. ¿Se podrán hacer seis títulos? Cuando logremos recuperar, no el nivel de subvenciones, sino por lo menos el mismo porcentaje que nos tocaba anteriormente. Ya sé que todas las comparaciones son odiosas, pero pensamos que las ayudas por parte del Ministerio tendrían que responder a criterios de eficacia y eficiencia.

El 19 de octubre se abre temporada con ‘Lucia Di Lammermoor’, ¿una apuesta segura?

-Es una de la óperas más emblemáticas del bel canto, un título atractivo, fácil, bonito, emocionante, que no se lo debe perder nadie... Una de las cuatro coproducciones de ABAO de esta temporada, estreno a nivel nacional.

Y en noviembre llegará ‘Jérusalem’ de Verdi, el penúltimo título del proyecto Tutto Verdi.

-Es otra coproducción de ABAO, que se ha estrenado en Bonn con gran éxito. El público estuvo aplaudiendo 16 minutos, nunca se va a aplaudir aquí 16 minutos, ni al Athletic cuando gana la Champion, pero estamos convencidos de que va a gustar muchísimo.

Ya sólo faltará un título, Alzira’, por subir a escena dentro del proyecto que arrancó en 2008 y que pretende representar todas las óperas del maestro de Busetto. ¿Están pensando en alguna clausura especial?

-Alzira se representará la próxima temporada, y sí, tendrá que haber una clausura importante, un gran concierto, queremos hacer también algún congreso. La clausura no va a ser solo la ópera, irá acompañada de un proyecto cultural, en el que estamos trabajando. Habrá que buscar fondos para llevarlo a cabo.

En enero, regresa Wagner a la ABAO con ‘El holandés errante’...

- La última vez que se programó una obra del compositor alemán fue en 2011 con Tristán e Isolde. En esta ocasión, cantará Bryn Terfel, el top, el mejor holandés errante. Es la única que no es una coproducción nuestra, es de alquiler. Algunos dicen que ABAO nunca da Wagner, que solo Verdi, pues este año Wagner y Verdi.

Y por primer vez en febrero también se va a poner en escena ‘La Fanciulla del West’, de Puccini.

-Hay gente, cuando la ves por la calle, que te dice: me arrepiento de no haber ido a este concierto... Yo les llamo los conciertos del arrepentimiento. Pues eso va a pasar con La Fanciulla del West, va a ser la ópera del arrepentimiento.

Cierra temporada ‘Anna Bolena’ en mayo, segundo título de Donizetti.

- Sí, pero que nadie piense que vamos a hacer otro proyecto Tutto Donizetti (bromea). Ésta es otra coproducción nuestra, un nuevo estreno, de corte clásico e historicista.

Siempre insiste en que ABAO es algo más que ópera...

-Es que es un proyecto social y cultural. Llevamos 30 años acudiendo a los colegios con programas didácticos en torno a la ópera, tenemos 422 actividades en 5 programas de actuación, acudimos al hospital de Cruces, cientos de jóvenes participan de la iniciativa Gazteam cada temporada...

Hablando de jóvenes, ¿sigue siendo un público minoritario?

-Desgraciadamente sí, todavía se ve como un poco rarito en la cuadrilla al que va a la ópera. Continúa habiendo muchos prejuicios, que si la ópera es elitista, que es cara, cuando hay 34 modalidades de abonos... Creo que es cuestión de tiempo, de educación... Sueñe un poco. 2028, ABAO cumple su 75 aniversario...

-Me gustaría que la ABAO estuviera todavía más consolidada más reconocida y con más actividades, con una temporada de siete títulos, un concierto, ampliación del programa ABAO-Txiki, con un crecimiento de nuestros socios, al menos a los 6.000, con el nivel de eficiencia y calidad y de austeridad que tenemos, con unos presupuestos garantizados y equilibrados en el tiempo, porque si no tienes equilibrio presupuestario, estás abocado a desaparecer. Ahora en Bizkaia ha salido la nueva Ley de Mecenazgo, que es mejor que la anterior y que esperemos que funcione. Nuestro deber y obligación es explorarlo y buscar el patrocinio privado, que no está muy arraigado.