UN año más, la histórica Colegiata de los monjes cistercienses de Ziortza acoge una nueva edición del ciclo de música antigua, sacra y barroca. Será el violonchelista bilbaino Asier Polo -muchos lo consideran uno de los diez mejores intérpretes a nivel mundial: una estrella en el mundo de los chelistas clásicos- quien inaugure, hoy a partir de las 18 horas, esta nueva edición en la que durante dos fines de semana voces e instrumentos, solistas y conjuntos acercarán a los oyentes de hoy los sonidos compuestos en tiempos pasados.

En perfecta armonía con este conjunto de iglesia de estilo gótico y claustro renacentista, que acoge el órgano más antiguo del País Vasco, nuestros caminos sonoros se cruzarán con los que en otros tiempos recorrieron Vivaldi y Bach, entre otros.

Pero, en esta ocasión, la Colegiata es también testigo de otra importante iniciativa, según explica Koldo Narbaiza, organizador de los conciertos Ziortzako Kontzertuak y alma mater del proyecto. Durante esta semana, de diez de la mañana a tres de la madrugada se pueden escuchar en el interior del monasterio las notas del chelo Rugeri de 1687 del músico bilbaino Asier Polo, interpretando las seis suites para violonchelo de Juan Sebastián Bach. Forma parte de un proyecto ambicioso, que contempla la grabación de las Suites para violonchelo del barroco alemán, junto a un vídeo, que se difundirá a nivel internacional, y que servirá para dar a conocer también este lugar especial y mágico, ubicada en las laderas del monte Oiz. El proyecto cuenta con el apoyo de la Diputación de Bizkaia y la BBK.

Asier Polo ha pisado el escenario con Josep Colom, Alfredo Krauss o Sol Gabetta. Ha tocado a Halffter, Dutilleux o Ginastera, pasando por el gran repertorio romántico para violonchelo. Grandes compositores contemporáneos le han dedicado sus obras. “Las Suites de Bach es una obra cumbre importantísima para toda la historia de la música. De hecho, no ha sido superada por ningún otro compositor: Son dos horas y medio de música para un instrumento solo, el violonchelo, que dan forma a una obra casi transgresora porque en aquella época predominaba el violín... Era una idea que tenía en mi cabeza, quería realizar esta grabación, tengo además una relación estupenda con Paco Moya, de IBS Classical (uno de los sellos discográficos más importantes, que ha revolucionado el sector del disco clásico). Éste es el cuarto disco que hacemos juntos. Pero tenía que encontrar mi momento y el lugar adecuado”, explica este músico bilbaino.

El detonante fue cuando le llamó Koldo Narbaiza el año pasado para tocar en la Colegiata. “Entonces me di cuenta de que había llegado el momento. Pero no se puede quedar solo en la grabación, vamos a hacer un proyecto de mayor envergadura. Hasta ahora yo solo había hecho grabaciones en Euskadi con la Orquesta de Euskadi, además de las grabaciones de sonido, estamos elaborando un vídeo con imágenes de la Colegiata, del concierto en vivo y del entorno que se difundirán a través de las redes sociales, de las plataformas digitales... El sello discográfico IBS tiene muy buena distribución. Tener grabado el lugar, el espacio, la música va a hacer también que tenga una mayor repercusión, tanto para los conciertos como para Bizkaia, ya que se proyecta internacionalmente el territorio. Además, las nuevas generaciones si no ven los conciertos, no los escuchan, lo visual atrae mucho”.

Para ello, Asier Polo ha contado también con un técnico de audio, Noah Shaye, “con el que he trabajado mucho, se involucra y se emociona con todos los proyectos... Va a ser un proyecto con una altísima calidad, que va a beneficiar en muchos aspectos, dando a conocer estos conciertos, la música de Bach y Bizkaia”.

En la quietud del monasterio

Ziortako Kontzertuak que cuenta con el apoyo de BBK, junto a la Diputación de Bizkaia, la Fundación Gondrá Barandiarán, el Ayuntamiento de Ziortza-Bolibar y la asociación cultural Ziortzako Kontzertuak Kultur Elkartea, cumple este año su 31 edición. A pesar de su apretadísima agenda profesional, Asier Polo ha participado en numerosas ocasiones en esta cita especial, “aunque nunca había estado una semana entera como ahora, incluso me alojo aquí. Cuando los monjes cistercenses se retiran, tras la última misa, dejan abierta la puerta para mí, y cuando entro siento una quietud espectacular... Inspira muchísimo. La acústica es mágica, el técnico de sonidos está entusiasmado, es una acústica natural en la cual me permite tocar con muchísima relajación, dejar el sonido libre y que haya resonancia natural en la propia iglesia. Me está haciendo tocar diferente a lo que yo tenía previsto, pero me está llevando a un lugar que me gusta, me siento cómodo”, explica ilusionado Asier Polo.

Hoy, también se tomarán imágenes del concierto en vivo, “del público entrando, del ambiente tan especial que se crea, de lo que simbolizan estos conciertos...”, anuncia el violonchelista.

Nuevos retos

Asier Polo está entusiasmado con este ambicioso proyecto. Rostropovich, con el que impartió clases, le dijo en una ocasión que en la música no te puedes quedar parado. 25 años después, el violonchelista bilbaino sigue asumiendo riesgos. “De alguna manera, es muy difícil poner fecha de inicio a una carrera pero decía el año pasado que estaba celebrando mis 25 años porque fue la primera vez que tuve un contrato como profesional con la Orquesta de Castilla y León. Había hecho muchos conciertos con anterioridad, pero he puesto ese punto de partida. Y si pasas 25 años repitiendo casi lo mismo, se crea una cierta rutina, por lo que en algún momento hace falta un estímulo nuevo. Y yo me he embarcado en retos y proyectos nuevos: obras de estreno, estas suites de Bach, grabaciones... Este año he tenido una temporada tan vertiginosa, que no sé cómo he salido vivo. Y como añadido, he hecho unas oposiciones en Suiza, en el conservatorio de Lugano, con un nivel de competidores espectacular, de primera categoría internacional, y he sido elegido. Estoy encantado”.

Asier Polo vivirá a caballo entre su casa de Zenauri- “enfrente del Gorbea, mi hogar”- y la ciudad suiza. Además, seguirá con sus clases en Musikene, “es un centro que pone en valor a la gente que está en activo y nos da muchas oportunidades. Yo tengo un asistente que me cubre cuando estoy dando conciertos, así puedo compaginarlos muy bien. Incluso pensé en pedir una excedencia, pero me dijeron que me querían con ellos. Y me están facilitando todo mucho”.